Pasó finalmente al Estado la Universidad de las Madres
Se hará cargo de una deuda estimada en $ 200 millones; dependerá del Ministerio de Justicia
La estatización de la Universidad de las Madres de la Plaza de Mayo ya es ley. Con el respaldo del oficialismo y de sus aliados, y el rechazo de casi todos los bloques de la oposición, la Cámara de Diputados sancionó ayer el proyecto del Poder Ejecutivo para convertir la casa de altos estudios de la organización que conduce Hebe de Bonafini en un instituto universitario dependiente del Estado nacional.
La ley se aprobó después de cuatro horas de debate, por 132 votos a favor y 87 en contra. Se abstuvieron Alcira Argumedo (Proyecto Sur); Facundo Moyano, aliado de Sergio Massa, y los tres integrantes del bloque de Claudio Lozano (Unidad Popular). Una ausencia llamativa fue la de Martín Insaurralde, que estuvo en la sesión pero se fue antes de votar.
El PJ de San Luis fue el único bloque opositor que acompañó al oficialismo. Era parte de un acuerdo, porque también se aprobó la creación de la Universidad Nacional de los Comechingones, en la ciudad de Merlo, así como la Universidad Nacional de las Artes. En la misma sesión, se aprobó la fundación de otras seis casas de altos estudios, que pasarán al Senado. El debate no contó con la presencia del presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, convaleciente aún de un cuadro infeccioso.
La ley determina que el Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo dependerá del Ministerio de Justicia. Hoy se dictan allí las carreras de Derecho, Historia y Trabajo Social. Se dispone, además, la transferencia al nuevo instituto de las carreras, así como de los alumnos, el personal y los bienes muebles e inmuebles.
La sesión fue próspera en recriminaciones cruzadas. El kirchnerismo reivindicó la política de derechos humanos del Gobierno, destacó la trayectoria de lucha de la Asociación Madres de Plaza de Mayo y la política de educación superior, que incluyó la creación de nueve universidades públicas desde 2003, además de las que se votaron ayer.
La oposición centró sus críticas en las sospechas de corrupción que pesan sobre la Fundación Madres de Plaza de Mayo, también a cargo de Bonafini, y sobre el que era su apoderado, Sergio Schoklender, investigado por la Justicia. Los opositores acusaron al Gobierno de querer encubrir el escándalo por el desvío de fondos públicos por parte de la fundación en Sueños Compartidos, el proyecto de construcción de viviendas populares. También se cuestionó que el Estado se hiciera cargo de la deuda de la universidad, estimada en $ 200 millones.
En el inicio del debate, el miembro informante del oficialismo, el cordobés Martín Gill, buscó despegar al nuevo instituto universitario del escándalo de corrupción que involucró a la fundación. "No tenemos que tener actitudes mezquinas. La ley no tiene nada que ver con los hechos públicos que han sucedido en torno a la fundación y sus responsabilidades", dijo. El diputado afirmó que técnicamente no se trataba de estatización, dado que se creaba una institución nueva "sin continuidad jurídica" con la universidad que opera hoy en la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Al fundar su rechazo a la iniciativa, Margarita Stolbizer (FAP) pidió no dejar de lado las "implicancias políticas" del proyecto, enumeró las irregularidades detectadas por la Auditoría General de la Nación en Sueños Compartidos y citó los cuestionamientos de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, sobre la estatización de la Universidad de las Madres.
En la misma línea, Fernando Sánchez (Coalición Cívica) pidió no convalidar un "fraude" y dijo: "No estamos discutiendo de derechos humanos ni de política universitaria. Estamos discutiendo una gran maniobra para tapar una defraudación al Estado", afirmó. Néstor Pitrola (FIT) comparó el caso de la Universidad de las Madres con el caso de la imprenta Ciccone. "Estamos ante una estatización de un instituto que viene a ser un nuevo caso Ciccone. Si Ciccone no garantiza soberanía monetaria, menos que menos la Universidad de las Madres va a garantizar la política de derechos humanos", advirtió.
El cierre estuvo a cargo de Juliana Di Tullio, presidenta del bloque oficialista, que defendió a las Madres. "Tratar de ligar a esta organización con algún hecho de corrupción es ofensivo, malicioso y mentiroso", dijo. Y agregó: "Las Madres de Plaza de Mayo no pueden dar explicaciones en este recinto; lo que han dado es ejemplo con su vida en todos estos años".
Duro cruce entre tres diputadas
Un escándalo se desató ayer en la Cámara de Diputados cuando la diputada Elisa Carrió (Coalición Cívica) embistió contra la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, la ultrakirchnerista Diana Conti, por "los maltratos" que había recibido la oposición el día anterior, al debatirse en comisión la ley de hidrocarburos. Conti se había trenzado con Graciela Camaño (Frente Progresista) y Carrió salió en su defensa. Conti le enrostró su pasado como funcionaria judicial durante la dictadura y, sorpresivamente, la chaqueña Sandra Mendoza respaldó a la líder de la Coalición Cívica. "Quiero salir en defensa de Carrió y no quiero callarme la boca. Porque "Lilita" viene de la procedencia de padres radicales demócratas", enfatizó.
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