La CGT sostuvo que el paro fue “contundente” y le reclamó al Gobierno que “tome nota” y “rectifique el ajuste”
Los gremios nucleados en la central obrera hicieron su evaluación de la segunda huelga contra Milei en cinco meses; amenazaron con otra protesta, aunque no dieron precisiones
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“Contundente” y “exitoso”. Así calificó hoy la CGT al segundo paro general que activó en cinco meses de gestión contra el Gobierno de Javier Milei. Argumentó que la medida de fuerza tuvo “sustento social y político” y sugirió que el Gobierno debería “tomar nota” y cambiar su política de ajuste. “Nos están llevando a un extremo”, advirtieron los sindicalistas desde la sede histórica de la central obrera sobre la calle Azopardo.
“El éxito del paro fue porque tiene el sustento social y político para llevar adelante este tipo de medida de fuerza. Es un paro político porque estamos discutiendo todas las acciones que vienen dañando el entramado de nuestro país. El Gobierno debe tomar nota para rectificar su política de ajuste”, dijo Héctor Daer, uno de los integrantes del triunvirato de mando. Habló desde el salón Felipe Vallese, rodeado del consejo directivo.
Pablo Moyano, otro de los referentes cegetistas, relativizó las acusaciones que surgieron desde el Gobierno y amenazó con una “mayor conflictividad” en caso de que no haya un cambio. Además, calificó irónicamente a la gestión de Milei con “un menos diez”. E insistió con que el ajuste recayó sobre los más vulnerables. Daer, antes, había enumerado algunos indicadores: un 31% de caída real en las partidas presupuestarias de jubilaciones y pensiones, un 87% en obras públicas, un 39% en subsidios al transporte, un 76% en transferencias a las provincias, un 18% en recorte a las universidades y un 13% en programas sociales. El jefe del sindicato de la Sanidad se mostró desafiante con la prensa y exhibió un recorte de LA NACION en el que se evidenciaba la caída del poder adquisitivo de los salarios y el hundimiento de la industria y la construcción.
“Pretendemos que se tome nota. Es un llamado a las autoridades para encontrar un rumbo a que resuelva el daño que están causando”, planteó Daer. A su lado, Andrés Rodríguez, jefe de los estatales de UPCN –de marcada presencia en el salón– amenazó: “Si no hay cambios, seguiremos con las medidas de fuerza”.
También tomó la palabra Julio Piumato, del gremio judicial. “Este paro actuó con las garantías de la Constitución nacional y las que el Gobierno quiere violentar”, dijo. Su reacción fue porque Milei, a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/23, intentó transformar la huelga en un delito.
Los sindicatos, además, reforzaron su rechazo a la Ley Bases y al paquete fiscal que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados. Tienen previsto reunirse en los próximos días con senadores radicales para intentar convencerlos de que rechacen la iniciativa, en línea con Unión por la Patria. La CGT no descarta una movilización al Congreso para el 23 de este mes, cuando se prevé que los proyectos se voten en el Senado.
En un ambiente distendido y calmo, a tono con la actividad en las calles del centro porteño, en la antesala a las declaraciones de los jefes sindicales se daban pequeños focos de conversaciones aisladas, en las cuales no faltaron referencias a los partidos de fútbol locales e internacionales de los últimos días, pero tampoco a los vidrios rotos de algunos colectivos que colmaron las redes hoy por la mañana. “No es la generalidad del paro”, relativizó un cegetista en un rincón del salón.
Pasadas las 15.15, el ambiente se electrificó con la llegada de los popes sindicales, quienes, en un movimiento coordinado, desfilaron por uno de los pasillos laterales para subirse al escenario e iniciar, con algunos minutos de retraso, la conferencia que lideró el sanitarista y secretario general, Héctor Daer. Por primera vez, los gremialistas superaban en número a los fotógrafos y periodistas.
Flanqueado por los otros miembros de la cúpula cegetista, el líder de los camioneros, Pablo Moyano, y Carlos Acuña, secretario general del sindicato de empleados de las estaciones de Servicio, Daer encabezó la evaluación del paro, felicitó a los trabajadores por el acatamiento e hizo foco en la “agenda” detrás de la medida de fuerza. Allí, entre otros temas, incluyó la baja en el poder adquisitivo, la “estrepitosa” caída del sector industrial y el desabastecimiento en los comedores comunitarios. El “éxito” de la medida, alegó Daer, radicó en el “sustento político y social” de estas problemáticas.
En más de una oportunidad, el líder sanitarista reparó en el episodio que protagonizó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hoy a la mañana, cuando en un gesto que buscaba respaldar a los colectivos que circulaban en medio del paro, se subió a una de las líneas que pasaba por la estación Constitución. La tarjeta Sube que empuñaba la ministra no tenía carga. Más allá del blooper, el “éxito” de la medida de fuerza, argumentó Daer, se vio en aquel colectivo: “No había nadie”, insistía el líder cegetista, en referencia a los pasajeros.
“La contundencia demuestra que el Gobierno tiene que tomar nota de lo que significa esta expresión de los trabajadores para reconfigurar su política de ajuste”, remarcó Daer. “Nosotros tomamos nota del acompañamiento, el Gobierno debe tomar nota y reconfigurar su política de ajuste, que nos está llevando a un extremo”, insistió.
A su turno, en un intento por resaltar el acatamiento de la medida, Pablo Moyano afirmó: “No ha circulado ningún tipo de transporte”. La empresa DOTA, sin embargo, que controla el 20% de los colectivos que circulan por el AMBA, no adhirió al paro y la normalidad de sus más de 40 líneas se vio apenas afectada, según afirmó el director de la firma, Marcelo Pasciuto.
Moyano, de pocas intervenciones, no se privó de tirar munición gruesa contra el oficialismo. “Que él se solidarice con los trabajadores –dijo, en alusión al ministro de Economía Luis Caputo– es como que Barreda se ocupe de la familia”, comparó. El diputado nacional, José Luis Espert, también fue blanco de los ataques del líder de camioneros: “pobre viejo meado”, arremetió Moyano, al recordar que Espert lo tildó de “simio”. “El paro les dolió”, afirmó en otro tramo.
“No es el camino hacer desaparecer el Estado”, indicó Daer e insistió con la derogación del DNU. “Le da legalidad a lo que pretenden hacer con Telam, por ejemplo”, señaló. “La homologación de los convenios colectivos es un tema medular”, agregó, en otro tramo de su discurso. De perfil más dialoguista, Daer dejó una frase con vistas a no dinamitar del todo los puentes con el Gobierno. “La CGT está dispuesta a conversar todos y cada uno de los temas”, dijo casi sobre el cierre.
Antes de ponerle término a la conferencia, Daer agradeció contar con la presencia del líder de la Unión de los Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Alejandro Gramajo, electo en noviembre del año pasado como secretario general del movimiento que agrupa a los trabajadores de la economía informal, pero que carece de personería gremial. Daér le dedico un guiño al meter al “desabastecimiento de los comedores” dentro de la “agenda” que empujó el paro. Un punto de contacto entre el mundo de la informalidad y el empleo registrado.
Ante una consulta puntual sobre una estación de servicio que debió cerrar sus puertas a las pocas horas de iniciada la jornada, Carlos Acuña, secretario general del sindicato del sector, se mostró sorprendido: “No hemos recibido ninguna queja”, remarco, y añadió: “Me extraña esto que comentás”.
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