Pese a la foto con Cristina Kirchner, La Cámpora se diferencia de Kicillof y presiona por recursos millonarios

Pese a que Cristina Kirchner se tomó una foto con Axel Kicillof en los tribunales de Comodoro Py y otra en el Instituto Patria, como señal de reconciliación política, La Cámpora se mantiene en otra sintonía y marca diferencias con el gobernador cada vez que puede. El último cruce entre el gobierno bonaerense y la agrupación que conduce Máximo Kirchner se registró en el puerto de Dock Sud, una usina de recursos por los cuales se pelean tres municipios peronistas: Avellaneda, Lanús y Quilmes.

Según pudo saber LA NACION, los intendentes camporistas Julián Álvarez (Lanús) y Mayra Mendoza (Quilmes) le reprochan a Kicillof que la presidenta del Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud, Carla Monrabal, una funcionaria que depende de la administración bonaerense, no hizo mucho para compensar en términos presupuestarios a sus municipios respecto de lo que recauda Avellaneda, que gobierna Jorge Ferraresi, un declarado partidario del gobernador en la interna peronista.

El debate, que Álvarez llevó con vehemencia al directorio del puerto –clave para la operación del 40% de los productores que entran y salen del país-, consiste en cuántos recursos deberían dirigirse a Lanús y Quilmes para “mantener la infraestructura necesaria y que la logística del puerto no rompa todas las calles de los distritos”. En otras palabras, dicen los camporistas, se trata de que Kicillof “garantice que no haya ciudadanos de primera y segunda” en la Provincia.

La pelea entre La Cámpora y el gobernador es política, pero también es por plata. En el primero de los planos resultó sugestiva la ausencia de Máximo Kirchner en el Instituto Patria el miércoles, cuando Kicillof fue el principal invitado de Cristina Kirchner a la foto de apoyo del peronismo tras su declaración en la causa del atentado. En el segundo aspecto, los municipios camporistas reclaman al menos el mismo ingreso que el kicillofista Ferraresi por lo que produce el puerto de Dock Sud. “Es irrisorio, sin fundamentos y extorsivo”, replicó el jefe comunal, de acuerdo a fuentes de su entorno.

Todo por “dos pesos”

“Si Avellaneda se lleva dos pesos, nosotros también queremos dos pesos. Uno para Lanús y otro para Quilmes”, detallaron desde La Cámpora. También hicieron notar que “Avellaneda recibe ingresos que duplican el presupuesto que recauda el distrito mes a mes”, porque “le cobra una tasa al puerto que está asentado en su municipio”. Al revisar puntillosamente esos ingresos, los camporistas afirman que la petrolera Shell le paga al distrito de Ferraresi unos 2.000 mil millones de pesos mensuales por Seguridad e Higiene.

El directorio del consorcio que maneja el puerto de Dock Sud tiene distintas sillas asignadas: dos directores por las empresas, otros dos por los sindicatos, una por Avellaneda y otra por la región (Quilmes y Lanús). Además, hay un presidente que designa la provincia de Buenos Aires. Durante los cuatro años anteriores estuvo sentado en esa silla un funcionario que reportaba a Néstor Grindetti, exintendente de Lanús y ahora jefe de Gabinete de la Ciudad. Ahora ese lugar lo ocupa Álvarez.

Desde esa silla, el camporista que fue secretario de Justicia nacional y representante del gobierno kirchnerista en el Consejo de la Magistratura, advierte que el puerto de Dock Sud “se tiene que hacer cargo de los daños que ocasionan los camiones, el tránsito pesado, que circula tanto en Lanús como en Quilmes, rompiendo las calles y avenidas”. La disputa por los recursos para los municipios se cruza con la necesidad de hacer una obra en el puerto que la financiaría la empresa Exolgan.

La administración de Kicillof estaría ahora apurada por concretar esa obra tras el revés que tuvo con el puerto de Bahía Blanca, en medio de la discusión por el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI) nacional. “La necesitan para aumentar los ingresos, pero el gobernador debe velar por la equidad de todos los ciudadanos, no seguir profundizando la desigualdad”, remarcaron desde La Cámpora. Con ese argumento, el intendente Álvarez votó en contra de modificar el reglamento del puerto de Dock Sud, como un primer paso para autorizar la obra, que significará una ampliación del frente costero.

Además de votar en contra, el jefe comunal camporista advirtió que “irá por las vías judiciales correspondientes e iniciará un juicio contra el Puerto por los daños ocasionados durante tantos años a Quilmes y Lanús”. Las fuentes consultadas agregaron: “Hoy la persona sentada en el directorio por la región tiene obligaciones y ningún beneficio”. Se trata de un enfrentamiento que tiene condimentos políticos y económicos, pero que refleja en el fondo la desconfianza latente entre La Cámpora y Kicillof.

Qué dicen las empresas

En el puerto de Dock Sud operan más de 30 empresas, entre ellas algunas relevantes como Raizen, YPF, Dapsa, Tagsa, Antivari, Meranol, Logínter y Exolgan. Fuentes de la terminal afirmaron que la operación representa el 40 por ciento de las importaciones y exportaciones del país. Y se mostraron críticas del reclamo del camporista Álvarez. “Abiertamente planteó que si no recibe la misma cantidad de plata que la intendencia de Avellaneda frenará todas las inversiones del puerto”, advirtieron las compañías.

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