Patricia Bullrich: “Yo creo más en la ampliación del crédito social que en un acuerdo corporativo, como Larreta”
La titular de Pro confía en que Macri no se inclinará ni por Larreta ni por ella para evitar una “división”; resalta sus diferencias con el alcalde y dice que Milei es “un desafío” para JxC
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Patricia Bullrich irrumpe en la sala enfundada en una campera del estilo Uniqlo, de color amarrillo. Apenas se reclina en el asiento, abre un estuche y pone sobre la mesa una brocha, una base y un delineador. Sin perder el pulso ni quitar la mira del espejo portátil para evitar un desliz, la titular de Pro se sumerge en las internas de Juntos por el Cambio.
Mientras se apresta para posar, Bullrich exhibe su sed de conquistar la presidencia en 2023. Acelera a fondo al esbozar los ejes de su plan, pero aminora la marcha y evita responder si estaría dispuesta o no a enfrentar a Mauricio Macri en una interna. Eso sí, remarca que “el campeón le tiene que ganar a todos”. Confiada en sus chances, aventura que Macri no se pondrá el traje de elector y, apenas guarda el lápiz labial, subraya sus diferencias con Horacio Rodríguez Larreta, su rival en Pro. Dice que el país requerirá un “cambio profundo”, con reformas estructurales en la economía, y que el alcalde plantea “una tesis paralizadora” con su apuesta por “una coalición del 70%” para gobernar. “Yo creo más en la ampliación del crédito social que en un acuerdo corporativo”, define.
Decidida a ir por la Casa Rosada, descarta una candidatura en Buenos Aires y advierte que JxC aún no puede cerrarle las puertas a una alianza con el liberal Javier Milei para derrotar al kirchnerismo. Mientras se alista para una batalla a todo o nada, les manda mensajes a sus socios, pero, sobre todo, a Larreta: “Si los dos somos candidatos, a competir, a la cancha”.
-Máximo Kirchner vinculó el voto de los porteños con la última dictadura. ¿Qué le respondería?
-Le diría que sale de los márgenes de un debate democrático y juega peligrosamente a la vuelta del discurso de los setenta. Él debería ser mucho más prudente. Primero, porque somos una fuerza mayoritaria, que ha sido votada en todo el país. ¿Qué quiere? ¿Reproducir los años setenta ahora?
-Si bien ha hecho una autocrítica de esa época, usted militó en la JP. ¿JxC debió realizar un acto por el Día de la Memoria?
-Yo milité en la Juventud Peronista. Está tan partidizada la utilización de la memoria que nosotros no tenemos que competir en terrenos para ser contracara de ellos. La mejor memoria es la reflexión sobre el pasado. Y si hay algo que no hicieron ayer [por el jueves], es reflexionar sobre el pasado. Construyen un pasado, que no solamente es parcial, sino que divide de una manera antagónica a la sociedad, sin respetar a los verdaderos actores.
-Macri, antes de asumir, dijo que había que “terminar con el curro de los DD.HH.”. ¿Coincide con él? ¿Cuál sería su política en esa área?
-Creo que la definición de Macri se vio ayer [el jueves]. Es decir, la utilización o apropiación de una tragedia nacional convertida en un elemento de presión política interna. Eso se convierte en un curro. Los DD.HH. deben ser las garantías de libertad, convivencia democrática y acceso para todos los argentinos. A la historia hay que analizarla, para no repetirla, pero su partidización es mala. Muchos miembros de las organizaciones políticas armadas de los setenta no han hecho ningún tipo de autocrítica de su conducta violenta y eso no ayuda a la memoria. Es un error gravísimo. En realidad, debería haberse hecho un proceso como el que encabezó Nelson Mandela. Allí, la sociedad pudo reconstruirse en base a la verdad.
-El expresidente no se expresó sobre el aniversario del Golpe. ¿Fue un error?
-No. ¿Por qué expresarte sobre algo que se lo han querido apropiar?
