Por la investigación, podrían revisarse obras de energía por US$12.000 millones
Desatado el escándalo de los cuadernos de las coimas del kirchnerismo, el gobierno de Mauricio Macri podría revisar las obras de energía adjudicadas y en ejecución, que totalizarían US$11.968 millones, correspondientes a las siete empresas cuyos dueños o ejecutivos fueron detenidos en la causa que instruye el juez federal Claudio Bonadio . Según confiaron a LA NACION fuentes de la Casa Rosada, ello no implica que el ministro de Energía, Javier Iguacel , vaya a rescindir o cancelar todas las adjudicaciones. Pero según el avance de la causa podrían quedar en la mira.
Tras las revelaciones de LA NACION sobre los cuadernos manuscritos del exmilitar Oscar Centeno, quedaron detenidos ocho empresarios de siete grandes firmas. Ellos son Carlos Wagner, de Esuco, expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción; Gerardo Ferreyra y Jorge Neyra, de Electroingeniería; Francisco Valenti, de Impsa; Juan Carlos de Goycoechea, de Isolux; Armando Loson, de Albanesi; Carlos Mundin, de BTU, y Javier Sánchez Caballero, de Iecsa.
Según la información pública, el más beneficiado y que podría resultar más perjudicado es Gerardo Ferreyra (Electroingeniería). Tiene proyectos en marcha por algo más de US$6100 millones. Los más importantes son las represas Cóndor Cliff y Barrancosa, sobre el río Santa Cruz, por US$4714 millones, con un 20% de ejecución. También la central de ciclo combinado Belgrano II, por 1320 millones, no ejecutada; la extensión de vida de la central nuclear Embalse, por 80 millones, ejecutada en un 85%, y las líneas de alta tensión de 500 kW Rincón Santa María, en un 90%.
En total, el exministro de Planificación Julio De Vido licitó en sus doce años de gestión obras por US$200.000 millones. "Si hubo 10% de coimas, podría alcanzar los 20.000 millones", dijo un funcionario.
El monto de contratos vinculados a la energía con las siete empresas investigadas fue de al menos US$21.992 millones. En el Gobierno señalaron que las denuncias penales por sobreprecios, las rescisiones de contratos y las cancelaciones de obra ante posibles hechos delictivos son anteriores a los cuadernos y surgieron con Aranguren como ministro.
El listado de obras no implica que se haya pagado coima en todas. El Gobierno asegura que no tuvo impugnaciones hasta ahora. Sin embargo, varias obras fueron canceladas, rescindidas y denunciadas en la Justicia, como los fondos desviados en Yacimientos Carboníferos Río Turbio y la expansión de gasoductos de 2006-2007, entre otras.
La obra más conflictiva para rescindir es la de las represas de Santa Cruz , porque participan empresas de China, que podría demandar a la Argentina y desatar un conflicto diplomático.
Los proyectos con contratistas locales no generarían problemas para Iguacel. Si se verifican ampliaciones presupuestarias, sobreprecios u otras irregularidades, a la luz de los cuadernos, las denunciará ante la Justicia y las rescindiría, según confirmaron fuentes oficiales a LA NACION.
En el caso de Wagner (Esuco), en la mira está GNEA Ramales en Chaco por US$286 millones y un 98% de ejecución. Por eso no se rescindiría. Pero Wagner tiene obras pendientes de otros rubros.
En cuanto a Valenti, de Impsa, se podría revisar eventualmente la obra en la central de Embalse, por US$159 millones, que no se ejecutó aún. También está el reactor Carem para la CNEA, por 78 millones, tampoco ejecutada. En total son 237 millones.
Si se investiga a Isolux, aparecería en el radar el cierre de ciclos de las centrales Ensenada y Brigadier López, por US$1000 millones, y la central térmica de Río Turbio, por 1800 millones, pero ambas fueron rescindidas.
En el caso de Loson, de Albanesi, se podría revisar la central térmica Arroyo Seco por US$395 millones; la central Ezeiza; el cierre de ciclo Maranzana, por 95 millones, y el cierre de ciclo Roca, por 80 millones.
Sobre la detención de Mundin, de BTU, podrían plantearse dudas sobre la obra de GNEA Ramales en Chaco y sobre la Expansión Santa Cruz, Etapas I-II y III, por 615 millones. En esta última fue cancelada la etapa III por posibles irregularidades.
En el caso de Iecsa se rescindió la obra del cierre de ciclos Ensenada y Brigadier López por US$1000 millones, por posibles irregularidades. Y se podría revisar su participación en el Gasoducto Regional Centro II, por 60 millones.