Principales recomendaciones para evitar las clásicas trampas

Faltan horas para unas elecciones que se prevén peleadas y las fuerzas políticas trabajan con sus fiscales para evitar las trampas.

Es ínfima la cantidad de causas que abrió la justicia federal en los últimos tiempos por fraude electoral. Pero tanto los funcionarios que son autoridades de los comicios como los partidos, donde muchos dirigentes están convencidos de que hay trampas que no llegan a denuncias, están alertas.

Según el fiscal electoral Jorge Di Lello -fiscal de la Capital y, además, el único fiscal electoral ante la Cámara de Apelaciones- no hay peligro de un gran fraude ni "trampas numerosas" que se hayan detectado.

"Las más comunes podrían ser el documento falso, algún tipo de robo de boletas en las mesas o maniobras tales como taparlas poniéndoles una boleta arriba, de otra lista. También algún voto encadenado, que no es fácil, o algún clima de apriete que se puede denunciar ante la delegada judicial, la comisaría o llamando a la fiscalía", dijo Di Lello.

Los partidos recomiendan prestar especial atención ante las siguientes posibles trampas:

Urna "embarazada". A primera hora, cuando va a abrirse la mesa, la urna ya tiene votos adentro. Para controlar que esto no pase, se les recomienda a los fiscales sacudir la urna y constatar que esté vacía antes de la llegada del primer votante. También, que estén atentos cuando la urna es trasladada para que vote una persona discapacitada.

Votante que no es quien dice ser. Puede ocurrir que alguien se presente con el documento de otra persona, a veces fallecida. También, que en una maniobra coordinada con el presidente de mesa, éste cante un número de documento que no es el que lleva el votante, sino el de otro que está en el padrón. Por eso, los instructivos preparados para los fiscales les piden que miren el documento y chequeen la identidad, fecha de nacimiento y fisonomía.

Maniobras con las boletas. Además del robo dentro del cuarto oscuro, puede suceder que se escondan las boletas de un partido o que se cambien por otras inválidas. Por ejemplo, las de las PASO, que no son válidas para esta elección.

Voto en cadena. La trampa la ejecuta un votante que llega con un sobre preparado con una boleta, cerrado y firmado. Se lleva vacío el sobre que le entregaron en la mesa con la firma de las autoridades y los fiscales, y fuera de la escuela se lo entrega a un puntero que recompensa al votante y entrega el sobre a otra persona para que lo utilice. Para evitar esta maniobra, se recomienda que autoridades y fiscales revisen que efectivamente las firmas sean suyas.

Trampas en el recuento. El recuento es el momento más sensible. Además de contabilizar erróneamente los votos, otras trampas pueden ser que un fiscal se robe boletas de otro partido durante el recuento o que agregue del propio. El presidente de mesa, como autoridad, puede impedirles a los fiscales tocar las boleta y decirles que se limiten a controlar el conteo. También puede ocurrir que el resultado que el presidente de mesa vuelque en el telegrama no coincida con el resultado anunciado en la mesa. Por eso, los partidos les piden a sus fiscales que revisen con especial atención que los números sean los correctos.

Según Di Lello, no obstante, es "prácticamente imposible" el fraude. "Nuestro sistema es un poco analógico pero tiene la virtud de los analógicos, que es que son más difíciles de penetrar", sostuvo ayer Di Lello, en declaraciones radiales. Dijo que el sistema es "menos exacto, menos finito y menos rápido", pero "mucho más difícil de vulnerar".

Mañana todas las fiscalías federales del país estarán abiertas, de guardia, y también se recibirán denuncias en la página www.denunciaselectorales.mpf.gov.ar, anunció el fiscal.

La Cámara rechazó abrir las urnas

• La Cámara Nacional Electoral rechazó la sugerencia que había hecho la Fiscalía Electoral para que el escrutinio definitivo de las elecciones nacionales de mañana se realice "mediante la apertura de urnas y recuento de todos los votos".
• El tribunal recordó que el Código Electoral establece que en el escrutinio definitivo se verifican las sumas de votos de las actas de cada mesa.

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