-¿Qué postura debe tomar JxC frente a la fractura del Gobierno? ¿Debe sostener la institucionalidad o resistir a Fernández?
-No. Nosotros necesariamente tenemos una posición institucional en el Congreso, pero no vamos a votar ningún proyecto que signifique ahorcar a la clase media y a los trabajadores o subas de impuestos. Si Fernández se ha comprometido con el Fondo a apretar a los que trabajan y producen, tendrá que buscar su salida por otro lado, porque eso no lo va a tener. Y esto no atenta contra la gobernabilidad. Eso es una decisión política: el Presidente deberá reconstruir su frente político o cambiar.
-Gerardo Morales y Elisa Carrió sugieren que Pro apostó o especuló con un escenario de “cuanto peor, mejor” en la discusión por la deuda. ¿Fue así?
-Absolutamente negativo. Al contrario, lo que hicimos fue demostrar con claridad que nuestro voto estaba condicionado a no respaldar un programa económico que nos llevaba al desastre. Y no lo votamos. Al default no íbamos a ir. Nos votaron para que cuidemos los intereses de la gente. Y la gestión parlamentaria de Pro permitió sacar el anexo de la ley.
-Carrió dijo que estaba decepcionada con sus socios, pero excluyó a Macri y Larreta de sus críticas. ¿Cree que fue un mensaje para usted?
-No.
Estoy dispuesta a ir a fondo contra todos los privilegios de la política
-¿A qué atribuye esas críticas de Carrió?
-Carrió conoce perfectamente mi filosofía. Sabe que soy una persona honesta, austera y valiente, y que mis principios son innegociables. Así que de ninguna manera creo que Carrió haya hablado de mí, porque sabe cuáles son mis valores.
-Morales reconoció que hay “diferencias ideológicas” en JxC y que la UCR cree en “un Estado justo, no mínimo”. ¿Será difícil concordar un programa económico con los radicales?
-Hay que dejar de tirar golpes hacia dentro de JxC y trabajar un programa entre todos. El adversario político está en otro lado.
-¿Morales tensiona porque quiere posicionarse o especula con hacer una alianza con Sergio Massa, como dicen en Pro?
-Nadie que lime la coalición que le va a dar el triunfo a la sociedad en el próximo gobierno puede salir bien parado. Nadie va a ganar votos atacando al Pro, ni nosotros agrediendo al radicalismo. Hay que cambiar el enfoque internista y estar en el dial de la sociedad: nos piden que expliquemos cómo vamos a terminar con la inflación, la corrupción, la emisión y a bajar impuestos. Este Estado que tenemos no es justo ni mínimo, es impresentable.
Su plan presidencial
-¿Cómo bajaría la inflación?
-Hay tres o cuatro maneras de bajar la inflación. Y las vamos a decir en el tiempo exacto. Pero lo tengo clarito.
-¿La Argentina necesita un cambio estructural y profundo?
-Total.
-¿Usted quiere eliminar políticas asistenciales y de subsidios? ¿Cómo haría eso sin provocar un estallido social?
-La Argentina necesita terminar con la cultura de la pobreza y con un país que pone cada vez más plata para tener más pobres. Los planes sociales tienen que durar seis meses y terminar. Y hay que abrir las restricciones que tiene el mercado laboral, sobre todo, las pymes. Esto hay que hacerlo claramente: la gente debe reemplazar el ingreso que tiene por un plan social con un empleo. Puede haber grupos minoritarios, como las madres con muchos hijos, pero todos los argentinos de 18 a 35 años que tienen un plan social deben ir a trabajar. La cultura del trabajo es fundamental.
"Siento que Mauricio Macri no se ve presidente de nuevo, sino en otro lugar"
-¿Estaría de acuerdo con dolarizar la economía, como dijo Javier Milei o el radical Alejandro Cacace, o esa no sería una buena salida?
