Polémica por la fabricación de un avión militar con un fondo creado para el personal retirado
El organismo que contribuye al pago de haberes del personal militar retirado financiará, con US$2,5 millones, la construcción de un avión de entrenamiento militar. El anuncio, formulado por el ministro de Defensa , Agustín Rossi, generó preocupación y cierta desconfianza en sectores del ámbito castrense, que temen que la inversión no sea rentable y termine desfinanciando la caja del Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF).
"Es una inversión segura porque está dentro del marco de la jurisdicción de Defensa", garantizó Rossi, al comunicar el desarrollo nacional del avión IA-100, que llevará el nombre de Malvina. El titular del IAF, Guillermo Carmona, sumó más argumentos y dijo que constituye "una inversión más rentable que depositar ese dinero en un plazo fijo en dólares". Además, se insistió en que el proyecto fortalecerá la industria de defensa nacional y hará crecer los puestos de trabajo.
"No es un proyecto sustentable, pues no hay compradores previstos, y es apenas un proyecto", replican en sectores militares, consultados por LA NACION. Aunque la desconfianza no es unánime. "La caja de retiros no se desfinancia, porque se obtiene una buena rentabilidad financiera, del 4% en dólares, una de las mejores tasas del mercado", razonan otras voces de las Fuerzas Armadas. En el Ministerio de Defensa señalan que las tasas de plazos fijos en dólares no superan al 2% anual.
El estado del equipamiento de las Fuerzas Armadas cobró actualidad a comienzos de este mes, luego de la muerte del joven pilotoGonzalo Britos Venturini, tras eyectarse del avión de combate McDonnell Douglas A4 AR de la Fuerza Aérea, perteneciente a la V Brigada Aérea de Villa Reynolds, que cayó en el sur de Córdoba.
El IAF es un organismo creado en 1947 para contribuir con el Estado a la financiación de los haberes de retiro, pensiones y pagos de indemnizaciones. Todo el personal militar, en actividad y retirados, aportan el 11% del sueldo para sostener esta caja complementaria, que en teoría reúne fondos para otorgar créditos de vivienda y personales a un interés más conveniente que el mercado, aunque esta regla no siempre se cumple, según fuentes castrenses. Los militares aportan desde que ingresan en la carrera y, aun después de fallecidos, siguen aportando sus viudas.
El año pasado el IAF tuvo un presupuesto de $47.600 millones. El gobierno sostiene que la línea de créditos personales representa el 30% de la cartera de inversiones y los préstamos hipotecarios el 15%, aún en tiempos de pandemia.
Cerca del ministro Rossi argumentan que el monto de US$2,5 millones representa el 5% de las inversiones del IAF previstas para este año y que "no afecta operaciones de créditos personales e hipotecarios, ni otras inversiones en títulos programadas".
Dirigido por un funcionario político –Carmona fue diputado nacional por el kirchnerismo-, el IAF tiene un directorio con representantes de las Fuerzas Armadas y de los ministerios de Economía y de Trabajo, que aprobó la operación. El propio jefe de la Fuerzas Aérea, brigadier Xavier Isaac, acompañó el anuncio de la construcción del avión IA-100 Malvina en la planta militar de Córdoba, junto a la presidenta de la Fábrica Argentina de Aviones, Mirta Iriondo. "Será el primer proyecto de producción en serie de un avión en Fadea, luego del IA-63 Pampa III, de entrenamiento avanzado", explicó Rossi.
"Es una iniciativa creativa e innovadora y un punto de inicio para que después se puedan financiar otras inversiones productivas, anticipó el ministro, acompañado por su gabinete y ante la presencia del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de brigada Juan Martín Paleo; el titular de la Armada, contraalmirante Julio Horacio Guardia, y el comandante operacional del Estado Mayor Conjunto, general de brigada Martín Deimundo Escobal.
Industria para la defensa
La iniciativa se lanzó en medio de una profunda crisis de la industria aeronáutica en todo el mundo. "Pero en la Argentina decidimos apostar fuerte por esta industria para la defensa", insistió el ministro.
El objetivo del ministerio es fortalecer los entrenamientos de pilotos de la Fuerza Aérea, para lo cual se retomó el programa IA-100, desarrollado en 2015 con un prototipo de avión, que permitió probar materiales y capacidades. "Ahora se retomará ese programa para desarrollar el nuevo prototipo incorporando los requerimientos solicitados por la Fuerza Aérea", se informó.
Las dudas en el ámbito militar se fundamentan en que no se conoce un análisis de mercado que avale el proyecto como negocio sustentable. "Incluso, durante el gobierno anterior hubo un prototipo que voló deficientemente. Esta inversión no va a dar ganancias, sino gastos", advirtieron a LA NACION. No obstante, las autoridades de Defensa afirman que el crédito cuenta con una evaluación económico-financiera de rentabilidad por parte de la gerencia de Recursos Financieros del IAF.
Sectores militares plantearon también que la inversión apunta a destinar recursos al sostenimiento de la planta de Fadea, que según esa crítica visión "mantiene una pesada estructura burocrática".
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