Coronavirus en la Argentina: pese al aumento de la circulación, el Gobierno quedó conforme con el resultado de la cuarentena administrada
El monitoreo fue permanente durante todo el día. Se trató de una prueba de fuego y el resultado general fue "satisfactorio", según la evaluación que hicieron desde los gobiernos nacional, bonaerense y porteño. Las 11 nuevas actividades exceptuadas –en total suman 54– no saturaron el transporte público ni generaron complicaciones adicionales para los conductores.
Cuando restan seis días para que finalice la tercera etapa de la cuarentena, el experimento que se llevó a cabo en las últimas horas fortaleció la posición de los que impulsan una mayor flexibilización del aislamiento. Igualmente, no hubo conclusiones definitivas y el presidente Alberto Fernández está lejos de tomar una determinación drástica. La cuarentena administrada continuará más allá del 26 para hacer frente a la expansión del coronavirus.
Si bien subió la cantidad de gente en las calles, en el transporte público y en las autopistas, todo funcionó dentro de las previsiones que hicieron en la Casa Rosada, las oficinas que el Gobierno porteño tiene en Uspallata y en La Plata. "Lo de hoy superó las expectativas", describió un hombre con despacho en la Balcarce 50.
Según datos preliminares –mañana por la mañana estarán los definitivos– hubo un 8 por ciento más de personas en el transporte público, uno de los indicadores que más obsesionan a Alberto Fernández por la velocidad de contagio.
También se celebró en la quinta presidencial de Olivos, donde pasó el día el jefe del Estado, que no se registraron problemas en los trenes. Un ejemplo: en el Sarmiento, que en la última semana la gente viajó parada, hoy no hubo personas amontonadas. La razón es simple: por problemas gremiales, la semana pasado funcionaron siete formaciones, hoy fueron 16. También creció el número de colectivos.
La estimación fue que hoy se movieron por el área metropolitana unas 800.000 personas, un número aceptable para las autoridades. Mientras que la circulación, según anticiparon desde el gobierno porteño, subió un 15%.
"Lo que estamos viendo todos los días es que van creciendo los viajes en automóvil. Al parecer los que tienen la oportunidad están moviéndose más en auto que en transporte público", explicaron cerca del jefe comunal, Horacio Rodríguez Larreta.
A la hora de explicar estas cifras, todos coincidieron que hubo un sector clave: los bancos. La actividad bancaria, que desde hoy es considerada esencial, fue el argumento para que mayor cantidad de personas salieran de sus domicilios.
Lo que ocurrió en las últimas horas servirá como hoja de ruta para lo que viene. Si el comportamiento se mantiene en los próximos días, en la cuarta etapa de la cuarentena, es decir a partir del lunes próximo, seguramente otras actividades y sectores se sumarán al listado de exceptuados, que ya cuenta con 54 rubros.
Uno de ellos es el de la construcción privada, que hasta el momento no logró convencer al Presidente de la necesidad de flexibilizarla. Una de las opciones en evaluación es permitir obras en ciudades donde no haya habido casos de coronavirus. Eso sí, las grandes ciudades y "conurbanos" están fuera de la discusión por las próximas semanas.
La elasticidad de la cuarentena para el sector de la construcción dependerá también de la implementación de un sistema de horarios escalonados para los trabajadores. El Gobierno, junto a la Uocra y la Cámara Argentina de la Construcción, están trabajando en una propuesta. La llave para abrir está en mantener las reglas de distanciamiento social.
"Pensar en volver a trabajar todos con los horarios de siempre es técnicamente difícil", describieron fuentes oficiales.
Otra vez, la mayor preocupación del Gobierno es que la gente evite el uso del transporte público. "¿Para qué abrir rápido? Estamos contentos por el respeto por la cuarentena", dijeron cerca del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el encargado de poner en el listado las actividades que podrían flexibilizarse en los próximos días por pedido de los gobernadores.
Lo que nadie pone en duda es que el aislamiento obligatorio en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense se mantendrá inalterable para los niños y adultos mayores. Las clases, por el momento, no tienen fecha de regreso. Mientras que los mayores de 70 años, después de la polémica, seguirán con la obligación de avisar cada vez que quieran salir de sus hogares en la Capital.
El Presidente acumulará los datos de esta semana para terminar de resolver cómo seguir, aunque todos en su entorno coinciden en lo mismo: la cuarentena continúa. La razón es simple: es el único método probado que funciona para aplanar la curva de contagios y evitar que el sistema de salud colapse.
Como sucedió en cada presentación sobre el impacto de la enfermedad y la resolución de la cuarentena y sus prórrogas, el Presidente se reunirá en los próximos días con el equipo de especialistas que lo asesora. Después, hablará con los gobernadores para después anunciar una nueva extensión del aislamiento.
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