Quién es la fiscal que favoreció al "hombre del mortero" con la prisión domiciliaria
Alejandra Mangano aterrizó en Comodoro Py con 18 años. Era febrero y había terminado hacía un mes la escuela secundaria. Ingresó como "meritoria", un cargo ad honorem, a un lugar que le resultaba muy familiar. Alfredo Mangano, su papá, mano derecha de la jueza María Servini, ya lleva 53 años en el Poder Judicial. Si ella decide jubilarse como fiscal seguramente lo supere.
Mangano fue nombrada fiscal por Alejandra Gils Carbó en 2016 con apenas 33 años. Después, en 2017, la designaron subrogante en la Fiscalía N°12 de Comodoro Py. "No quiero tener nada que ver con la política", aclara. Y por ahora logra con su perfil bajo no quedar bajo el fuego cruzado de la política a pesar de instruir causas sensibles.
Mangano, la fiscal más joven de Comodoro Py, quedó expuesta en los medios esta semana por dictaminar en favor de la prisión domiciliaria de Sebastián Romero, el militante de izquierda que disparó con un mortero durante una protesta en 2018 y que estuvo prófugo durante dos años.
La decisión, que desafía el sentido común, fue explicada porque el delito de "intimidación pública" tiene una pena excarcelable sumado a las nuevas disposiciones sobre las prisiones preventivas y a la presencia de informes que recomendaban la utilización de una tobillera electrónica fueron los motivos que escribió en su fallo.
Tuvo otras decisiones con menos publicidad mediática pero incluso más sensibles. Investigó el enriquecimiento ilícito del exministro Julio De Vido, pidió la indagatoria de César Milani por irregularidades en la construcción de dos puentes, solicitó el procesamiento para el falso abogado Marcelo D’Alessio por extorsión a su colega Carlos Stornelli y apeló sobreseimientos para funcionarios macristas.
"Todos sabemos que Comodoro Py es complicado por la política, pero mirá que las causas de trata son muy pesadas", advierte una fuente judicial que leyó varios expedientes que instruyó Mangano.
En la vieja normalidad era habitual cruzar a Mangano en Comodoro Py, cerca de los ascensores del 5° piso. "Recién llego de la Protex", decía antes de ponerse a tono con la consulta que tuviera que responder de abogados y periodistas. La Protex es la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, una de las fiscalías especializadas que conduce junto a su colega Marcelo Colombo desde mediados de 2016.
"Soy judicial 100%", se define Mangano ante LA NACION. Pero le molesta que le hablen de la "familia judicial", aunque en su caso el término es más literal que simbólico. También conoció Juan Tomás Rodríguez Ponte, su marido, en Comodoro Py. Él es, además, titular de la oficina de escuchas. "Lo de familia judicial nos quita méritos", reclama ella y recuerda que se recibió con diploma de honor en la Universidad de Buenos Aires.
A pesar de que su designación no tiene fecha de vencimiento, se anotó en el concurso para nombrar al titular de la Fiscalía N°12, que finalmente se suspendió. "Muchos de los que puso Gils Carbó hubiesen elegido el atajo de un traslado", recordó un experimentado fiscal, que la reconoce como una de las fiscales que encabeza una "renovación" en Comodoro Py.
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