Preservar la relación con Biden y reclamar el fin de las sanciones para Cuba y Venezuela, el difícil equilibrio que buscará el Presidente
Fernández trabajó en los detalles de su presentación con el Canciller; “Alberto va a plantear una voz de racionalidad”, resumió Cafiero
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LOS ANGELES.- El centro de la ciudad es una prueba a la paciencia de los automovilistas y peatones. Decenas de calles y avenidas están cerradas por la Cumbre de las Américas. Todo se hace más lento y las distancias más largas en una ciudad ya de por sí poco amistosa con aquellos que la transitan. En este escenario, el presidente Alberto Fernández se presentará hoy ante sus pares del continente con un llamado a terminar con los bloqueos, las sanciones económicas y las exclusiones.
Como un equilibrista, el mensaje será firme, según anticiparon cerca del jefe del Estado, pero sin buscar tensar el vínculo con los Estados Unidos.
El Presidente, que también hablará en nombre de la Celac, abogará por la implementación de nuevos mecanismos de integración más eficientes que tengan en cuenta el desarrollo económico y las capacidades de cada país. Pese al pedido que le hizo el dictador Nicolás Maduro, no oficiará como vocero de los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“El Presidente se va a plantar como la voz de la sensatez. En este momento de tanta incertidumbre global, producto de la guerra, llevar adelante una cumbre con exclusiones nos parece el camino equivocado. Alberto va a plantear una voz de racionalidad”, resumió a LA NACION el canciller Santiago Cafiero.
El jefe del Estado hizo los últimos ajustes del discurso que pronunciará esta noche ayer por la tarde. Antes, durante el vuelo que lo trajo hasta esta ciudad, intercambió ideas y puntos de vista con Cafiero, Gustavo Beliz y Juan Manuel Olmos.
El Presidente mantendrá la línea que ayer inauguró su ministro de Relaciones Exteriores quien, con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, sentado en primera fila, exigió el fin del bloqueo y las sanciones económicos contra Cuba y Venezuela. Además, cargó con dureza contra la Organización de los Estados Americanos (OEA) y su titular, Luis Almagro.
“Estoy hablando de las medidas unilaterales que se hacen en el continente, especialmente en Cuba y Venezuela. Todos habla de la lucha contra la desigualdad, pero no se promueven practicas concretas para atacar este flagelo regional”, dijo tras su presentación.
Cafiero reafirmó que las acciones punitivas con algunos de los países de la región han demostrado a lo largo de los años que solo sirvieron para profundizar crisis internas y acentuar las desigualdades. Esto también será parte de la presentación que el mandatario leerá. A diferencia del resto de sus pares, el Presidente no utilizará el teleprompter, sino que prefiere leer directamente del papel.
“Nosotros tenemos diálogo con todos. Es importante que sostengamos el vínculo con todos los países, sino no podríamos ejercer eficientemente la presidencia de la Celac”, argumentó Cafiero para justificar el respaldo para los regímenes que lideran Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega.
Más allá de la presentación, la presencia de Fernández en esta ciudad es considerada como un paso clave. Según la mirada de los que acompañan al Presidente, se abre una oportunidad para erigirse como un líder en la región.
Más tarde, el jefe del Estado mantendrá reuniones bilaterales con su par de Canadá, Justin Trudeau, y con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. También se verá con Pedro Castillo (Perú) y Gabriel Boric (Chile). Fernández concluirá su segundo día en los Estados Unidos con una cena de honor ofrecida por el presidente anfitrión en Getty Villa, Malibú.