Polémica en La Plata: Alak auditó la planta de empleados que heredó de Garro y denunció que el 56% cobra sin ir a trabajar
La nueva gestión aseguró que más de la mitad de los 12.573 trabajadores registra ausentismo o tiene carpeta médica, y que se les paga el sueldo a condenados por delitos; el exintendente afirmó que su sucesor busca “una justificación” para despedir a 4000 municipales
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Julio Alak (Unión por la Patria) asumió la intendencia de La Plata luego de una áspera disputa voto a voto con su antecesor, Julio Garro (Juntos por el Cambio), y el inicio de su gestión continuó marcado por la tensión con el jefe comunal saliente. El nuevo intendente puso en marcha una auditoría al hacerse cargo de la municipalidad y denunció que los primeros resultados arrojaron que un 56% de los empleados municipales cobran sin ir a trabajar, ya sea porque se ausentan o presentan carpetas médicas. Entre otras irregularidades que presentó en el informe, la nueva gestión local aseguró también que el municipio les paga sueldos a personas condenadas por delitos graves y a otras que viven en ciudades distantes como San Carlos de Bariloche. Garro rechazó las acusaciones y afirmó que su sucesor busca “una justificación” para “echar a 4000 personas y poner gente de él”.
“De acuerdo a la auditoría interna impulsada por el intendente Julio Alak, la actual gestión constató que el 36% del total de los agentes no registra actividad. En este proceso, notaron además que hay un 20% de la planta con carpeta médica, por lo que determinaron que se va a realizar una nueva auditoría en profundidad con la intervención de una empresa tercerizada. Sumadas estas dos categorías, la cifra abarca un 56% del total de la planta de agentes. Es decir que una de cada dos personas que cobran de la municipalidad no asiste a trabajar”, informó en un comunicado la Municipalidad de La Plata, al resumir los resultados de la auditoría.
El relevamiento ordenado por Alak determinó en 12.573 agentes el total de la planta municipal, lo que fue considerado un “crecimiento desmedido” con respecto al cierre de las cuatro gestiones previas que tuvo el actual intendente (gobernó entre 1991 y 2007), con “3800 empleados”. La municipalidad puntualizó que hubo un crecimiento de la planta de “un 300% en los últimos años, cuando la población de la ciudad creció solo un 20%”.
Con el ausentismo denunciado, el nuevo gobierno peronista implementó desde el jueves de la semana pasada un “sistema biométrico que permite fiscalizar el ingreso de los trabajadores a través del escaneo de la huella digital”, que relevó que “durante la primera jornada hubo un ausentismo superior al 60%” en las delegaciones municipales de Los Hornos, Altos de San Lorenzo, Villa Elvira y San Carlos. El viernes, en las delegaciones de Ringuelet, Tolosa, Gorina y Hernández, el sistema biométrico detectó un 50% de ausentismo, según se añadió desde el municipio.
El informe que presentó el gobierno de Alak (que fue ministro de Justicia bonaerense en el primer mandato de Axel Kicillof) incluyó, además, otras denuncias en el manejo de la planta municipal. “Entre las anomalías, se pudo constatar la liquidación de sueldos sin el legajo correspondiente, una persona fallecida a la que se le pagaba sueldo y un total de trece personas detenidas por delitos graves [robo, abuso, homicidio y uso de arma de guerra] en cárceles y alcaidías a las que se les seguía pagando la remuneración como si cumplieran servicios”, informó la intendencia.
Según pudo saber LA NACION, al menos el caso del empleado fallecido mencionado en la auditoría derivaría en una denuncia judicial de la nueva administración contra la gestión anterior. En sus detalles, el informe reveló que se trataba de un empleado temporario de la delegación Altos de San Lorenzo que “falleció en 2021 y cobró hasta diciembre de 2023″.
Además, la comuna informó que la auditoría encontró “un centenar de agentes municipales con condenas penales como homicidios dolosos, portación de armas de guerra o abuso sexual con acceso carnal a los que no se les requirió en el ingreso los certificados de reincidencia e informe policial como exige la normativa vigente”. Y, también, la existencia de “240 personas domiciliadas en otras ciudades, tales como Bahía Blanca, Rawson o Bariloche, que no asistían a trabajar”. En el informe se destaca que las contrataciones aumentan “en los años electorales”.
El exintendente Garro rechazó las irregularidades denunciadas por Alak en la auditoría y subrayó que el nuevo jefe comunal busca excusas para despedir a 4.000 empleados y reemplazarlos por trabajadores leales a él, para “pagar” con contratos el trabajo de la militancia durante la campaña electoral.
“Se busca generar un plafón, porque Alak tiene metida en la cabeza la idea de echar a 4.000 empleados y poner gente de él para pagarles la campaña”, sostuvo Garro, en diálogo con LA NACION. “Entre el fin de sus mandatos, en 2007, y el comienzo de los míos [gobernó entre 2015 y 2023], él no cuenta los de [Pablo] Bruera. Yo recibí 7.000 empleados y 13.000 cooperativistas municipales. A los cooperativistas los transparentamos y los pasamos a la planta municipal, quedaron 6000″, apuntó, y se refirió a los empleados que, según la auditoría, tendrían condenas: “Nunca cuestionamos a personas que cumplieron una condena por robo y, quizás, eran cooperativistas”.
El exjefe comunal cuestionó el porcentaje de ausentismo que se denunció en la auditoría. “El 20 de diciembre, mandaron a tomar presentismo, ¿Y un mes y medio después resulta que la gente no está? En delegaciones como Villa Elvira, Los Hornos o Altos de San Lorenzo hay algunos empleados que firman en las delegaciones y otros que lo hacen en unidades operativas que están en otros lugares. No tienen en cuenta eso ni a gente que, cuando cambia una gestión, no se presenta porque no comulga con la nueva y se quiere ir”, argumentó Garro.
El exintendente también negó que la Comuna tenga más de 12.000 empleados. “Son 10.000. Alak se encontró con una ciudad que creció una vez y media, que tiene SAME, COM [por el Centro de Operaciones y Monitoreo], un comité de emergencias por lluvias y que necesita 2.000 o 3.000 personas más que las que tenía en su momento”, aseguró. Dijo estar “dispuesto a dar las explicaciones, con las pruebas en la mano”.
Alak y Garro renovaron con la polémica de la auditoría municipal la disputa que tuvieron en las elecciones locales, en las que se enfrentaron y Alak se impuso por 606 votos, luego de un recuento de 79 urnas.
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