La Fundación Libertad reunió a Macri, Larreta y Bullrich: los giros del alcalde para no quedarse afuera de la foto
El jefe de gobierno porteño cambió su agenda para cruzarse con el fundador de Pro y evitar la postal a solas con Bullrich; Jorge Macri protagonizó con ambos otra de las imágenes de la jornada
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Luego del paso al costado de Mauricio Macri, Pro consiguió su foto de unidad este lunes por la noche, en la cena de la Fundación Libertad, que celebró sus 35 años en el centro de convenciones Goldencenter. Ante más de 1000 personas que coparon el salón, Macri compartió la mesa central con su esposa, Juliana Awada, flanqueado a su derecha por Horacio Rodríguez Larreta y a su izquierda Patricia Bullrich. Completaron ese lugar de privilegio los exmandatarios Sebastián Piñera (Chile), Felipe Calderón (México) y Jorge Quiroga (Bolivia); la vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón, y el titular de la Fundación Libertad, Gerardo Bongiovanni.
La primera en llegar al salón, a las 20, fue Bullrich, que se prodigó, generosa, con los periodistas. Cuando le preguntaron por sus diferencias con Larreta de cara a las PASO, declaró que la Argentina que viene va a necesitar de “coraje”.
Larreta llegó unos diez minutos más tarde. En un espacio vip, acordonado, se saludó con un beso con Bullrich. El exdiputado y actual funcionario porteño Waldo Wolff, que trabajó para la presidenta de Pro y hoy se mueve con Larreta, fue el testigo más cercano del breve encuentro entre los rivales de Pro.
Macri llegó a las 20.30, cuando terminaba el cocktail. Todos se arremolinaron a su lado y Larreta, que conversaba con el mexicano Calderón, se acercó para tenderle la mano.
Pero la foto entre ambos no fue fruto de la casualidad. El jefe de gobierno porteño había comunicado a los organizadores que solo pasaría por el cocktail y que se retiraría temprano para poder asistir a la cena del Cippec y desde allí partir al estudio de LN+, donde fue entrevistado por Carlos Pagni. Sin embargo, enterado de los planes de Macri de quedarse toda la cena, al igual que Bullrich, cambió su agenda, pasó antes por el Cippec y decidió extender su estadía con los liberales. Partió raudo minutos después de que comenzara la cena.
El giro le dio frutos, pues tuvo su foto con Macri y no dejó libre la silla para que el expresidente se retratara a solas con Bullrich.
La cena congregó a todo el liberalismo vernáculo. De hecho, el diputado José Luis Espert llegó haciendo gala de que hace más de 10 años que viene al evento, para marcar como una novedad la amplia concurrencia de Pro, algunas presencias radicales y unos pocos peronistas.
La Fundación Libertad se convirtió en una referencia para el liberalismo local y un núcleo de poder para dirigentes de centroderecha de la región. De hecho, Alejandro Bongiovanni, director de Políticas Públicas de la Fundación, mientras les daba la bienvenida a los invitados les deslizaba, con ironía, que habían venido a la cena correcta, en alusión al evento en simultáneo del Cippec.
Casi todo el gabinete de Macri llegó a la fiesta. Entre otros, Nicolás Dujovne, Jorge Faurie, Gabriela Michetti, Germán Garavano, Francisco Cabrera, Carlos Melconian. Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata, arribó después de dejar en Comodoro Py su denuncia contra una ONG ligada a Juan Grabois por la ocupación de tierras en El Marquesado.
Entre los radicales se destacó Ernesto Sanz, que en esta ocasión eligió a los liberales por sobre el Cippec. Entre los peronistas, Miguel Pichetto.
El arranque del evento sumó otra foto de impacto. Luego de que Macri arribara al Goldencenter y se saludara con Larreta y Calderón, el expresidente subió hacia el salón del primer piso. Allí volvió a quedar mano a mano con el alcalde porteño, pero también con su primo y actual ministro de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, que busca ser ungido como candidato único de Pro. El trío dejó otra postal para la política.
Ya en la mesa central, a Larreta se lo veía incómodo: se levantaba, saludaba a alguien, volvía a sentarse. Macri, en cambio, charlaba con gestos ampulosos, expansivos. Solo se levantó para acercarse a la mesa que tenía como figura a Mirtha Legrand y sacarse una foto con la diva.
En la mesa principal, ya con todos los expresidentes instalados, quedó sin embargo una silla vacía, durante largos minutos. Era para Bullrich, que se hizo desear hasta el final. Una vez que la exministra llegó y los tres líderes de Pro se saludaron de nuevo, recién pudo comenzar la cena con el discurso grabado desde España por la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Macri tomó la palabra después de las 23, en el panel central que compartió con los expresidentes. Dijo que el país está gobernador por “un ejército de demolición”, pero advirtió: “Estamos a punto de amanecer: nos quedan meses muy duros, pero tenemos que mantener una cohesión y una fuerza para superar estos meses que nos quedan por delante”.
Al igual que en sus últimas presentaciones, Macri volvió a ponderar el ejemplo de la selección argentina de fútbol. “Se asoma una nueva era. Lo que ocurrió en Qatar no es casualidad: ahí ganó un equipo, vamos a estar todos juntos ayudando al próximo presidente a dar vuelta la historia”, prometió.
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