-Yo no lo tengo como prioridad. Ya una vez nos quedamos sin moneda y terminamos en una explosión. Hay que generar un plan de estabilización, no la dolarización. Ya hemos visto lo que ha sufrido Ecuador en esta pandemia. Pero hay algunas cosas que sí hay que prohibir. Necesitamos un Banco Central (BCRA) totalmente independiente, cuyas autoridades deben elegirse por concurso, y hay que prohibir la emisión. Eso va a llevar a una baja brusca de la inflación y una posibilidad fuerte de tener una moneda que empiece a apreciarse. Lo ideal sería tener una coordinación monetaria con los países vecinos. En 1999, la devaluación de Brasil fue un golpe letal para la economía argentina.
-¿Encararía una reforma laboral desde el primer día de su gobierno? ¿La haría de forma integral o sectorial?
-La modernización laboral que necesitan las pymes es fundamental. Las pymes pierden gran parte de su capital en los juicios laborales. Hay que trabajar en un modelo donde la mayoría de los conflictos sean de carácter administrativo, no judicial. No se puede judicializar todo. Hoy, en la Argentina, cada pyme -las más pequeñas- tiene entre uno y dos puestos de trabajo reprimidos. No buscan porque tienen miedo a las consecuencias. Si hago la cuenta, podría tener un shock de trabajo fuerte si saliera de esta situación tan negativa y rígida. Pero todos, empresarios y sindicatos, tienen que salir de su zona de confort.
-¿A los sindicalistas les preocupa que asuma usted por su currículum?
-Por mi personalidad. Yo puedo ser muy dura, pero también dialoguista si ellos están dispuestos a aportar a la solución argentina y a sentarse a la mesa para cambiar, no para mantener las cosas como están.
-¿Le gustaría que Carlos Melconian sea su ministro de Economía?
-No voy a hablar todavía. Me gusta Melconian. También estoy trabajando con Luciano Laspina, que está armando un equipo con muchos economistas. Te nombro a Laspina, Hernán Lacunza y Melconian. Estoy trabajando con todos.
Algo fundamental en la Argentina, que es tan importante como la macro, es la desregulación y desburocratización. Hay que limpiar entre dos mil y tres mil resoluciones que impiden que la Argentina funcione. Eso hay que hacerlo también con las provincias y municipalidades. Te doy un ejemplo: se tiene que terminar la factura de luz en la que te cobran la tasa vial.
"Yo creo más en la ampliación del crédito social que un acuerdo corporativo [como plantea Larreta]"
-¿Hay consenso en torno a estos planteos en JxC? Macri dijo que hay sectores de la coalición que están “contaminados por ideas populistas”.
-No voy a entrar en peleas hacia dentro de la coalición. Toda sociedad que ha sufrido muchos malos momentos económicos tiene una contradicción: quiere un cambio profundo, pero, a la vez, le tiene mucho miedo. Entonces, tenemos que romper ese miedo y ser capaces de demostrar que ese cambio profundo, que no es optimismo o una esperanza vacía, será con esfuerzo. Pero que eso tendrá un rédito concreto. Cada vez menos argentinos le tienen miedo al cambio porque se dan cuenta que pierden más en el tobogán de la decadencia que en una trasformación que les permita pensar que ellos y sus hijos van a estar mejor.
"La inclinación de Macri por Larreta o por mí sería la división de Pro"
-¿Larreta y usted tienen dos proyectos distintos, con visiones disímiles sobre el manejo de la economía y la construcción política?
-En la construcción política, Larreta plantea una tesis que, desde mi punto de vista, es paralizadora. Si crees que vas a arreglar con el 70% del sistema político actual el cambio de sus privilegios, te vas a encontrar con que cada uno te va a decir: “me siento en la mesa, pero yo no cambio”. Al cambio hay que empujarlo y crear las condiciones. Y trabajar con los jóvenes y con la sociedad que quiere cambiar. Y hemos visto cómo Formosa tuvo que terminar con su prisión a partir de sus marchas por la libertad o cómo tuvieron que abrir las escuelas a raíz de los padres que salieron a pedir por sus hijos y la educación. Yo creo más en la ampliación del crédito social que en un acuerdo corporativo.
