Procesan a cinco militares por la falta de 19.000 municiones
El robo del material bélico fue en 2014 en el Batallón 603, en las afueras de Rosario
ROSARIO.- Cinco militares enfrentarán un juicio por el faltante de 19.600 balas 9 milímetros denunciado en diciembre de 2014, luego de que la Cámara Federal de Rosario confirmara la semana pasada el procesamiento contra los oficiales y suboficiales que se desempañaban en el Batallón de Arsenales 603, en Fray Luis Beltrán, a 20 kilómetros de Rosario.
El supuesto robo de municiones del batallón provocó un escándalo en ese momento, luego de que LA NACION publicara el 20 de febrero de 2015 que existía un importante faltante de balas en esa dependencia. El entonces ministro de Defensa Agustín Rossi ordenó el cierre del predio y el pase a retiro del director de Arsenales del Ejército coronel Hugo Víctor Meola.
Aunque la investigación del Ministerio Público nunca avanzó sobre el destino de las municiones, surgieron sospechas de que las balas podrían haber sido vendidas en el mercado negro, donde se proveen en Rosario bandas narcocriminales como Los Monos. "El robo de balas era permanente, bajo dos metodologías: el robo hormiga y de manera alevosa", explicó a LA NACION un militar retirado.
Entre los que serán juzgados se encuentran los entonces primer y segundo jefe del establecimiento militar, coronel de Arsenales Guillermo Bonnefous y teniente coronel Adalberto Fernández. También Jorge Luis Giandinotto, capitán de Arsenales; Germán Alberto Vázquez, sargento de Arsenales, y Elio Germán Villarrubia, sargento ayudante. Todos fueron pasados a retiro cuando se inició la causa y permanecieron en libertad, según fuentes del Ejército.
La denuncia del faltante la realizó el coronel Raúl Edgardo Sánchez el 30 de diciembre de 2014, once días después de asumir como jefe del Batallón de Arsenales 603.
Rossi ordenó en ese momento que el nuevo jefe hiciera la denuncia en la Justicia. El entonces jefe del Ejército César Milani, actualmente detenido por delitos de lesa humanidad, fue quien le advirtió al ministro que había "problemas" en el Batallón de Arsenales.
En el predio de Fray Luis Beltrán se enteraron del robo cuando el jefe del batallón Guillermo Bonnefous, antes de ser removido de su cargo, encargó una inspección en los depósitos de la Compañía de Munición.
Bonnefous, según declaró en el Juzgado Federal N° 3 de Rosario, ordenó la auditoría luego de que se enterara a través de una red social que un grupo de militares había posteado versiones sobre el robo.
En la investigación se detectó que el faltante de municiones 9 milímetros existía desde julio de 2014, pero los responsables del arsenal nunca lo informaron. En el fallo, al que tuvo acceso LA NACION, se advierte que en la auditoría dos militares declararon que "desde julio y agosto 2014 ya faltaban" las municiones. Uno de los suboficiales que se desempeñaba en el arsenal "fue obligado" por un superior a firmar un acta declarando que la inspección se desarrolló "sin novedad".
Encubrimiento
Incluso, uno de los sargentos testificó que se "reemplazaban cajones de balas en el acta de inspección y que se procedió a ocultar dicha situación, colocando en su reemplazo cajones con vainas por indicación de un superior".
El Batallón 603 se encuentra al lado de la planta de Fabricaciones Militares de Fray Luis Beltrán, donde también se investigó un faltante de municiones, luego de una denuncia que hizo el Ministerio de Defensa. En abril de 2016 efectivos de Gendarmería allanaron el predio.
Según la auditoría faltaban 9.133.620 fulminantes para pistolas 9 milímetros y 1.790.800 para fusiles FAL de 7,62 milímetros y fusiles Mauser de 7,65 milímetros.
También se encontraron inutilizadas 1.141.110 municiones por estar "mojadas" a raíz de una tormenta. La suma de proyectiles sin registrar alcanzó a 180.498 balas de munición 9 milímetros. Por último, 700.000 cartuchos se encontraban en depósitos no aptos para almacenarlos, provocando una situación de inseguridad.