Pronostican que los piquetes podrían sumar más de 10.000 en el año

Tras una semana que tuvo acampes frente a los ministerios de Desarrollo Social y de Trabajo, con los movimientos sindicales y piqueteros de izquierda como protagonistas, el Polo Obrero ya anunció otra oleada de protestas que sumarán, al menos, 25 nuevos cortes de ruta en los próximos días. Esa previsión alimenta la creciente cantidad de piquetes en el año (más de 6000 hasta agosto) y un pronóstico que establece que 2022 terminará con más de 10 mil piquetes contabilizados.

La consultora Diagnóstico Político, que realiza un relevamiento mensual de los cortes de vías públicas a nivel nacional, proyecta el número de 10 mil como un punto inédito en la cantidad de protestas en un año. En su último informe, que condensó las cifras de agosto de 2022, la consultora advirtió que, “con las actuales proyecciones, 2022 podría llegar a superar la inédita cifra de 10 mil piquetes anuales”. Las mediciones de la consultora comenzaron en enero de 2009.

Los datos en los que se basa Diagnóstico Político para avizorar que el número final puede ser mayor a los 10 mil piquetes son los que marcan que, desde marzo, la cifra mensual de cortes de calles siempre estuvo por encima de los 800. “Vamos a estar superando los 900 cortes este mes”, adelantó a LA NACION Patricio Giusto, director ejecutivo de Diagnóstico Político.

En agosto, hubo 877 piquetes, un número menor a los 966 de julio, que fueron el récord mensual desde que hay registro de estas mediciones de Diagnóstico Político. Desde marzo, todos los meses se produjeron más de 800 cortes. En marzo fueron 813; en abril, 908; en mayo, 856; en junio, 929; en julio, 966, y, en agosto, 877. En 2021, agosto había cerrado con 657 piquetes.

Con la medición realizada hasta agosto, en 2022 ya hubo 6220 cortes de calles. En el último informe de Diagnóstico Político se puntualiza que esa cifra implica el 93% de los cortes que se dieron en todo 2021 (año en el que hubo una reducción del movimiento callejero por el temor que aún existía a la pandemia de Covid-19).

“El estado de creciente conflictividad sociopolítica en la Argentina ingresó en una nueva fase desde el pasado 22 de agosto, cuando se conoció el pedido de condena a la vicepresidenta [Cristina Kirchner]”, se definió en el último informe que hizo público la consultora que monitorea el fenómeno de los cortes de calles desde lo cuantitativo. Luego, se sumó el intento de magnicidio contra la expresidenta.

A las manifestaciones de apoyo a la vicepresidenta, que mermaron tras el atentado fallido, y a las habituales que realiza la llamada Unidad Piquetera (Polo Obrero y Barrios de Pie son sus organizaciones más importantes), se pueden sumar otras. “Puede esperarse que la movilización de organizaciones sociales de izquierda -y, eventualmente, también las afines al Gobierno- hagan recrudecer las protestas en las calles”, no descartó Diagnóstico Político, al analizar en su último reporte las consecuencias de los aumentos de tarifas.

La ciudad de Buenos Aires es el epicentro de las protestas y cortes. En julio, mes récord para los cortes de calles, también la Capital Federal tuvo su propio récord de piquetes, con 145.

En la misma sintonía que los meses anteriores, octubre comenzará con marcada conflictividad. Después de dos jornadas de acampe frente al Ministerio de Desarrollo Social y de apoyar el paro del Sindicato Único del Neumático Argentino (Sutna) con el traslado de ese acampe al Ministerio de Trabajo, el Polo Obrero adelantó que cortará accesos a la Capital Federal y rutas en todo el país.

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