-¿Larreta propone “un acuerdo corporativo”?
-Es un debate. Yo lo veo así.
-¿El próximo presidente no podrá ser “tibio” para hacer esas transformaciones que plantea?
-Es que ya lo probamos. La tibieza no nos sirve. Es la convicción que uno debe tener. Si hay muchos actores políticos que se les piden que cambien hace años y te responden con piedras…Bueno, hay que saltear a los que te tiran piedras y abrazar a los que se van a acercar para cambiar, no para que les garantices sus privilegios.
-Si no saldan esta discusión, ¿JxC corre el riesgo de que le pase lo mismo que al Frente de Todos, es decir, ser un gobierno que no funciona porque conviven dos proyectos distintos?
-No. Porque lo vamos saldar en las PASO. El que gane las primarias trabaja el proyecto e integra a todos. Habrá una base de proyecto común.
-¿El que gane las PASO lidera en JxC?
-Hay un proyecto común que se está construyendo. Después, cada uno le pondrá su impronta. Es importante que se respete eso. Yo quiero un gobierno de verdadera coalición, no del Pro con aliados.
-¿El que “gana conduce y el que pierde acompaña”?
-No. Eso no es así. El que gana integra a todos. Eso es muy importante.
La interna en Pro
-El jueves se juntó con Macri. ¿Es cierto que el expresidente la está ayudando a armar sus equipos y fortalecer su proyecto presidencial?
-No, Macri está ayudando a armar los equipos de Pro y de JxC. No tiene la teoría de que haya equipos individuales. Quiere que todos los economistas de Pro y JxC trabajen en conjunto. Pretende que se armen equipos fuertes para el gobierno, no para un candidato.
-¿Cree que Macri podría volver a ser candidato en 2023?
-Poder, puede. Siento que no se ve presidente de nuevo, que se ve en otro lugar. Pero poder, puede, por supuesto.
"Larreta plantea una tesis paralizadora; al cambio hay que empujarlo"
-Usted quiere ir por la presidencia. ¿Solo se bajaría de la carrera si Macri es candidato?
-No es una pregunta que pueda contestar. Lo que sí le digo es que si uno quiere ser campeón del mundo, le tiene que ganar a todos. No estoy pensando en una competencia con Macri. Tengo una concepción que no está dedicada a Macri. Sería un error plantearlo así. Si uno quiere cambiar la Argentina, no es problema de ganarle a uno u otro, sino de ser capaz de generar una confianza profunda.
-¿Estaría dispuesta a competir con Macri en una interna o no?
-Es un escenario que me llevaría a contestar un “sí” o un “no” en algo que no… No quiero responder esa pregunta. Eso [decir si competiría o no] me enfrentaría o me subordinaría a Macri y ninguna de las dos cosas me parecen una buena posición en este momento.
-¿Macri confía en su capacidad para gestionar o se terminará inclinando por Larreta?
-Yo ya demostré mi capacidad de gestión, que tuvo un reconocimiento nacional. Y esto de Horacio de decir que “tiene que haber un solo candidato de Pro y voy a ser yo”. Bueno, a ver, a competir. Si somos candidatos, a competir; a la cancha. ¿Ajá?
-Si no es candidato, ¿Macri será el elector entre Larreta y usted?
-No creo que sea un buen rol. La inclinación de Macri [por uno u otro] sería la división de Pro. No.
-¿No lo imagina a Macri como elector?
-¿Elegir a uno u otro? Lo pondríamos en el lugar de dividir. Nunca le pediría que me apoye si yo decido ser candidata. Tenemos que elegir un candidato a presidente, pero fortalecer al Pro y a la coalición.
-¿El Pro puede competir en las PASO con dos candidatos contra uno de la UCR? ¿Ese escenario no perjudicaría a su partido?
