Cuarentena. Ciudad y Provincia advierten sobre el riesgo de flexibilizarla
A uno y otro lado de la avenida General Paz y el Riachuelo aparece una preocupación común: que las protestas contra la cuarentena, por ahora aisladas y minoritarias, no atenten seriamente contra su cumplimiento, en coincidencia con las llegadas del invierno y del pico de contagios de cononavirus.
El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, algunos de sus ministros, y el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, advirtieron, cada cual con su estilo, sobre las consecuencias negativas y directas sobre la cantidad de infectados y fallecidos de un relajamiento en el cumplimiento del aislamiento social, que comenzó el 20 de marzo y cuya prórroga se extiende hasta el próximo domingo 7. Ambos actuaron en sintonía con el gobierno de Alberto Fernández, desde donde reafirmaron que la cuarentena es la "única forma" de limitar la expansión de la pandemia en nuestro país.
La sucesión de protestas callejeras, las quejas de la oposición y la carta de 300 intelectuales, artistas y periodistas contra la "infectadura" coinciden, al menos en la percepción del búnker porteño, con "señales en general y algunos indicios en los sondeos" de ese cansancio, porque "la misma cantidad de gente que apoya la cuarentena respalda también la apertura de comercios y las salidas saludables", según afirmaron a LA NACION cerca del jefe de gobierno porteño. Desde el gobierno de Axel Kicillof sostienen que tres de cada cuatro encuestados en estudios recientes hablan de una "cuarentena eficaz", aunque el porcentaje de personas que creen que serán infectados de manera directa no llega a la mitad.
En relación a las protestas de ayer, en el Obelisco y distintos sitios del país, Gollán las calificó de "manipuladas". Y fue directo en relación a un eventual levantamiento del aislamiento en la zona metropolitana. "Si se levanta la cuarentena, en quince o veinte días empezaremos a ver las imágenes de Nueva York, Manaos o Italia y España, con cadáveres apilándose en cámaras frigoríficas o en los geriátricos", dijo Gollán, en diálogo con Radio 10.
El viernes, en una videoconferencia partidaria, Rodríguez Larreta se expresó en términos similares, aunque sin dejar de tender puentes con los manifestantes. "Todos tienen razón de necesitar volver a la actividad, pero ésta es una enfermedad muy contagiosa y si no nos cuidamos la cantidad de casos explota, como pasó en Nueva York y en Brasil. Apenas podamos desde lo sanitario, vamos a poder abrir actividades", estimó el alcalde porteño, quien no se expidió sobre las protestas, en las que se escucharon también críticas hacia su política de "trabajo mancomunado" con el Gobierno.
"Entendemos que la gente está angustiada y tiene derecho a protestar. Lo más importante es que se cuiden, preservar la vida. Veremos como sumamos actividades", le dijo a LA NACION el vicejefe Diego Santilli.
La relativa baja letalidad en relación a la cantidad de infectados no tranquiliza al gobierno porteño. "La curva viene evolucionando como esperábamos. La mortalidad llega tres o cuatro semanas después de la curva, porque hay que contabilizar los períodos del diagnóstico, la internación y el empeoramiento del paciente que finalmente fallece", afirmó a LA NACION Fernán Quirós, el ministro de Salud porteño.
Desde la Casa Rosada se expresaron en términos similares, aunque adjuntaron críticas adicionales a quienes protestaron. "Estamos dispuestos a escuchar y a revisar si hubo alguna arbitrariedad en el marco de la pandemia. Entendemos el reclamo, pero queremos que se sepa que el coronavirus es democrático para expandirse pero profundamente clasista cuando hay que contar las muertes", dijo el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, en diálogo con radio Mitre. Este domingo, por caso, se registraron 637 nuevos casos positivos, de los cuales solo 25 no corresponden a la ciudad y la provincia de Buenos Aires.
Prórroga en la mira
Más allá de que aún no hay confirmación oficial, desde las tres administraciones dan por seguro que el domingo el Presidente anunciará otra prórroga de la cuarentena, en las mismas condiciones, para la zona metropolitana. "Es lo más probable", afirmaron desde la gobernación bonaerense. "Hay que ver la evolución de esta semana que comienza", sostuvieron cerca de Rodríguez Larreta.
Unos y otros siguen con atención los números del transporte público, que según datos del ministerio que encabeza Mario Meoni hablan de un "estancamiento" en la cantidad de pasajeros diarios -alrededor de un millón-, una cuarta parte de la cifra de viajes en un día de la semana anterior a la pandemia. "Hay más gente en auto, eso está claro, pero nos parece el mejor método para evitar aglomeración en el sistema público", afirmaron desde ese ministerio, que hoy pondrá en marcha el sistema de venta anticipada de pasajes en tren.
El Gobierno apuesta a mostrar una realidad "distinta" en el resto del país. Fernández estará este lunes en Pilar, junto a Kicillof, inaugurando un centro de diagnóstico, mientras Meoni y el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, visitarán obras ferroviarias en esa provincia.
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