La reunión de Alberto Fernández con el papa Francisco: por qué no usaron barbijo
El Presidente se reunió con el líder de la Iglesia Católica en medio de su gira europea y en busca de apoyo para renegociar las deudas del país
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LA NACION
Una oficina pequeña con una orquídea blanca en una de las esquinas, una mesa de madera angosta entre los dos, en la que se destacan una cruz y un reloj dorados, dos sillas rosadas de cada lado y sobre ellas, ellos, escudados por dos lienzos de imágenes religiosas. El papa Francisco y el presidente Alberto Fernández se reunieron hoy a solas por 25 minutos en el estudio del Aula Pablo VI del Vaticano y tras ello fueron fotografiados junto a toda la comitiva oficial.
Un detalle llamó la atención de la imagen: parecía una foto pre-pandemia, sin barbijo ni distancia de dos metros, pese a los protocolos globales ante la pandemia de coronavirus. Lo mismo se ve en las reuniones cara a cara y con otros funcionarios que mantuvieron en la Santa Sede.
Desde la comitiva argentina señalaron que no se usó barbijo en el estudio adyacente al aula Pablo VI denominado “Il Fungo” (el hongo) por requerimiento del Vaticano, que solicitó un hisopado negativo de Fernández y sus acompañantes. Todos se testearon esta mañana en el hotel donde se hospedan. En la Santa Sede, por su parte, ya vacunaron con dos dosis de Pfizer a todos los diplomáticos que tratan habitualmente con el pontífice.
En un clima que desde el gobierno nacional definieron como “muy bueno”, el Sumo Pontífice y el mandatario argentino hablaron sobre el brote y los problemas económicos de la Argentina, durante la última parada de Fernández en su gira europea, en la que buscó sumar apoyos para la renegociación de la deuda que debe encarar tanto con el Fondo Monetario Internacional como con el Club de París.
Estuvieron junto al Presidente su pareja, Fabiola Yañez; el canciller, Felipe Solá; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.
Los gestos en las fotos y en los videos que se hicieron públicos después del mano a mano fueron analizados en detalle por la importancia del encuentro, el segundo entre Fernández y Francisco y el primero luego de la aprobación del aborto legal en el país, una decisión gubernamental que molestó a la Iglesia y por la que, según confirmaron a LA NACION, el Sumo Pontífice quería evitar el cara a cara.
Sin embargo, como por las restricciones por el Covid-19 no hubo acceso de periodistas al lugar, las versiones oficiales son las únicas que circulan y no brindan mucha información al respecto. Fue una reunión de 25 minutos, corta en relación con la anterior, que fue en enero del año pasado, se extendió por 44 minutos y que contó incluso con chistes en un ambiente distendido.
“Hablamos de todos los problemas que aquejan al mundo y la Argentina. Como siempre él con su gran predisposición para ayudarnos. Le comenté lo que estábamos haciendo, cómo avanzamos en las negociaciones y él, como siempre hace, me expresó su idea de apoyarnos en todo lo que pueda”, dijo Fernández a la salida del Vaticano.
Por su parte el Vaticano destacó las “buenas relaciones bilaterales” con la Argentina. “Esta mañana, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia, en el Estudio de la Sala Pablo VI, al presidente de la República Argentina”, Alberto Fernández “quien, posteriormente, se reunió con Su Eminencia el Reverendísimo Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, acompañado por Mons. Paul Richard Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados”, indicó el comunicado divulgado pasadas las 12 de Roma.
“Durante las cordiales discusiones con los Superiores de la Secretaría de Estado, se expresó reconocimiento por las buenas relaciones bilaterales existentes y la intención de seguir desarrollando la colaboración en áreas de interés mutuo”, afirmó la nota oficial de la Santa Sede.
“También se enfocaron en la situación del país, con especial referencia a algunos temas como la gestión de la emergencia pandémica, la crisis económica y financiera, y la lucha contra la pobreza, destacando, en este contexto, la importante contribución que la Iglesia Católica ha ofrecido y sigue asegurando”, cerró el texto.
LA NACION
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