Patricia Bullrich exhibió sus aspiraciones presidenciales en una gira por Estados Unidos y aseguró que Macri no será candidato
La presidenta del Pro visitó San Francisco, Nueva York y Washington donde se reunió con empresarios, analistas, congresistas, y funcionarios de la Casa Blanca y el Departamento de Estado; también viajó a Chicago para participar de una conferencia organizada por estudiantes argentinos
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WASHINGTON.- Patricia Bullrich llevó sus aspiraciones presidenciales a las principales centros del poder de Estados Unidos. En una gira que se estiró por una semana, Bullrich visitó San Francisco, Nueva York y Washington para ver a empresarios, analistas, congresistas, y funcionarios de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, y se movió luego a Chicago, donde cierra su viaje este sábado en la conferencia Masters Argentina organizada por estudiantes. La gente que la vio se quedó con la certeza de que buscará la presidencia.
Bullrich, presidenta del Pro y una de los “halcones” de la oposición, cree que Mauricio Macri no será candidato otra vez –la foto con Donald Trump fue vista como una confirmación de que no competirá–, y en su entorno avizoran una interna con “fórmulas cruzadas” entre los integrantes de Juntos por el Cambio, una variante a la última elección presidencial, cuando el Pro, el radicalismo y la Coalición Cívica presentaron fórmulas propias en las primarias abiertas.
“En la Argentina se está discutiendo lo que vamos a hacer. Dentro de Juntos por el Cambio cada vez hay más acuerdo en qué hacer. ¿Qué es lo que se está discutiendo? El carácter, el liderazgo de quién va a llevar adelante los cambios. En ese sentido me ven con cierta ventaja”, dijo Bullrich en una entrevista con LA NACION en Washington.
Bullrich dijo que notó un fuerte interés y expectativa por la Argentina ante lo que muchos anticipan como un inevitable cambio de régimen político en 2023, y también más optimismo; más del que esperaba. Nadie espera nada del gobierno de Alberto Fernández, dijo, ni siquiera que cumpla el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual, agregó, “fue muy poco comentado” y pasado por alto en sus reuniones con empresarios, inversores y analistas.
“Todos se dan cuenta que el acuerdo con el Fondo fue para salir del paso, fue muy light, ven al Fondo como rendido”, indicó. “A nosotros nos conviene que el Gobierno haga lo que tiene que hacer. Ahora, una cosa es lo que nos conviene y otra cosa es que lo vayan a ver”, ahondó.
Bullrich dijo que en Estados Unidos ven ahora un Juntos por el Cambio más “nítido”, y percibió un cambio de ánimo: la enorme frustración que generó el fracaso económico de Macri mutó ahora a una expectativa renovada. Los reclamos son ya añejos: previsibilidad, reglas de juego, fin del cepo, y una baja del llamado “costo argentino”.
“Ven que el primer gobierno nos abrió mucho la cabeza en ser mas explícitos y más claros, y ser mas rápidos en la ejecución de las políticas, y eso los saca un poco de algo que se repite mucho, que es que se quedaron mal, frustrados, porque pusieron expectativas en Macri”, afirma.
En Estados Unidos, Bullrich tuvo una agenda típica de un candidato presidencial. En San Francisco visitó los cuárteles de Meta y se reunió con emprendedores, y en Nueva York vio al Nobel de economía Thomas Sargent –experto en inflación– y a economistas argentinos que mantienen un vínculo aceitado con los referentes económicos de Juntos por el Cambio. En Washington pasó por la Cámara de Comercio, el Consejo de las Américas, visitó think tanks, el Departamento de Estado y vio a Juan González, el hombre del presidente Joe Biden para América latina.
“En Estados Unidos el primer tema es China, China, China”, resumió, al hablar sobre sus charlas con funcionarios.
Bullrich dijo que existe una especial inquietud por la posibilidad de que China tenga una base militar, una idea que descartó. También pidió que se levante el embargo a la compra de armas impuesto tras la guerra de Malvinas.
“No quieren saber nada con eso”, dijo. “Con China queremos una relación comercial, nosotros no queremos base militar de nadie en la Argentina, de nadie. Tampoco formamos parte de ninguna alianza estratégica. Si tuviésemos una alianza estratégica miliar con los países vecinos, podríamos construir juntos algo. Pero no queremos ninguna base militar de nadie y tampoco queremos que se vuelva a repetir la experiencia de Neuquén donde al día de hoy todavía tenés un secretismo respecto de la planta china que no sabés de qué se trata. Eso lo hablamos”, afirmó.
Ante las señales que ha dado el país, Juan González le planteó si la Argentina puede ser un país “no alineado”. Bullrich lo descartó, y le planteó reparos por su acercamiento a Nicolás Maduro luego de la invasión de Rusia a Ucrania, y le dijo que si necesitan petróleo, que vayan a buscarlo a Vaca Muerta.
“Nosotros no vemos al mundo en una lógica de tercera posición. No tiene sentido. La lógica del mundo es una lógica de comercio. En las posiciones geoestratégicas tenemos no un alineamiento con los Estados Unidos, pero si con la democracia en el mundo. Y eso te lleva a que vos mires como el régimen chino, cómo es el régimen ruso y las cosas que están pasando ahora, la guerra. Es preocupante pensar que pueden aumentar las autocracias en el mundo”, dijo, en línea con una inquietud que late en el Salón Oval de la Casa Blanca.
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