Pese al doble desplante del oficialismo, Rafecas no se baja de la candidatura a procurador
El kirchnerismo rechazó tratar su pliego y el Gobierno dijo que primero debe aprobarse la reforma del Ministerio Público, a la que el juez no adhiere
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El juez federal Daniel Rafecas espera. Aún cuando el kirchnerismo en el Senado se negó a tratar su pliego y pese a que el Gobierno ya dejó en claro que antes de promover su candidatura como Procurador General de la Nación va a buscar aprobar la ley que le permite al oficialismo designarlo sin necesidad de acordar con la oposición. Rafecas ya adelantó que si se cambian esas mayorías legales, no va aceptar el cargo. Y aún así, espera. Puede que el intento de reforma legal quede en la nada, como otras iniciativas del Gobierno en el Congreso, o que después de las elecciones de noviembre otro sea el escenario y esta situación se destrabe. Pero aún así el juez sigue considerándose candidato para el cargo que le propuso Alberto Fernández.
El puesto es ocupado de manera interina por Eduardo Casal, como procurador fiscal más antiguo desde que renunció Alejandra Gils Carbó en 2017. Mauricio Macri no consiguió apoyo de los dos tercios del Senado para su candidata, Inés Weinberg de Roca, y Alberto Fernández postuló a Rafecas apenas asumió hace un año y medio. Pero no logró que Cristina Kirchner ponga su pliego sobre la mesa para discutirlo con la oposición. En el medio, Juntos por el Cambio osciló en su apoyo al juez federal, un sector lo resistía hasta que acordaron ahora, de manera conjunta, apoyarlo con sus votos.
El kirchnerismo, en paralelo, motorizó una reforma a la ley del Ministerio Público Fiscal para sortear la necesidad de reunir los dos tercios del Senado –mayoría que no tiene– y elegir procurador con la mitad más uno de los senadores, mayoría que lo libera de buscar acuerdos. La norma fue aprobada en el Senado pero no en Diputados, donde el Gobierno está a media docena de votos de conseguir convertirla en ley.
Pero mientras esto no ocurra, Casal –a quien el kirchnerismo identifica con Cambiemos– sigue siendo procurador interino.
Durante la última semana se sinceraron las posiciones del oficialismo y la oposición en torno a la designación del procurador. Juntos por el Cambio desafió el lunes pasado al Gobierno a discutir el pliego de Rafecas y le garantizó que lo iba a votar. La respuesta que recibió fue que “la agenda del Frente de Todos la maneja el Frente de Todos y no Juntos por el Cambio”. Así el senador Martín Doñate (Río Negro), presidente de la Comisión Bicameral de Control del Ministerio Público, obturó la discusión.
Doñate ratificó de ese modo la decisión del kirchnerismo de supeditar el nombramiento de Rafecas a la sanción previa de la ley que reforma el Ministerio Público Fiscal. Cristina Ritondo, jefe del bloque de Pro en Diputados, propuso: “Desde Juntos por el Cambio le ofrecemos que pongan en tratamiento el pliego y van a tener el acuerdo para que Rafecas sea el procurador”. El diputado kirchnerista Rodolfo Taihlade sumó sus argumentos al rechazo.
Tras esta sesión del lunes, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, ratificó que “Daniel Rafecas sigue siendo el candidato a procurador” del Gobierno. En la Casa Rosada entienden que la designación del sucesor de Casal debe tener lugar una vez aprobada la ley. “El candidato sigue siendo Rafecas, eso no varió ni se está discutiendo; hay un proyecto de ley que tiene bastante avance y que tiene incorporadas muchas de las cosas que planteaba la oposición. Ya se está por definir ese nuevo marco normativo para el funcionamiento del Ministerio Público Fiscal, y lo adecuado es que quien termine siendo designado cumpla con ese nuevo marco normativo”, señaló el funcionario. Y agregó: “Rafecas habló de un consenso, de que quería ser un Procurador por consenso (es más, supeditó su candidatura a que no se modifique la ley). Bueno, él lo deberá generar a partir de su exposición en la Comisión de Acuerdos”.
El proyecto de reforma establece además que el mandato es de cinco años (ahora es vitalicio), pero en ese punto Rafecas no planteó objeciones. Además, la nueva norma prevé que basta una mayoría de la mitad más uno de los legisladores para suspenderlo e iniciar juicio político, cuestión que no es negociable para el candidato de Fernández, pues su fragilidad en el cargo sería manifiesta. Su reemplazante sería designado por la comisión de acuerdos del Senado, dominada por el kirchnerismo.
Rafecas espera y mira el procedimiento con distancia. Conserva expectativas pero cree que la política debe resolver la discusión, no él.
Cuando Fernández le ofreció el cargo a Rafecas, no le dijo que primero debía aprobarse una ley que cambie el modo de nombrarlo. Y ahora el Presidente se alineó con esa exigencia del kirchnerismo en el Senado.
Sin embargo, Rafecas no lo cuestiona y entiende la complejidad de mantener los equilibrios en la coalición de Gobierno, donde debe saldarse ese debate interno. Ahora o en noviembre tras las elecciones. Mientras, no piensa bajarse de manera anticipada y facilitarle las cosas al kirchnerismo.
Rafecas ya dijo que si se aprueba esa ley no asumirá. “Plantea un limite ético insuperable, que me hará imposible seguir adelante”, dijo. Mientras tanto, espera.