Por un fallo, los metrodelegados pierden poder y señalan al Gobierno
La Justicia laboral revocó la personería del gremio por irregularidades en la compulsa con la UTA; ahora no podrá negociar paritarias; Segovia, el líder del sector, responsabilizó a Macri
Los metrodelegados del subte recibieron ayer un sorpresivo cimbronazo: la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo revocó una resolución firmada sobre el final de la gestión kirchnerista, que le otorgaba la personería gremial a la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (Agtsyp), y ordenó al ministerio de Trabajo volver a evaluar su solicitud.
Esta situación se da en un contexto donde la izquierda sindical se enfrentó recientemente a la CGT ante la indefinición de un paro general.
Diez días antes de dejar el poder, el entonces ministro de Trabajo Carlos Tomada (hoy legislador porteño por el FPV), le otorgó la personería gremial a los metrodelegados, que desde 2012 pugnaban por esta bendición frente a sus poderosos competidores gremiales, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el único gremio que hoy puede sentarse a la mesa de negociaciones paritarias del subte. Pero esa personería gremial quedó ahora en suspenso y ayer fue revocada.
El fallo especifica "irregularidades formales" detectadas en la gestión de la personería y señala que, una vez sean "subsanadas" esas falencias, el Ministerio de Trabajo podrá expedirse "nuevamente en relación a la cuestión sustancial de la contienda", es decir si corresponde o no confirmar la personería gremial de los metrodelegados.
Los sindicalistas de la Agtsyp, encabezados por Roberto Pianelli y Néstor Segovia, que ayer argumentaron que esta decisión se debió a "cuestiones políticas", son aliados al kirchnerismo. Entre el 3 y el 14 de agosto de 2012 llevaron adelante el paro de subtes más extenso de la historia: 10 días ininterrumpidos de corte total por reclamos salariales y para obtener la representación legal del subte. Querían quitarle el poder a la UTA.
Hoy será el ministerio a cargo de Jorge Triaca el que deberá analizar si le otorga o no la personería gremial a la Agtsyp, que había sido objetada por la UTA, liderada por Roberto Fernández, cuando éstos faltaron a la compulsa que se realizó en noviembre de 2015. En la Ciudad, los metrodelegados nunca se llevaron bien con el macrismo, que ahora será el que deba juzgarlos.
Néstor Segovia, secretario general adjunto de la Agtsyp, acusó al Gobierno: "No fue la Justicia, fue Macri y Triaca los que hicieron esta maniobra dolosa con los que venimos luchando desde hace años. Los papeles de la personería gremial están en regla. Que hoy la Justicia tome determinaciones arbitrarias contra los trabajadores es un papelón", dijo el delegado de la línea C, mientras bajo tierra los dos gremios (sólo uno con personería gremial) comenzaron las discusiones preliminares de paritarias por un aumento de 35%.
Según lo resuelto por unanimidad por los integrantes de la Sala II, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo avaló el planteo de nulidad de la resolución que otorgó la personería gremial a la Agtsyp que había sido formulado por la UTA, que hasta el surgimiento de los denominados metrodelegados concentraba la representación de los trabajadores del subte.
A fines de 2015, la UTA impugnó la compulsa hecha en noviembre de ese año cuestionando el modo en que se contabilizó la cantidad de trabajadores. "El Ministerio de Trabajo no articuló ningún mecanismo procedimental a fin de otorgar a la recurrente (la UTA) la posibilidad de participar en la producción de tales pruebas, afectando insalvablemente la bilateralidad del proceso", dice el fallo, y agrega que "corresponde revocar la resolución y devolver las actuaciones a la sede de origen".
Fernández, titular de la UTA, celebró la decisión. "El fallo pone en claro la representatividad de los trabajadores del subte; siempre la tuvo esta organización sindical", dijo el hombre con credenciales más dialoguistas con el Gobierno, a diferencia de los metrodelegados.
Los macristas festejaron la decisión judicial; leyeron el fallo como un recorte de poder para Pianelli, Segovia y compañía. Sin embargo, a la gestión porteña de Horacio Rodríguez Larreta se le avecinaría un conflicto: los metrodelegados tomaron el fallo como una declaración de guerra y la amenaza de un paro está latente.
Un poder que queda limitado
Paritarias y caja sindical
Al no tener más la representación colectiva, los metrodelegados no estarán habilitados a negociar la paritaria ni a retener automáticamente de los salarios el dinero de la cuota sindical ni aportes sociales
Derecho a huelga
El fallo de la Corte Suprema de junio pasado habilita a los gremios con simple inscripción a convocar a una huelga, por lo que el poder de fuego de los metrodelegados seguirá intacto
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