Presupuesto 2023: desconfianza opositora ante las metas de crecimiento e inflación que prometió Massa
El ministro de Economía ratificó que el país cumplirá las metas fiscales acordadas con el FMI y que continuará la quita de subsidios a los servicios públicos
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LA NACIONGustavo Ybarra
El ministro de Economía, Sergio Massa, confirmó en la Cámara de Diputados, ante la que presentó esta tarde el presupuesto 2023, la voluntad del Gobierno de cumplir con las metas fiscales y financieras acordadas con el Fondo Monetario Internacional y, en ese marco, ratificó que el año próximo continuará la reducción de subsidios a las tarifas de los servicios públicos. Massa anunció un crecimiento del producto bruto de 2 puntos y una inflación con “piso y techo” en 60%. Ante las dudas de la oposición, ofreció como alternativa que el Congreso revise la primera meta en el último trimestre.
Como contrapartida, y en respuesta al reclamo de los gobernadores peronistas, Massa aseguró que el año próximo se sostendrá el nivel de inversión en obras públicas y de infraestructura, el que estimó en casi 2 billones de pesos, y reafirmó la continuidad y el sostenimiento presupuestario de programas y planes sociales.
Massa concurrió al Congreso para presentar el presupuesto 2023, en lo que marcó el inicio del debate del proyecto que, según la hoja de ruta trazada la semana pasada entre los bloques políticos, la Cámara baja podría estar discutiendo en el recinto en la última semana o en la primera de noviembre.
Tras una extensa exposición de casi una hora y media, el jefe de la cartera económica enfrentó las preguntas de la oposición, que criticó los números y previsiones planteados en la iniciativa.
Si bien la reunión se desarrolló con tranquilidad, no faltaron los momentos de tensión, como cuando la diputada trotskista Romina Del Plá lo acusó de “extorsionar a los trabajadores” al haber amenazado con abrir las importaciones para contrarrestar la huelga que lleva adelante el sindicato del neumático (Sutna).
“Llamar a romper la inflexibilidad y que se termine con el capricho no significa tomar parte”, afirmó Massa, que cuestionó, así, la postura en el conflicto del secretario general del gremio del neumático, el dirigente del Partido Obrero Alejandro Crespo.
Según dijo Massa, “este presupuesto viene a cumplir los objetivos que se ha planteado este propio parlamento cuando se decidió negociar con el Fondo y aprobó el acuerdo de facilidades extendidas” sellado con el organismo de crédito, renegociación que el sector kirchnerista del Frente de Todos rechazó en ambas cámaras legislativas.
En ese sentido, ratificó el horizonte de 2,5% base de caja del PBI en el déficit fiscal (según el método de cálculo realizado por Economía es del 1,9%, tal como reza el proyecto), el sostenimiento de las tasas de interés positivas y la meta de reservas comprometidas con el FMI que, dijo, “estamos seguros que vamos a cumplir”.
“Mantenemos la decisión de seguir el camino de reducción de la asistencia del Banco Central al Tesoro”, completó la lista de compromisos asumidos con el Fondo Monetario en el acuerdo firmado en marzo de este año.
Crecimiento e inflación, motivo de dudas
Massa reivindicó la estimación de un crecimiento de 2 puntos del producto bruto para el año próximo y, anticipándose a las críticas de la oposición por la subestimación en las cifras, la justificó en la necesidad de “tener un objetivo conseguible para que el Congreso sienta que está votando una meta que puede ser llevada adelante”.
Ante las dudas por la subestimación de recursos que se recaudarán, planteadas por Juntos por el Cambio en el segmento de preguntas, el ministro se mostró dispuesto a incluir una cláusula en el proyecto de presupuesto para que en el último trimestre se revisen los números y que sea el propio Congreso el que decida las áreas a las cuales se asignarán el eventual excedente de fondos.
Sobre la inflación, Massa ratificó el número de 60% estimado en el proyecto para 2023, pero intentó dar una señal de optimismo al afirmar que consideraba esa meta como “un piso y un techo”. En otro momento, aseguró que incluso podía ser menor si se alcanzaban los consenso legislativos entre la oposición y el oficialismo.
“Al ritmo de cómo vamos hoy, más el aumento de tarifas el año que viene, más la falta de claridad en la baja del gasto público, me parece que eso hoy no guarda vinculo alguno”, aseguró el presidente del bloque UCR, Mario Negri (Córdoba).
Tal vez para eludir confrontaciones abiertas con Juntos por el Cambio, Massa evitó mencionar la herencia recibida del gobierno de Mauricio Macri, limitándose a mencionar el efecto sobre la economía nacional que tuvieron la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania.
Sobre el conflicto bélico, estimó que le costó al país la pérdida de unos US$20.000 millones como consecuencia del incremento en el costo de las importaciones de energía y la suspensión o mengua en la ayuda financiera de las que disponía la Argentina, como una línea acordada con Rusia y el swap de monedas con China.
Inversión en obra pública y recorte de subsidios
En un claro gesto hacia el interior de la coalición de Gobierno, el ministro de Economía se preocupó por remarcar en su exposición inicial que “se sostiene el nivel de inversión en obra pública”, que calculó en 1,98 billones de pesos que, destacó, serán “clave para sostener los 450.000 empleos de la construcción”.
También anunció aumentos presupuestarios de fondos destinados a “garantizar el ingreso de miles de Pymes al crédito”. Al respecto, dijo que se destinarán “medio billón de pesos en subsidios del 25% de la tasa de interés” en las líneas de financiamiento para pequeñas y medianas empresas.
Massa ratificó la senda de quita de subsidios a los hogares en materia de servicios públicos, pero negó que se trate de un ajuste. “No queremos que la gente pague más, queremos que la gente ahorre esa energía”, aseguró. Estimó la reducción en esta área en un 0.7% del PBI.
Incentivos fiscales
Por último, Massa insistió en su idea de que el Congreso abra la discusión de beneficios fiscales y tributarios que reciben diferentes sectores económicos, a los que invitó a hacer su aporte a la necesidad de ajustar las cuentas públicas tal, dijo, como lo hace el Estado al achicar sus gastos.
Se trata de una “separata” que Economía envió junto al proyecto de presupuesto en el que figuran todos los regímenes nacionales y regionales que benefician a diferentes sectores productivos.
“Uno de los sectores que más traccionó en los últimos 8 meses la inflación en la Argentina tiene sus sedes en provincias que paga menos por aporte de trabajadores, tienen créditos a tasa fija subsidiada y un régimen cambiario que lo favorece; sin embargo, ni siquiera se sientan a la mesa a acompañar un acuerdo de precios”, se quejó Massa en una alusión que pareció señalar al sector de la alimentación, aunque se negó a dar más precisiones para evitar polémicas.
Según Massa, esos beneficios ascienden a 5 puntos del PBI, tras lo cual consideró que “sería bueno que la Comisión de Presupuesto invite” a los representantes de los sectores beneficiados para discutir el futuro de esos regímenes de excepción.
Por Gustavo Ybarra
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