Pese a que Uruguay avanzó igual con acuerdos extra Mercosur, la Argentina quiere evitar escalar más el conflicto
Luego de la confirmación del pedido de Lacalle Pou para un acuerdo con Oceanía, el Gobierno reotera que esas iniciativas “violan los estatutos” del bloque; Alberto Fernández estará en la reunión de presidentes, el martes
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Horas después de la confirmación, de boca del presidente, Luis Lacalle Pou, del pedido formal de Uruguay para un acuerdo con el Tratado Transpacífico, la Cancillería no prevé escalar en el conflicto con el país vecino, pero sí plantear, en conjunto con Brasil y Paraguay, su queja en la reunión de presidentes del Mercosur, el martes, en Montevideo.
“No hay voluntad de escalar en el conflicto político, ya presentamos una nota de protesta. Intentaremos dar una discusión honesta con Uruguay, en base a la normativa del Mercosur que prohíbe acuerdos extra-zona sin el acuerdo de todos sus miembros”, explicaron a LA NACION cerca del canciller Santiago Cafiero, que el lunes participará de la reunión de cancilleres, un día antes del encuentro de jefes de Estado, al que según fuentes oficiales asistirá el presidente Alberto Fernández.
En la noche del miércoles, Lacalle Pou confirmó vía Twitter que su canciller, Francisco Bustillo, “acaba de presentar formalmente en Nueva Zelanda la solicitud de ingreso al CPTPP. Más oportunidades para nuestro país y nuestra gente. Un Uruguay abierto al mundo. Confiamos en los uruguayos y todo su potencial”, escribió el presidente uruguayo, horas después de la nota de protesta conjunta de Brasil, Argentina y Paraguay, en la que esos países advirtieron que se “reservan el derecho de adoptar las eventuales medidas que juzguen necesarias para defender sus intereses en los ámbitos jurídico y comercial”.
¿ Habrá sanciones comerciales? En la Cancillería intentan poner paños fríos, aunque adjudican la iniciativa de Lacalle Pou a cuestiones domésticas de la política uruguaya. “Ya que no nos entendemos en la discusión pública, los tres países vamos a pedir que se respete lo que está firmado”, comentan fuentes oficiales. Por lo bajo, sostienen que “adjudicarle los males a los hermanos mayores del Mercosur, Brasil y Argentina, es una táctica de todos los gobiernos uruguayos, sean de derecha o de izquierda. Fulbito para la tribuna”, agregaron. “Los acuerdos son más fuertes y viables en la medida en la que se negocian como bloque”, sostuvo a LA NACION el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, articulador de la postura común entre el Gobierno y la gestión saliente de Jair Bolsonaro.
En la Cancillería celebran, además, que el presidente de Paraguay, Mario Abdo, se haya manifestado en las últimas horas en el mismo sentido. “Obviamente (la iniciativa) desnaturaliza la esencia de Mercosur, que es el mercado común”, declaró el mandatario paraguayo a periodistas en un acto junto a trabajadores del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, en Asunción. “Ya no somos sólo los dos países grandes, Paraguay también sostiene la misma postura”, comentaron desde la diplomacia argentina, donde no dejan de remarcar sobre los vínculos de Lacalle Pou con la oposición argentina, con la reunión del presidente uruguayo con la presidenta de Pro, Patricia Bullrich, como antecedente reciente.
Lacalle Pou, en tanto, reiteró que a Uruguay lo “asiste el derecho internacional” y que avanzará en este y otros tratados, como el que su gestión acelera con China, y que en julio pasado generó otro cortocircuito con sus socios del Mercosur. “La obligación nuestra es abrir mercados y competir en igualdad de condiciones con otros países que producen lo mismo que nosotros”, dijo Lacalle Pou, días antes que el Presidente le recordara que “nadie se salva solo”, en el encuentro de presidentes en Asunción.
En medio de la tensión, el Presidente prevé llegar el martes a Montevideo. Casi con seguridad no estará Bolsonaro, en lo que será su última cita a nivel regional, aunque para Argentina la reunión tiene una significación no menor: asumirá ese día la presidencia pro-témpore del Mercosur de manos de Lacalle Pou.
Días después, el 1 de enero, asumirá la presidencia de Brasil Luis Inacio Lula da Silva, que el 24 de ese mes estará en Buenos Aires para la reunión de presidentes de la Celac, organismo al que Brasil retornará luego de varios años.