En medio de la crisis, en Chivilcoy sesionaron para nombrar a la hija del intendente
Con sus sesenta mil habitantes conmovidos por la pandemia de Coronavirus-hay un caso confirmado en ese territorio-la localidad bonaerense de Chivilcoy vive por estas horas una polémica adicional. Se trata de la reciente sesión del Concejo Deliberante local, en la que Micaela Britos, hija del intendente local Guillermo Britos, fue designada como secretaria de ese cuerpo legislativo.
Las imágenes que circularon sobre esa sesión, desarrollada ayer, son al menos curiosas. En un salón semivacío por las medidas contra el contagio del virus, la presidenta del Concejo, Carla Tomassini (antigua referente del exministro del Interior Florencio Randazzo) incumple con todos los protocolos de salud y saluda con un beso a Britos, y con evidentes dificultades de movilidad por un embarazo avanzado le toma juramento.
Para la oposición de Cambiemos, se trata de un nuevo acto de "nepotismo" del intendente, que llegó al poder en las listas de Sergio Massa, en 2015, y reeligió en octubre con el paraguas del proyecto presidencial de Roberto Lavagna.
"Más oportuno que llamar a sesión especial para cambiar autoridades del Concejo sería convocar autoridades de salud para conocer políticas locales sobre la pandemia", se quejó José Ferro, médico y concejal de Cambiemos. "Si se está rosqueando para lograr posicionamientos políticos en lugar de volcar toda la energía en cuidar la salud de la gente, es más preocupante que el mismo virus!", agregó Ferro, cuyo referente es el exsecretario de Interior, Sebastián de Luca. Desde ese sector insinúan que la designación-y el apoyo de La Cámpora-al nombramiento de su hija-tiene relación con un acuerdo del intendente Britos con el gobernador Axel Kicillof.
En Cambiemos suman a Micaela a su pareja Marcela, jefa de gabinete municipal, y a su hermano Fabio, diputado provincial y a quien sindican como el intermediario con la gobernación bonaerense. "Todo queda en familia", agregó la concejal Lourdes Zaccardi, quien también se quejó sobre la polémica sesión. "Si el acuerdo entre el Frente de Todos y el oficialismo de Guillermo Britos, al igual que a nivel provincial y nacional, ya estaba consolidado, vulnerando la división de poderes y teniendo en Chivilcoy 16 de 18 votos nos preguntamos por qué no se priorizó la salud de la población dando el ejemplo desde las instituciones. ¿Cuál era la urgencia? ¿Un familiar más?", afirmó Zaccardi.
En diálogo con LA NACION, el intendente tomó distancia del llamado a sesión. "Es otro poder, para mí debían haberlo hecho en veinte días, pero no puedo intervenir. Se hizo sin gente, y la convocó la presidenta del Concejo, que no es de mi partido. Yo tengo 8 concejales de 18", afirmó Britos. Desmintió un acuerdo con La Cámpora, que según su visión "me viene complicando la gestión siempre que puede" y adjudicó la movida a De Luca, "que no me dio una sola obra en cuatro años, aún las que estaban adjudicadas, al revés que la gobernadora (María Eugenia) Vidal, con quien tuve un buen vínculo". En relación a su hija, aclaró que "en realidad, ahora la pierdo. Era mi mano derecha, y a partir de ahora no la tengo más", se lamentó.
Britos afirmó que "hablar de política y hacer política en un momento como este es una locura. Pero tengo que salir a defenderme a los medios de las operaciones que me hacen". La curiosa designación de su hija, en medio de la cuarentena y las limitaciones de miles de argentinos, fue el fósforo que encendió la polémica.
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