Pensar muy bien los recursos que pedirán, el primer mensaje de Alberto Fernández al gabinete
Tras la presentación, Fernández reunió a los ministros y les planteó el escenario que enfrentarán; les sugirió evitar a la prensa
Solo minutos después de presentar a sus futuros ministros, Alberto Fernández los reunió a solas y les transmitió dos mensajes muy claros. El primero: que van a enfrentar una restricción presupuestaria muy severa, por lo que, les dio a entender, debían meditar muy bien los pedidos de recursos para sus áreas. El segundo: que, para evitar cortocircuitos en la previa del recambio de gobierno, mantuvieran el perfil bajo y evitaran hablar con la prensa hasta el martes.
Sin aviso ni planificación, fue una suerte de reunión de gabinete al paso, quizás la única que Fernández tenga en toda su gestión. El presidente electo y sus funcionarios se vieron las caras en una sala contigua al salón donde se hicieron los anuncios, en el séptimo piso de las oficinas de Encarnación Ezcurra 365, en Puerto Madero. Había un clima de alegría, pero también de cierta solemnidad, contó uno de los presentes. Los grupos de afinidad se armaban de acuerdo a los recorridos de cada uno.
Mientras intercambiaban saludos e impresiones de lo que acaban de vivir, Fernández les dio la primera instrucción general. "La prioridad va a ser poner plata en el bolsillo de los que peor están. Tenemos que poner nuestros mayores esfuerzos en eso", les dijo, después de volver a agradecerles por haber aceptado ser parte del próximo gobierno. "La clave va a ser mantener la unidad. Eso nos hizo ganar", señaló, y enseguida sugirió evitar las declaraciones públicas hasta nuevo aviso.
El presidente electo y el futuro jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, centralizarán la voz de la gestión entrante, en las 72 horas que restan de transición. "Después vamos a ir definiendo cuál es la mejor manera de comunicar la gestión de cada área", les indicaron a los futuros funcionarios. "El efecto sorpresa es muy importante en la política", los adoctrinó Fernández.
Si bien el séptimo piso estaba lleno de dirigentes que participaron de la campaña, en la improvisada reunión de gabinete solo estuvieron el presidente electo y los dirigentes que participaron de la presentación. Después de Fernández hablaron dos integrantes del próximo gabinete destinados a tener un papel de relevancia: Martín Guzmán y Cecilia Todesca.
Conocer al ministro
Muchos de los presentes veían al futuro ministro de Economía por primera vez. Consciente de que podía resultarles un desconocido, Guzmán aprovechó para aclarar que, pese a que estaba radicado en Estados Unidos, la realidad argentina no le era para nada ajena y que tenía muy nítido el recuerdo de la crisis de 2001. "Nos quiso dejar en claro que no era un marciano que acaba de aterrizar en la Argentina", interpretó uno de sus colegas.
El economista supo tender puentes políticos variados, con distintos sectores del peronismo. Tiene muy buen diálogo con el Movimiento Evita y con Felipe Solá. Sus vínculos llegan incluso hasta el Vaticano. Fernández se inclinó por él porque es un especialista en el tema deuda.
Tras esa breve presentación, Guzmán advirtió que la herencia económica es muy dura y que será necesario apelar a herramientas como las que brinda una emergencia económica para abordar los problemas más urgentes. "Fue una forma de que todos tomáramos conciencia de cuál es la situación real", relató a LA NACION uno de los futuros ministros.
Enseguida sumó su aporte Todesca y terminó de pintar un panorama sombrío. Les advirtió que todavía no tienen una dimensión real del déficit fiscal que van a recibir y les dijo que la herencia puede resultar mucho peor de lo que imaginaban hace unos meses. A todos les quedó claro que antes de pedir recursos habrá que pensarlo varias veces.
Con la mirada puesta en lo que viene, quedaron atrás las tensiones por el armado del gabinete, un proceso que lleva un mes y medio. El estilo de conducción radial de Fernández tiene como excepción el papel que cumple Cafiero. Él se encargó de coordinar con todos los dirigentes que van a asumir el martes como ministros.
Todos coincidían ayer en que Fernández construyó un equipo equilibrado, con piezas de cada una de las partes del Frente de Todos. Para tener la imagen completa habrá que conocer el organigrama de cada ministerio. Los ministros no eligieron casi ningún secretario sin consultar a Cafiero. En muchos casos debieron ceder lugares importantes a referentes de otros espacios dentro de la coalición.
Un ejemplo es el del Ministerio de Transporte. Debajo de Mario Meoni, dirigente del Frente Renovador, quedó Guillermo López del Punta, el abogado que había sido pedido por el líder camionero, Hugo Moyano. La concejala de Tigre Malena Galmarini se sumó a la foto de presentación como titular de AySA, otro casillero con el que se retribuyó el aporte electoral de Sergio Massa.
"La idea es que el esquema de integración se replique en todos los ministerios e, incluso, en todas las secretarías, salvo en áreas muy técnicas", contó un dirigente que ocupará una secretaría en el nuevo gobierno.
Otro dirigente con un papel importante en el armado de los organigramas fue Gustavo Beliz, futuro secretario de Asuntos Estratégicos. En muchas áreas de gestión, él intervino en el diseño final. "Teníamos cinco secretarías y por sugerencia de Beliz terminamos en tres. Alberto lo escucha mucho", indicó otro dirigente que va a asumir como secretario de Estado.
Otras noticias de Alberto Fernández
Más leídas de Política
Desafío a la CGT. Pablo Moyano construye una alianza de sindicalistas duros para enfrentar a Milei
Tensión libertaria. Villarruel le respondió a Lilia Lemoine luego de que la apodara “Bichacruel”
Con guiños a Massa y Cristina. El Gobierno vuelve a la carga con una reforma que anima al peronismo, pero tensiona a Pro y la UCR
"¿Ahora se dio cuenta?". El Gobierno le respondió a Cristina tras su reclamo por la desregulación de los medicamentos