Parlasur: una legislatura sin brillo que se coló en la campaña
Por primera vez, la Argentina elegirá por voto directo a sus representantes legislativosen el Mercosur; persiste la polémica sobre los fueros que tendrán sus miembros
Lejos de despejar interrogantes, la elección directa de los legisladores del Mercosur que se dará en los próximos comicios desató una catarata de dudas, peleas y polémicas que cristalizan fielmente a un bloque regional signado por sus propias contradicciones y crisis permanentes.
Los deseos nunca concretados de Cristina Kirchner de presentarse como candidata al Parlasur, sumado al debate por el presunto uso de los fueros parlamentarios para eludir causas penales y el desfase en la fecha de elección directa de los mercodiputados argentinos respecto de otros socios del bloque, pusieron bajo la lupa a un Congreso regional que empezó a funcionar en 2007, pero que hasta ahora carecía de brillo.
La novedad de las PASO será que en la boleta de candidato a presidente, gobernador, intendente o legislador estará también la de los 19 postulantes al Parlasur por cada partido a nivel nacional, más un representante para ese congreso de cada provincia. De esta manera, tras las elecciones nacionales la Argentina pasará de tener 26 miembros del Parlasur, como ahora, a 43 parlamentarios. Esto es así porque con la elección directa cambiarán las proporciones de los miembros del Congreso del Mercosur. Hasta ahora sólo Paraguay eligió en forma directa a sus mercodiputados. Uruguay, Brasil, Venezuela y Bolivia -flamante nuevo miembro pleno del bloque- tendrán plazo hasta 2020 para designar por elección directa a sus representantes del Parlasur. Pero en medio de esta transición habrá un desfase de bancas que ya despertó una polémica interna.
¿Podrá el Parlasur vetar las decisiones de los presidentes del Mercosur? ¿Las resoluciones y proyectos que aprueben los mercodiputados deberán ser atendidas obligatoriamente por los países miembros? ¿Cobrarán sueldos fijos los representantes del Parlasur? ¿Tendrán una sede permanente? ¿Funcionará el Parlasur como el Parlamento Europeo?
Estas y otras preguntas están atadas a la novedad de la boleta de candidatos al Parlasur. Pero aquellos ciudadanos que piensen que estarán votando por un Parlamento similar al de la Unión Europea aggiornado al Mercosur se equivocan extensamente.
Nada más lejos que las facultades, poder y alcance que tiene el Parlamento Europeo con las limitaciones y debilidades que tiene el Parlasur, más allá de que sus miembros vayan a ser elegidos en forma directa y no como ocurre desde 2007, en que los mismos diputados o senadores se cruzaban en sus tiempos libres a Montevideo para sesionar.
El resultado del Parlasur hasta hoy fue poco menos que lamentable: en 2014 sólo sesionó dos veces, este año lleva apenas una reunión y no se recuerda una sola resolución que haya gravitado, aunque sea en la retórica, en el debate de los presidentes del bloque.
Aquellos defensores del Parlasur y de la elección directa de sus miembros aducen que esta dinámica cambiará desde diciembre porque sus miembros cobrarán una dieta fija y deberán rendir cuentas a sus partidos.
Sin embargo, las facultades del Parlasur no quedarán alteradas. