Las elecciones argentinas representan un mojón en la dinámica de la situación venezolana, como ninguna otra de las elecciones que restan en el subcontinente. Las otras dos que faltan son las de Uruguay y las de Bolivia , que no tienen el peso regional de nuestro país. Aunque una derrota del Frente Amplio en Uruguay implicaría restar otro socio a Maduro , mientras que en Bolivia no se esperan cambios.
Si para entonces no hubiera cambios en Venezuela , lo cual es difícil de pronosticar, lo que pase en la Argentina tendrá fuerte impacto en la región y más allá. Un eventual cambio de gobierno en la Argentina, con un triunfo de Cristina, permitiría que el eje Caracas-La Habana-Moscú encuentre un punto de apoyo y rompa la presión mayoritaria contraria al régimen de Maduro, aunque hoy sea escasamente efectiva. Además, desestabilizaría la limitada y mediocre estrategia en política exterior de Donald Trump .
Por eso, a nadie se le ocurre imaginar que las reuniones que ha mantenido Cristina con los jerarcas cubanos, incluido el presidente Miguel Díaz Canel y el líder del Partido Comunista cubano Raúl Castro , los temas hayan transitado por el sistema de salud de la isla, en el que ha decidido hacer atender a su hija Florencia . Mucho menos dada la vieja y estrecha relación que tiene Cristina con Putin , Maduro y los Castro
Por la misma razón, para Trump resulta relevante que Macri o el candidato de Cambiemos se mantenga el poder. Eso explica, entre otras razones, varios de los apoyos extraordinarios e insólitos que ha dado en el FMI . Y los mensajes que habría recibido el Gobierno sobre posibles nuevos aportes. El patio trasero vuelve a cobrar relevancia, en un mundo donde la hegemonía norteamericana se ha resquebrajado, pero en el que EE.UU. no ha perdido centralidad.
Tanto para Rusia como para China, aunque por distintas razones alterar ese patio trasero reviste importancia: para China, por obvias razones económicas; para Rusia, por su inacabado sueño imperial limitado al plano político-militar, porque como bien definió Federico Merke: "La historia rusa es la historia de un gigante geopolítico y de un enano económico".
No es un dato menor que el tamaño y los recursos de Venezuela sean incomparables respecto de los de Cuba y que son esenciales para la subsistencia del régimen cubano. Ahora, ante la pregunta clave de si la situación de Venezuela y la posición de los candidatos o sus dirigentes puede influir en la decisión de los votantes, todo parece indicar que no, al menos de manera directa.
La injerencia de EE.UU. en el problema complica las cosas para el electorado. Todas las encuestas siempre han mostrado que uno de los países de la región con más sentimiento antinorteamericano es la Argentina, aunque los argentinos nos encontremos entre los que más visas solicitamos para ingresar en EE.UU.
En cambio, sí podría tener influencia desde la perspectiva anterior. Es decir, por la acción particularmente de norteamericanos y rusos en el plano económico y de la propaganda. Los primeros por la acción de Trump y el FMI sobre la economía y la finanzas.
Los demás estimulando a Cristina Kirchner a presentarse con el anzuelo de que puede convertirse en la dirigente capaz de empezar a revertir el giro a la derecha de Sudamérica. Música para los oídos y el ego de Cristina, y prometiéndole apoyo durante su gestión
Las dos cosas tendrían particular efecto ante quienes levantan como barreras para la gestión las dificultades que significará gobernar el país. Por un lado, por los problemas económicos que deberá afrontar el próximo gobierno, en particular el de la deuda y la dependencia en ese sentido del FMI y de EEUU, a los que Cristina ha destratado con esmero. Por otro, por el vecindario hostil, en el plano político-ideológico, que encontraría Cristina. Rusia podría subsanar, además, un déficit que tiene el kirchnerismo y es la indigencia digital.