Ahora también vacunan en las sedes de los gremios docentes bonaerenses
A partir de la llegada del nuevo lote de vacunas Sputnik V, el gobierno de Axel Kicillof comenzó la vacunación en sedes sindicales a través del Instituto de Obra Médico Asistencia (IOMA), con más de 1000 personas en el equipo. El Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), a cargo de Roberto Baradel, y el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), conducido por Jorge Kalinger, aplicaron ayer las primeras dosis en locales de Ituzaingó y Morón, respectivamente.
Está previsto que en los establecimientos gremiales se vacunen docentes, auxiliares de la educación y personal de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, en los primeros días del operativo, se terminará con la primera tanda de personal de la salud.
"Es un orgullo que Roberto Baradel haya ofrecido las sedes sindicales. Estamos desde el 1° de febrero con capacitaciones y simulacros, para todos esto es un aprendizaje", comenta Mirta Pascarelli, la secretaria general del Suteba Ituzaingó, gremio que puso a disposición del gobierno 34 edificios.
Son más los curiosos del barrio que se acercan al gazebo blanco, donde dos jóvenes con pecheras celestes de la campaña Buenos Aires Vacunate reciben a los asistentes, que las personas que llegan con turno a recibir la inyección. "¿Yo puedo vacunarme?", pregunta un hombre mayor con mucha expectativa. Pero le informan que debe inscribirse por Internet y le dan un volante.
Es que el procedimiento está organizado en base a 80 turnos diarios, con 10 aplicaciones por hora. Hay mucho personal que está a disposición y que participa de este operativo, compuesto por más de 20 integrantes y coordinado por IOMA. Además, hay presencia policial que custodia el freezer las 24 horas del día. El operativo parece por momentos exceder la cantidad de vacunas disponibles. Casi sobre el final de la primera jornada, ya se vacunaron 50 personas.
Luego del puesto de admisión, hay dos postas de registro para tomar los datos de los pacientes, con casi 10 integrantes del equipo. Luna Arribas, una de las empleadas, cuenta que hay personas que se encuentran con los carteles y piden folletos, aunque manifiesten que no piensan vacunarse. Consultada por la convocatoria laboral, Federica Monardi, su compañera, señala: "Somos de las juventudes. Hay gente del Estado que tiene el contacto, sabe que hay una convocatoria, y te hace el favor".
Johanna Díaz, la coordinadora de la campaña en el Suteba de Ituzaingó, explica que el grupo se divide entre los encargados de la parte administrativa y la logística. "Hay muchos compañeros de organizaciones sociales que se hacen cargo del operativo, pero los contratos son a través de IOMA", aclara Díaz, quien cree que el contrato de dos meses se va a extender.
La sala de espera, donde hay seis personas en sillas alejadas entre sí, es el siguiente paso. La inoculación recién comienza cuando hay cinco pacientes listos para recibir la dosis para no tener que descartarlas, según explica Pascarelli. El trámite para inscribirse es rápido, dicen los protagonistas. "Hace una semana pedí el turno por Internet porque trabajo en un hogar para gente mayor con discapacidad en Villa Luro", expresa Noelia Bravo, mientras espera que la llamen las enfermeras.
El vacunatorio es una oficina cuadrada del sindicato con una ventana que da al patio, donde los vacunados pasan 30 minutos sentados luego de la aplicación, para que puedan controlarse los síntomas. Un biombo separa las dos sillas en las que se inyecta en paralelo a dos personas por dos enfermeras diferentes. Otro par de asistentes se ocupa de registrar los datos y completar el comprobante.
A menos de cinco kilómetros de la sede del Suteba en Ituzaingó está el local de Sadop, que también funciona como un centro de salud de la Obra Social de Docentes Privados (Osdop). Mariela Claussi, la secretaria de acción social y coordinadora de la obra social del sindicato es la encargada de visitar las distintas sedes en la provincia de Buenos Aires. "Coordinamos todas las delegaciones. Se seleccionaron lugares con espacios externos como el nuestro para la vacunación. Nosotros prestamos el espacio físico y siempre hay al menos dos representantes nuestros", precisa Claussi.
Avanzamos con la campaña masiva de #vacunación#BuenosAiresVacunate [R] [R][R] Nos llena de alegría ver la emoción de hombres y mujeres mayores de 70 años que hoy comenzaron a recibir la primera dosis de la vacuna. Esta nueva etapa también incluye a trabajadores de la educación. pic.twitter.com/sBAPuVHQFA&— Lucas Ghi (@LucasGhi) February 18, 2021
Cerca del mediodía, el intendente de Morón, Lucas Ghi, sorprendió el equipo con una visita en su recorrida por los tres puntos de vacunación del partido. "El municipio se puso a disposición de la campaña. Se ofrecieron clubes como alternativas a las escuelas una vez que empiecen las clases", detalla Claussi mientras muestra el funcionamiento de los freezers y la cámara de seguridad.
Una hora antes de la finalización del operativo, hay dos hombres que esperan recibir la inyección. En cuanto al personal, hay más de 20 personas entre logística, administración, enfermería y limpieza. "En enero se abrió la convocatoria de voluntarios de la carrera de medicina y de organizaciones políticas del partido de Morón como La Cámpora, Nuevo Encuentro, Peronismo Militante. Las organizaciones admitían para la inscripción en sus locales", dice Tomás Pérez, el coordinador general en esta sede.
A diferencia de la sede del Suteba, donde solo se desarrollan las tareas habituales de un sindicato, el vacunatorio de Sadop es un centro de atención de salud de su obra social. La logística es bastante similar, aunque el espacio es más acorde a la actividad que se desarrolla, ya que cuenta con camillas, mientras que en Ituzaingó había sillas y escritorios.
Suena el celular de Diego Pagliano, un jefe de farmacia de Morón cuando está esperando la inyección. Rechaza el llamado, relaja el brazo y recibe la primera dosis. "Cuando empezó tenía temor, pero estoy a favor de la medicación y de las vacunas", comenta minutos más tarde.
Antes de las 16, el equipo comienza a guardar el gazebo, las sillas, y la cartelería que estaba sobre la vereda. El primer día termina en Sadop Morón con más de 50 vacunados, de los 80 que esperaban. Explican que, según la información que manejan, son unos de los centros con menor porcentaje de ausentes. Pérez, como el resto del equipo, está satisfecho con los resultados: "Fue histórico, súper emocionante y argentino. El operativo fue increíble".
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