Pese al desaire de Macri, Horacio Rodríguez Larreta no se va de Pro y se escuda en el polo anti-Milei para resistir después del balotaje
Tras la ruptura con el expresidente, estrecha lazos con la UCR, Carrió, Pichetto y Schiaretti para armar un bloque opositor a Massa o a los libertarios
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Pese a los últimos desplantes de su antiguo mentor, el expresidente Mauricio Macri, quien no solo selló un pacto secreto con Javier Milei (La Libertad Avanza) para apoyarlo en el balotaje sin siquiera avisarle, sino que también lo responsabilizó por el estrepitoso derrumbe electoral de Juntos por el Cambio en 2023, Horacio Rodríguez Larreta no piensa irse de Pro.
Si bien el resultado de la contienda entre Milei y Sergio Massa (Unión por la Patria) en la segunda vuelta del 19 de noviembre tendrá un peso decisivo en la futura reconfiguración del mapa opositor, el jefe de gobierno porteño planea continuar en las filas del partido fundado por Macri en 2005. Pese a la ruptura definitiva del vínculo con el expresidente y su profunda decepción con Patricia Bullrich, quien tejió en las sombras junto con Macri para cerrar el trato con Milei, Larreta no dará el portazo y se abroquela con los referentes de las distintas ramas internas de la UCR, con Elisa Carrió (Coalición Cívica) y con Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal), entre otros integrantes del polo anti Milei del casi extinto JxC, para construir un bloque sólido de oposición. Es más: no descarta volver a intentar una ampliación. Hay actores de JxC, como Emilio Monzó, o armadores del larretismo que tienden puentes con sectores del peronismo no kirchnerista, como Juan Schiaretti o Florencio Randazzo, para explorar una alianza.
La idea de Larreta, que volverá al llano después de 16 años a partir del 10 de diciembre y enfrentará el desafío de reinventarse sin los instrumentos del poder, es colaborar con radicales, lilitos y espacios afines a su cosmovisión para consolidar una fuerza que se plante como una voz opositora a Massa o Milei.
A su vez, Larreta está convencido de que JxC debe redoblar los esfuerzos para evitar una fragmentación del interbloque de diputados. “Hay que mantenerse unidos y los que se vayan, que lo expliquen”, advierten cerca del jefe porteño.
En el ala moderada de JxC especulan con que Macri y Bullrich, con la colaboración de Cristian Ritondo, jefe de bloque de Pro, evalúan la chance de conformar un nuevo espacio de derecho ultraliberal junto a los diputados electos de Milei. Cuando se concrete el recambio legislativo, advierten fuentes de la UCR, el peronismo se quedará con la primera minoría. Y una fractura del interbloque de JxC pondría en aprietos a la oposición. Temen perder puestos estratégicos en comisiones u organismos de control. La fortaleza legislativa también será un pilar para los gobernadores de JxC, sobre todo, aquellos que se alistan para gestionar en territorios que hasta ahora controlaba el PJ, como Santa Fe, San Juan, San Luis, Chubut, Entre Ríos o Chaco.
Frente a la incertidumbre que genera el balotaje entre Massa y Milei -una pulseada con final abierto, según los sondeos que circulan en JxC-, tanto los aliados de Macri en su cruzada por impedir un nuevo gobierno del kirchnerismo como los detractores del expresidente abren el paraguas. Nadie se anima a mover sus fichas hasta que se defina quién será el próximo presidente con el veredicto de las urnas. “Gane quien gane, haré oposición. Pienso que los dos gobiernos van a ser malos”, repite Larreta en la intimidad.
La relación con Massa
Entre los operadores políticos del alcalde le aconsejan preservarse de los sondeos de Massa para “cooptar” voluntades en la oposición en su objetivo de armar “un gobierno de unidad nacional”. El jefe porteño suele decir que ni siquiera le responde los chats al tigrense para evitar caer en la trampa.
“Su espacio es Pro. Y desde ese lugar él va a construir fuerza para sostener sus ideas, trabajando en conjunto con la UCR, la CC o Pichetto”, dice uno de sus colaboradores más cercanos. Es una definición que esperaban en el campo de Evolución Radical, que conducen Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti.
En el radicalismo se alistan para discutir su futuro después del 19 de noviembre. Para alentar el debate, Morales –cuyo sucesor se definirá a fin de año- planea convocar a una convención nacional. “El rol que tenemos es de oposición. Y bajo ningún punto de vista vamos a formar parte de la extrema derecha que está pergeñando Macri”, avisó el jujeño en diálogo con Urbana Play. En la cúspide de JxC especulan con que Morales o Carlos Sadir, su heredero en Jujuy, se sumen al proyecto de Massa en caso de que el ministro-candidato salga vencedor del balotaje. El jefe de la UCR lo niega.
Al igual que los popes radicales, Carrió y Pichetto, Larreta no oculta su enfado con Macri. El vínculo se ha ido deteriorando con el correr del tiempo, sobre todo, desde que se multiplicaron los desencuentros por la estrategia electoral de las legislativas de 2021, cuando Larreta apostó por el enroque entre María Eugenia Vidal y Diego Santilli y se enfrentó a su exmentor. En ese momento Larreta emergía como el sucesor natural de Macri en Pro.
