Procesarán al atacante y su novia por tentativa de homicidio y se enfrentan a una pena de hasta 20 años de prisión

La jueza federal María Eugenia Capuchetti trabajó el fin de semana en la redacción de de una resolución con el procesamiento con prisión preventiva contra Fernando Sabag Montiel, brasileño de 35 años y su novia Brenda Uliarte, de 23, ambos por el delito de tentativa de homicidio calificado de la vicepresidenta Cristina Kirchner, ocurrido el 1 de septiembre pasado a las 21 en la puerta de su domicilio de Juncal y Uruguay, en Recoleta.

Con esta decisión, que será muy voluminosa, con tantas páginas como las de un libro, por la cantidad de prueba reunida, se cierra la primera etapa de esta investigación que continuará ahora con la producción de nuevas medidas de prueba para determinar si hay otras personas involucras en la tentativa de asesinato.

Quienes están bajo observación de los investigadores son el grupo de amigos de la pareja, con los que vendían copos de algodón de azúcar coloreados, con quienes compartían salidas, una vida desordenada, con relaciones cruzadas y por momentos promiscua.

Por lo pronto, la decisión implica que Sabag Montiel y Uliarte quedarán detenidos. Sus abogados pueden recurrir esta decisión a la Cámara Federal porteña para que la revise e intentar que se revoque o se suavice la calificación legal, o consentirla la decisión de la jueza para que el caso llegue a juicio oral lo antes posible.

Mientras esto sucede, Sabag Montiel está detenido en una celda de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y su novia Brenda Uliarte en otra. Ambos están vigilados las 24 horas por un guardia y una cámara de seguridad cada uno. Sabag Montiel no tiene allegados que lo visiten, aún viste la ropa que usaba el 1 de septiembre cuando fue detenido en la puerta de Cristina Kirchner. Su novia recibe la visita del padre. Son numerosas las llamadas que se reciben en el juzgado de personas que dicen ser sus allegados, para verlos, aunque por razones de seguridad, solo los familiares están autorizados.

La semana pasada, en el juzgado del tercer piso de Comodoro y 2002 no se apagó luz hasta entrada la madrugada. La jueza armó dos equipos, uno que trabaja en la recolección y análisis de la evidencia y de las medidas de prueba y otro que esta abocado a la tarea de la redacción dela resolución, además de atender los asuntos del turno policial.

Para la jueza Capuchetti ambos son coautores de la tentativa de homicidio calificado de Cristina Kirchner, y de los delitos de falsificación de documento público por los certificados de discapacidad falsos a nombre de ambos que fueron secuestrados en su casa y por el acopio de las municiones calibre 32 que estaban en el domicilio de Sabag Montiel en Villa Zabala.

En cuanto a la calificación del homicidio, la jueza evalúa el hecho de que se fue usada un arma, que hubo premeditación, el concurso de dos personas y la alevosía, es decir, que el atacante se aprovechó del estado de indefensión en que se encontraba Cristina Kirchner en medio de los manifestantes. En caso de ser condenados por tentativa de homicidio calificado la pena puede ser de 15 a 20 años de cárcel.

Las pruebas sobre la que se basa el procesamiento en el que trabaja el juzgado son las imágenes, trasmitidas en vivo incluso, donde se ve a Sabag Montiel gatillar el arma al emnos una vez contra la vicepresidenta, la propia arma secuestrada, apta para el disparo, con cinco balas en el cargados, que tienen sus huellas y sus rastros de ADN en las cachas y en la cola del disparador. Las municiones del mismo calibre fueron secuestradas en su casa.

Los videos

Avalan la idea de la premeditación en el atentado, el hecho de que se ubicó a Sabag Montiel y a su novia en imágenes de video en los días previos al atentado del 1 de septiembre, en inmediaciones de la casa de Cristina Kirchner. Asimismo son una prueba en contra de la pareja, las fotografías encontradas en la tarjeta de memoria del celular de Sabag Montiel donde se lo ve con el arma, a su novia con la pistola en la cintura y las fotos de la balas que datan del año pasado.

El arma, según el peritaje efectuado, había sido disparada hacía poco tiempo, lo que habilita a pensar que Sabag Montiel estuvo practicando o ensayando a ver si funcionaba y cómo funcionaba.

Se trata de una pistola semiautomática de acción simple, calibre 32 auto, marca Bersa, modelo Lusber 84 con la numeración 25037 en el lateral izquierdo del cañón limada. El arma era de un vecino de Sabag Montiel, que se la había prestado hacía al menos dos años. Ese vecino, que era taxista, murió, según corroboró la policía.

Otro delito que se les imputa a ambos es que tenían el arma de fuego secuestrada con sus municiones desde al menos el 5 de agosto de 2021. Y que la llevaron consigo o la tenían en su poder sin permiso legal y qu sabían que tenía la numeración limada.

Son evidencia en contra de la pareja las declaraciones de algunos de sus amigos que hablaron de que ambos estaban en conocimiento de lo que iba a realizar Sabag Montiel y los mensajes posteriores que se enviaron donde supuestamente Brenda dijo que estaba orgullosa de lo que había realizado su novio.

Es evidencia contra la pareja la declaración de Cristina Kirchner como víctima, que aseguró que cuando se produjo el disparo a centímetros de su rostro no lo notó, que justo se había agachado para recoger un ejemplar del libro Sinceramente, que se había caído al suelo y que siguió dando la vuelta al auto firmando ejemplares y saludando manifestantes.

Solo supo lo que había sucedido cuando en el ascensor uno de sus asistentes le dijo que habían encontrado a alguien con un arma y se dio cuenta del peligro que había corrido cuando pusieron el televisor y vieron las imágenes de Sabag Montiel disparando, luego el secuestro del arma y como los militantes lo golpearon en el rostro y lo detuvieron.

La reconstrucción realizada con imágenes de cámaras de seguridad del recorrido que realizó la pareja el día del ataque desde Quilmes, que se bajaron en Constitución y luego caminaron hasta la casa de la vicepresidenta es la prueba de que ambos estaban allí. Una vez efectuado el disparo fallido se la ve a Brenda Uliarte salir del lugar. Llevaba una bolsa blanca de nylon y un paraguas.

Ambos elementos fueron secuestrados por la policía en la casa de Lucas Ocampo, un ex novio de Brenda Uliarte, que vive en San Miguel y a quien le pidió que la deje dormir en su casa esa noche cuando estaba huyendo de la escena de la tentativa de asesinato.

Están bajo investigación otras pistas que siguen abiertas como el episodio del McDonald’s de Quilmes, donde las cámaras de seguridad grabaron a Brenda Uliarte y Sabag Montiel ingresando el día del ataque, más temprano. Allí, una señora que estaba en una mesa bebiendo una infusión, dejó caer un papel rojo al suelo, Brenda Uliarte lo recogió con disimulo, se lo mostró a su novio y luego lo tiró al tacho. Se busca a la mujer para interrogarla.

A pesar que hay dos detenidos en este procesamiento, los investigadores trabajan sobre otras pistas para determinar si hay más gente involucrada en la tentativa de asesinato. Están bajo la mirada de la policía el grupo de amigos de la pareja, incluido Nicolás Carrizo, quien era el jefe, dado que era el dueño de la garrafa con la que preparaban los copos de algodón de azúcar coloreados, que luego vendían por la calle.

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