En medio de las tensiones por Vicentin, Alberto Fernández suspendió su visita a Rosario
En medio de las tensiones por la intervención de Vicentin, el presidente Alberto Fernández suspendió el viaje que tenía previsto el sábado próximo a Rosario, donde iba a participar del acto por el Día de la Bandera.
La Casa Rosada atribuyó el cambio de la agenda presidencial al aumento de casos de coronavirus en el área metropolitana, pero el viaje tradicional de los mandatarios argentinos a Rosario en esa fecha se canceló en medio de un malestar creciente por la decisión de expropiar la cerealera. Por un lado, la medida le abrió un frente de conflicto al gobernador Omar Perotti. Por el otro, un grupo de productores autoconvocados tienen previsto realizar un banderazo en las rutas de Santa Fe el mismo sábado.
En el Gobierno justificaron la suspensión al avance del virus y aseguraron que el Presidente participará del acto por videoconferencia. Una fuente oficial indicó a LA NACION que Fernández focalizará la gestión entre la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense por los próximos días. No se agendarán viajes al menos por una semana. "Esta va a ser una semana difícil para todos", dijo la fuente.
"El cambio de modalidad de la conmemoración del 200 aniversario del fallecimiento del creador de la bandera nacional, Manuel Belgrano, se debe a que el Jefe de Estado decidió no encabezar el acto en el Monumento a la Bandera para preservar la cuestión sanitaria y respetar el aislamiento en el marco de la pandemia por el Covid-19", explicó Casa Rosada en un comunicado.
La cancelación del viaje a Rosario fue llamativa debido a que el propio Presidente lo había ratificado días atrás en una entrevista que brindó a la radio LT3. "Voy a ir ¿Cómo no voy a estar?", había dicho. Este diario intentó contactarse con las autoridades santafesinas luego de que se cancelara la visita, pero el gobierno de Perotti se mantuvo en silencio.
En la intendencia de Rosario, sin embargo, confirmaron que el evento podrá realizarse aún sin la presencia física del Presidente, pues estaba previsto que el acto frente al Monumento a la Bandera fuera de no más de 14 personas y que tuviera protagonismo de la virtualidad. Fuentes de la municipalidad que conduce Pablo Javkin indicaron que Fernández podría tomar juramento a la bandera a estudiantes mediante videoconferencia.
Aunque la decisión fue sorpresiva, las autoridades de Rosario habían sido informadas acerca de la posibilidad de que hubiera cambios en la agenda. Fue luego de que Fernández, desde la Rioja, suspendiera el viaje a Catamarca la semana pasada, luego de que se confirmara que el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, tenía coronavirus. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, había participado de una actividad con él dos días antes por lo que el riesgo de contagio en el gabinete era real, aunque finalmente los análisis dieron negativo. "Le estaban pidiendo que se cuide más", dijeron en Santa Fe.
Los últimos viajes presidenciales, sin embargo, fueron eje de polémicas y en las últimas horas se habían difundido en las redes sociales pedidos para que el Presidente desistiera de viajar.
Los abrazos y selfies sin cuidar el distanciamiento social en Formosa y el viaje de una comitiva numerosa a Villa La Angostura habían provocado preocupación en el interior por el temor al posible impacto sanitario de la llegada de personas provenientes desde el AMBA, la zona con más contagios de coronavirus. Pese a que ya pasaron diez días del viaje a Neuquén, todavía se mantiene el revuelo en la legislatura provincial: la oposición y el oficialismo se enfrentaron por un pedido de informes.
El bloque de Juntos por el Cambio presentó la semana pasada un proyecto de resolución que tenía como objetivo obligar al gobierno de Omar Gutiérrez a brindar información detallada acerca de los protocolos que aplicaron durante el ingreso de los funcionarios a la provincia y a la ciudad, que solo tuvo cuatro contagios confirmados al principio de la pandemia.
El Movimiento Popular Neuquino (MPN) y el kirchnerismo bloquearon la votación del proyecto, que no prosperó. Esta semana, una diputada provincial Leticia Esteves, de Pro, le envió una nota personal al gobernador.
"La ciudad tuvo solamente cuatro casos de coronavirus al principio de la pandemia y fueron importados. Se cumplió a rajatabla el aislamiento porque se veía que si se cumplía, al no haber casos, se podía habilitar algo de la temporada invernal. El Presidente llegó con una comitiva que no era grande, pero en los días previos hubo un gran despliegue. Los lugareños calculan que hubo 200 personas en la localidad", dijo Esteves a LA NACION.
En ese sentido, el bloque macrista había solicitado información sobre los operativos de desinfección de los lugares utilizados tras la visita y sobre qué tipo de trazabilidad se aplicó a "personas particulares, personal contratado, personal de la municipalidad y de otras instituciones y funcionarios que han participado o estado en contacto con las respectivas comitivas".
Si bien en Villa la Angostura no se registraron nuevos casos de coronavirus tras la visita presidencial, todavía no transcurrió la cantidad de días que puede tomarse el virus para desarrollar la enfermedad.
La preocupación por posibles contagios también llegó a Córdoba, donde el gobernador, Juan Schiaretti, suspendió hoy una visita a una planta de Volkswagen por sugerencia de sus asesores. El equipo mandatario provincial, que integra el grupo de riesgo por haber atravesado situaciones delicadas con su salud, le recomendó no asistir al acto para no cruzarse con la comitiva proveniente del AMBA.
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