Prisión perpetua para cuatro ex policías por el caso Urondo

MENDOZA.- Cientos de familiares de desaparecidos y representantes de organismos de derechos humanos celebraron ayer alborozadamente en el centro de la ciudad la primera condena por crímenes de lesa humanidad promulgada en la capital provincial. Después de un proceso que duró 11 meses, el Tribunal Oral Federal N° 1 condenó a prisión perpetua al ex comisario Eduardo Smaha, a los ex policías Celustiano Lucero y Alberto Rodríguez Vázquez y al ex comisario general Juan Agustín Oyarzábal.

Fueron considerados culpables de delitos gravísimos (privación abusiva de la libertad agravada, violencia y amenazas, aplicación de tormentos, homicidio calificado por alevosía y asociación ilícita) contra 24 personas, entre ellas el poeta y militante montonero Francisco "Paco" Urondo.

Deberán cumplir sus penas en cárceles comunes. La noticia fue festejada sonoramente en la esquina del tribunal.

Además, los jueces condenaron al ex teniente Dardo Migno (que por motivos de salud recibió la sentencia vía teleconferencia en Rosario) a 12 años de prisión y absolvieron al ex jefe de Inteligencia Paulino Furió.

A lo largo del proceso, que incluyó un centenar de testimonios, se vivieron momentos de extrema intensidad, como el relato en primera persona de los abusos sexuales sufridos por algunas secuestradas en el centro clandestino de detenciones D2; las palabras de Isabel De Marinis (92 años) sobre el secuestro de su hija Lila, o el reconocimiento del ex policía Celustiano Lucero por un ex detenido y torturado del recinto D2 como la persona que lo secuestró el 13 de mayo de 1976.

La última semana del proceso estuvo marcada por los alegatos sobre el homicidio de Urondo y la desaparición de su mujer, la periodista Ana Raboy. Durante el proceso quedó demostrado que Lucero mató de varios culatazos a Urondo tras capturarlo en una "entrevista envenenada" en el barrio de Dorrego.

LOS ANTECEDENTES

FRANCISCO URONDO

Poeta y militante montonero

• Mayo de 1976
  
  En Mendoza
  
  Urondo era escritor y periodista. Se había convertido en una pieza importante en la estructura de Montoneros. En mayo del 76, llega a Mendoza para hacerse cargo de la regional Cuyo. Con él llegan su esposa y la hija de ambos, Angela, de 10 meses.

• Junio de 1976
  
  El crimen
  
  Murió a culatazos a manos del entonces policía Celustiano Lucero. Había ido engañado a una cita.

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