Posse y Francos recibieron al bloque de Pichetto para limar asperezas, pero siguen las diferencias por Ganancias y jubilaciones
La Casa Rosada busca acercar posiciones con los dialoguistas tras una serie de traspiés legislativos; el pedido de desglosar en leyes el DNU 70/2023 y las sugerencias sobre el paquete fiscal
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Tras una hora de conversación, cuatro diputados del bloque que preside Miguel Ángel Pichetto salieron de la Casa Rosada con un buen diagnóstico. “Fue una buena reunión”, destacaron al finalizar la cumbre con el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Si bien los legisladores celebraron la apertura al diálogo por parte del Gobierno, precisaron que “faltan consensos” sobre dos puntos espinosos: la reimposición de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias y la actualización de la fórmula de movilidad jubilatoria.
Respecto del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/2023, que la semana pasada sufrió un primer revés en el Senado, sugirieron que la reforma laboral y los puntos que hacen al paquete fiscal los manden por ley. Si bien en general están de acuerdo con el contenido del DNU, lo consideran inconstitucional. No obstante, no piensan sumarse por ahora a un rechazo de plano para evitar sentarse junto al kirchnerismo y oponerse a un Gobierno que todavía cuenta con altos índices de aprobación. Harán un delicado equilibrio con el pedido de leyes “espejo” mientras ignoran los llamados de la oposición intransigente para voltear definitivamente la norma.
Participaron de la reunión Pichetto, Emilio Monzó, Oscar Agost Carreño y Margarita Stolbizer. Los recibieron Francos y Posse junto a sus vices, Lisandro Catalán y José Rolandi; y el asesor presidencial y guardián del relato libertario, Santiago Caputo.
“Fue un reunión positiva. Que estuviera el Jefe de Gabinete es muy importante. Hablamos sobre la nueva versión de la Ley Ómnibus y la posibilidad de lograr acuerdos. Aún estamos muy lejos en el tema jubilaciones, en el que les insistimos en un aumento real y urgente”, indicó el cordobés Agost Carreño a LA NACION.
La cumbre entre los legisladores de Hacemos y los emisarios del Javier Milei se enmarca en una nueva actitud del Gobierno para evitar un nuevo escenario adverso en el Congreso y alejar la posibilidad de un rechazo definitivo del DNU 70/2023. Con el objetivo de ganar tiempo y controlar la agenda legislativa, el Gobierno busca tender estos puentes y volver a seducir a quienes el fracaso de la iniciativa ómnibus alejó.
La necesidad de aprobar una nueva ley –o leyes– de bases “bis” así como un paquete fiscal motorizó el acercamiento del gabinete libertario, que la semana pasada celebró encuentros con referentes de Pro y el radicalismo. Sostiene el “Pacto de Mayo” como prenda de negociación para sostener una lábil armonía con los gobernadores, que presionan por un alivio para sus cajas provinciales. En Hacemos gravitan los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos).
El espacio que conduce Pichetto pide discutir de manera “urgente” una nueva fórmula de movilidad previsional para recomponer los haberes de los jubilados con la inflación de enero. De hecho, fue por medio de un pedido de sus diputados que la semana pasada un sector de la oposición estuvo a un puñado de votos de conseguir el quorum para forzar este debate. Fue una demostración de poder, así como un aviso de las voluntades que pueden sumar.
La propuesta de Hacemos es compensar los haberes de los jubilados con la inflación desde enero. Pero la administración libertaria, con el ministro Luis Caputo a la cabeza, se resiste a ceder en su objetivo de lograr el déficit cero y solo ofrece compensar la mitad del índice de incremento de precios registrado por el Indec en el primer mes del año.
La insistencia del Gobierno con reinstaurar la cuarta categoría del impuesto a las ganancias es otro de los temas que pone en jaque la armonía. Si bien los referentes de Hacemos se mostraron abiertos a ponerlo sobre la mesa de discusión, solicitaron que se revea una suba del piso desde el que se comienza a gravar el tributo.
Según la iniciativa que trascendió de Economía, el tributo se aplicaría a partir de un piso mínimo no imponible de $1,1 millón de sueldo neto para solteros y de $1,5 millón neto para contribuyentes casados con dos hijos. En el caso de los trabajadores autónomos, el mínimo no imponible es más bajo y equivale a $885.310, para un soltero sin hijos, mientras que es de $1.253.700 para un casado con dos hijos.
Los gobernadores patagónicos, entre los que está Torres, se resisten a esta medida porque afectará a casi toda su población activa. Proponen, en cambio, coparticipar el impuesto al cheque o una porción del impuesto PAIS. Con las negociaciones estancadas con la Casa Rosada, estos mandatarios provinciales ya dieron un primer aviso en la Cámara alta, y contribuyeron al rechazo del DNU.
Según pudo saber LA NACION, el Gobierno evalúa mandar el paquete fiscal que habían retirado de la ley ómnibus en un nuevo proyecto “bis” o por separado. Sobre este punto, los emisarios de Hacemos sugirieron a los funcionarios durante la reunión en la Casa Rosada que lo manden en un texto diferente, “para simplificar el trámite parlamentario en un tema en el que hay consenso”.
Stolbizer, en tanto, solicitó a los interlocutores del gabinete libertario la posibilidad reconsiderar la baja de impuesto al tabaco, a las bebidas alcohólicas y al juego. Además, volvió a pedir la quita de exenciones impositivas a la provincia de Tierra del Fuego.
“Es bastante razonable lo que están planteando y fueron receptivos sobre algunas observaciones que incorporamos en el articulado. Por ejemplo, quitar los beneficios a testaferros; autorización para bajar impuestos internos (como el caso del alcohol y tabaco, ya que no nos parece razonable estimular esos consumos) y el caso del impuesto al juego, que tributa menos (31%) que el trabajo asalariado que tributa el 40%”, concluyó tras la cumbre la diputada del GEN.
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