La semana pasada, el expresidente le enrostró al alcalde que aún tiene sed de poder y de revancha. Es que Larreta se anotició después de una hora de reunión en la casa de Bullrich que Macri y la excandidata presidencial se habían visto con Milei para rubricar un pacto. No solo primerió a sus socios y les marcó la cancha para recuperar la centralidad, sino que les hizo saber que emergerá como jefe político e ideológico de la nueva derecha si su apuesta resulta exitosa. Si acierta en el pleno y gana Milei, Macri recuperará el liderazgo. Pero si pierde, quedará “aislado”, especulan en el polo moderado.
El domingo, tras justificar la maniobra, que provocó el quiebre de JxC, Macri consideró que la coalición opositora había perdido su capacidad electoral por culpa de Larreta. Consideró que el mensaje dialoguista del jefe porteño y su mentado plan del 70% habían provocado que una porción significativa de los votantes de JxC se sintiesen más atraídos por la propuesta disruptiva de Milei. Pero Macri no se detuvo en ese punto y fue más allá: dijo que él no compitió porque había una fuerte resistencia de sus socios a su eventual candidatura. Y, además, reveló que le pidió a Larreta que se bajara en una charla a solas que mantuvieron en marzo. ¿Esa conversación ocurrió antes o después del domingo 26, cuando Macri anunció que no formaría parte de la contienda?
Quienes frecuentan a Larreta aseguran que estuvo tentado de salir a contestarle a Macri. Finalmente, no lo hizo, pero no esquivará la pregunta en su próxima aparición pública. En el entorno del jefe porteño circulan distintas versiones respecto de esa charla reservada con el expresidente. “Es mentira, no le pidió que se bajara”, dicen en la cúpula de la Ciudad. En cambio, otros consejeros de Larreta admiten que hubo un intento de que declinara su postulación.
El análisis de la derrota
A la hora de analizar los motivos de su dolorosa derrota con Bullrich, los laderos de Larreta están convencidos de que el jefe porteño pagó un costo excesivo por su largo enfrentamiento con Macri, máxime cuando había evitado romper con el creador de Pro después de la tensa discusión de 2021 por las listas. También se lamentan por haber apostado a rodear al candidato de dirigentes -el álbum de fotos con figuras del espacio o aliados que animó su campaña- o por haber ejecutado mal y a destiempo el operativo para confluir con Schiaretti. No obstante, los larretistas ponen la mira en Macri a la hora de analizar las razones de la debacle de JxC, que quedó relegado al tercer puesto en las elecciones. Fuera de micrófono, coinciden con el diagnóstico que hicieron Gerardo Morales o Martín Lousteau, archienemigos del expresidente. Creen que Macri esmeriló la figura de Larreta y, luego, se dedicó a desgastar a Bullrich con sus permanentes guiños a Milei.
Ahora, Larreta responsabiliza a su antiguo mentor de haber “destruido” a JxC. “Había que actuar con velocidad”, se excusó Macri ante uno de los dirigentes que quedaron en la vereda de enfrente en su cruzada por salvar a Milei y frenar a Massa. En sus contactos con altos mandos de JxC, Larreta resalta que el exmandatario atentó contra la unidad cuando cerró su acuerdo secreto con Milei. “Yo me voy a mantener donde estoy”, les dijo Larreta a los suyos.
Es que el alcalde percibe que, más allá de que Macri y Bullrich intentan reclutar a gobernadores, intendentes o legisladores para sumarlos a su campamento, un grupo importante de jefes de Pro no se sentirían cómodos en el papel de garantes de la gobernabilidad de Milei. “Muchos lo votan porque es lo menos malo. Eso se puede entender. Pero otra cosa es un acuerdo de cogobierno. Sorprende lo de Bullrich, quien decía que las ideas de Milei eran ‘malas y peligrosas”, puntualizan cerca de Larreta.
En el larretismo esperan la declaración de Diego Santilli, exsocio del jefe porteño, quien participó de la cumbre con Milei y Macri en la que se rubricó el pacto de Acassuso, para saber hasta dónde llega su compromiso con las “fuerzas del cielo”. En el macrismo descuentan que Santilli adherirá a la jugada pergeñada por el expresidente y Bullrich. ¿Un intento de ganarse la confianza de Macri o independizarse de Larreta para construir un futuro en un nuevo de sector de extrema derecha liberal? El exvicejefe porteño apunta a plantarse como el principal referente opositor en Buenos Aires y contener a su tropa bonaerense.
Larreta también mira su herencia en la Ciudad. Por estas horas transmitió que colaborará para que JxC mantenga la configuración actual en el bastión de Pro. Las negociaciones se aceleran, pero Jorge Macri, sucesor de Larreta, ata todo al veredicto del 19-N. Una de las discusiones más tensas que se avecinan para el primo del expresidente pasa por la vicepresidencia primera de la Legislatura porteña, uno de los puestos más codiciados y sensibles. El tema sobrevoló en un almuerzo organizado ayer por el larretista Emmanuel Ferrario en el restaurante Elauge hermanos para debatir el proyecto de presupuesto. Estaban los caciques del bloque del PJ y autoridades de casi todas las tribus de JxC: Evolución Radical, la CC, Pro y Confianza Pública. Peronistas y detractores de Macri en la Ciudad amagan con resistir a Darío Nieto, el candidato impulsado por el expresidente, como eventual sucesor de Ferrario. Jorge Macri posterga la definición hasta después del balotaje.
Quienes trataron a Larreta durante los últimos días se quedaron con la sensación de que se sacó un peso de encima. “Ya no tiene la mochila de Macri”, dijo uno de los jerarcas de JxC.
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