Pese al anuncio de un ajuste, Batakis les dijo a los ministros que no hará recortes en las áreas más sensibles
Desarrollo Social, Anses y Obras Públicas no verán afectados sus presupuestos; la “preocupación” del resto de los funcionarios
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El ajuste fiscal que la ministra de Economía, Silvina Batakis, se comprometió a ejecutar ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) no se verá reflejado en las áreas más sensibles del Gobierno. Los fondos para la Anses, Desarrollo Social y las obras públicas no se verán afectados.
Pese a las cuentas en rojo, según la descripción descarnada que realizó Batakis ante sus pares en su primera reunión de gabinete la última semana, el gasto social es “prioritario”, según le confirmó la titular del Palacio de Hacienda a Fernanda Raverta y a Juan Zabaleta. Esa fue una de las primeras definiciones que la funcionaria lanzó ante sus compañeros. Lo mismo dijo sobre el presupuesto que administra Gabriel Katopodis.
Distinta es la situación que atraviesa el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi que, a diferencia de Zabaleta y Katopodis, aún aguarda definiciones. La construcción de viviendas fue una de las principales medidas que impulsó la administración de Alberto Fernández. Según pudo saber LA NACION el funcionario se reunirá con Batakis en los próximos días.
El intendente de Avellaneda en uso de licencia está “preocupado”. Tiene argumentos para estar inquieto: la flamante administradora de la caja nacional piso el envío de fondos durante 20 días. La plata del mes recién ingresó ayer. No es el único funcionario inquieto.
El resto de los ministros está ansioso y busca cubrirse ante un posible recorte de fondos. Un ejemplo es el de Daniel Scioli. Como contó LA NACION, el ministro de Desarrollo Productivo creo un fideicomiso para Tierra del Fuego y sus industrias.
Batakis, que regresa mañana a la mañana tras su paso por Washington, donde buscó dejar en claro que tiene el apoyo de los factótums del Frente de Todos, incluso la vicepresidenta Cristina Kirchner, aún no explicó dónde utilizará la tijera para bajar el déficit fiscal tras conseguir un primer respaldo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
En medio de especulaciones sobre potenciales cambios en el equipo de gobierno y después de dos días consecutivos de relativa calma tras el salto del dólar, Batakis aseguró ante el organismo multilateral de crédito que mantendrá a flote el programa económico, que no devaluará y que subirá las tasas de interés. Lo que se traduce en un ajuste.
Entre las medidas con las que pretende alcanzar el equilibrio en las cuentas públicas que describió en Estados Unidos mencionó el congelamiento de las vacantes del Estado –algo engañoso ya que a diario se siguen sumando trabajadores a la planta permanente del gobierno nacional–, la resolución de dosificar en forma mensual las partidas a los ministerios y la creación de una cuenta única con la cual pretenderá centralizar el manejo de los fondos de todos los organismos del sector público nacional, algo en lo que aún no hay definiciones.
Batakis fue muy explícita desde que asumió: la situación económica es límite, incluso advirtió que los próximos dos meses serán “muy complejos”. En su primera exposición ante sus pares, la ministra de Economía hizo un análisis crudo de la situación.
Si como les adelantó a Zabaleta y Katopodis que no habrá recortes en sus áreas, sumado a lo que insume todos los meses la Anses en materia de jubilaciones y la Asignación Universal de Hijo (AUH), entre otros, las posibilidades de achicar el gasto público son cada día más complejas.
En los primeros seis meses del año el gasto del Estado creció 14%. El déficit primario, sin contar los intereses de la deuda, creció 135%. Lo contrario a un ajuste. A eso se le agrega el gasto mensual en energía: los subsidios podrían significar una salida de US$14.000 millones (2,4% del PBI).
Pese a los números en rojo y los requerimientos cada vez más duros del Fondo, el Gobierno no da muestras de intentar frenar la sangría. Hoy, por ejemplo, el Presidente anunció el pago de un bono para los beneficiarios del plan Potenciar Trabajo, que perciben 1,2 millones de personas. Por la delicada situación económica que atraviesa la Argentina, con una inflación desbocada, algunos funcionarios no descartan que haya una reparación para los jubilados en los próximos meses.