-No hay que evaluar Pro versus radicalismo, sino la coalición. Si miramos las PASO del año pasado, hubo internas cruzadas en la mayoría de los distritos. La gente vota a la coalición, no a un partido.
"Decir que yo competiría o no en una interna con Macri me enfrentaría o me subordinaría a él"
-¿Se imagina una interna entre “halcones” y “palomas”?
-Eso es una caracterización que simplifica la complejidad de los problemas que tiene la Argentina. Necesitamos dureza, pero también suavidad, porque hay que cuidar a la gente, que ha sufrido mucho. A veces habrá que ser firme y en otras ocasiones, suave. Lo que no se negocia es el cambio.
-¿Es verdad que el larretismo le ofreció competir como candidata a gobernadora?
-A mí no me lo dicen. Me entero por los off de los diarios. Creo que [Larreta] no se animaría a decírmelo.
-¿Estaría dispuesta a postularse como senadora para enfrentar a Cristina Kirchner?
-Yo tengo domicilio en la Ciudad, en donde nací y me crie. Y no estoy de acuerdo con cambiarme del lugar donde siempre he vivido. No se me ocurre ser senadora, y mucho menos por la provincia, donde nunca viví.
-¿Descarta competir en la provincia?
-¿Y por qué voy a competir en la provincia? Yo no soy de ahí. He sido tres veces diputada por la Capital. He tenido cargos nacionales y nunca tuve un cargo en la Capital.
-¿Le molestó que Larreta le haya sacado a Florencia Arietto?
-Eso no se hace en política. Si hay alguien que está trabajando conmigo y yo la traje, eso no se hace. Pero ya está, prescribió.
-¿Corre con desventaja en la competencia con Larreta, que tiene la caja y estructura de la Ciudad?
-¿Va a usar la caja para la campaña? No sé. Es una pregunta que nunca me haría. No pensaría que la caja de la Ciudad puede ganar una elección. ¿Qué significa la caja de la Ciudad?
-¿Dar cargos o contratos a potenciales aliados?
-No. Es la caja de los ciudadanos. La campaña se tiene que financiar con los aportes de ciudadanos y privados. Nunca hay que utilizar la caja de la Ciudad. No se me ocurre pensar en esa hipótesis. Igualmente, creo que hay mucha fantasía con la idea de que con el dinero hoy se resuelve una elección. Maldito dinero [risas].
-¿La elección “se gana con el corazón, no con la billetera”?
-Se gana con el corazón, ideas, valentía y convicción. Y con equipo.
"No pensaría que la caja de la Ciudad puede ganar una elección"
-Habla de equipo, ¿está cerca de sumar a Emilio Monzó como armador nacional?
-Emilio es una persona que tiene que ayudar al encuentro de muchos dirigentes que en el último tiempo han estado divididos. Él tiene una tarea en ese sentido y le puede servir a todos. No sería bueno que yo le ofrezca sumarse a un equipo.
La irrupción de Milei
-¿Milei es una amenaza para JxC y, sobre todo, para Pro? ¿Se les pueden filtrar votantes en 2023 y, por eso, usted insiste en sumarlo?
-Más que una amenaza, es un desafío que muchos jóvenes estén pensando en Milei. Y también es una apertura de cabeza que nos sirve. No sé si lo vamos a sumar a JxC, pero sirve para abrirnos a las ideas de libertad y cambio que la Argentina necesita.
-¿Se equivocan Morales, Carrió y Lousteau al rechazar la incorporación de Milei?
-Dos años antes de [la convención radical de 2015] Gualeguaychú nadie veía posible un acuerdo entre la UCR, Pro y la CC. Yo no me apresuraría en decir eso. No quiero ser taxativa en cosas que hoy no es el momento de definirlas.
-Milei habla de la “casta”. ¿Macri debió hacer un mayor ajuste en la política o no?
-Creo que el próximo gobierno va a necesitar, y yo estoy dispuesta a hacerlo, muchas más señales de cambio respecto de lo que la sociedad ve como los privilegios de la política. Hoy, un ciudadano que no tiene un amigo político se pregunta cómo se entra el Estado. Eso hay que cambiarlo de cuajo. Yo estoy dispuesta a ir a fondo contra todos los privilegios de la política.
-¿En la Ciudad también tienen que ajustar el gasto público?
-Pienso que en todo el país es necesario tener un Estado profesional en todos los sentidos: simplificado y con menos trabas.
-¿Hay que privatizar Aerolíneas Argentinas, como sugirió Macri?
-Mi idea es que todas las empresas públicas sean manejadas desde una centralidad, como hizo España, y todas tienen que tener pautas y tiempos. El que no las cumpla, se verá lo que se hace. La Argentina no puede gastar lo que gasta en Aerolíneas, en Río Turbio o los astilleros. Hay que analizar y modernizar muchas cosas. Todavía no se puede dar aún una solución. Lo que sí va a tener Aerolíneas es competencia, que la han destruido: Pablo Biró quiere volar él solo.
-¿Para hacer una reforma laboral, fiscal o previsional se necesita dar una batalla cultural o la sociedad cambió?
-La batalla cultural está en marcha. La sociedad argentina se está dando cuenta de que pone su plata en un pozo ciego y que el Estado no es de servicios, sino apropiado -ahí uso una palabra de Milei- en muchos sectores por “castas” que no tienen ninguna relación con el servicio que deben prestar. Y hay otras zonas que están profesionalizadas. No se puede generalizar.
"Más que una amenaza, Milei es un desafío y una apertura de cabeza que nos sirve en JxC"
-¿Qué dice de la agresión de Marcelo Peretta (Farmacéuticos), su aliado en el sindicalismo? ¿Lo condena?
-Hablé con él y pidió disculpas. Me parece bien que lo haya hecho.
-¿Jorge Macri es el mejor candidato para suceder a Larreta en la Ciudad o el Pro puede tener varios postulantes?
-Puede tener varios. Waldo Wolff y Jorge son grandes candidatos.
-¿Hay un acuerdo en Pro para que Jorge Macri herede la Ciudad y Santilli sea el candidato por la provincia?
-No sé quiénes hacen esos acuerdos. Hay más centralidades en Pro. Los acuerdos que se hacen solamente en una oficina no han tenido buenos resultados.
-¿Lo dice por la oficina del tercer piso de Uspallata?
-El trueque que se hizo de candidatos no fue la mejor decisión política. Hoy, en vez de haberse consolidado un solo candidato en la provincia, surgieron varios más. María Eugenia [Vidal] terminó bastante herida, personalmente. Yo hablo con ella y me lo cuenta. Entonces, la idea de que hay una usina que toma las decisiones se terminó. Esto es un partido democrático: el que se quiere presentar, se presenta.
-¿Santilli no es el mejor posicionado para la provincia?
-No digo que sea el mejor o no. Hay otros. Está [Javier] Iguacel, que es un gran candidato. No se consolidó todavía un poder, sino todo el mundo se hubiera alineado. Néstor Grindetti y los intendentes también quieren poner su experiencia a disposición.
-¿Usted podría hacer una alianza con Cristian Ritondo?
-Está Ritondo. Lo importante es entender que no hay una usina de decisiones.
"Se necesita dureza, pero también suavidad para resolver los problemas; lo que no se negocia es el cambio"
-¿Esto ocurre porque Larreta no capitalizó la jugada?
-Es imposible capitalizar una jugada forzada. Cuando se fuerza la realidad, no te sale bien. Y se debilitan dirigentes. Se genera el efecto contrario.
-¿Para qué quiere ser presidenta?
-Yo no dije que quiero ser presidenta. La Argentina necesita un cambio muy profundo, valiente y levantar una épica de transformación que hemos perdido hace muchos años. Eso precisa personalidad.
-¿Usted tiene esa personalidad?
-Te lo dejo ahí. Abierto.
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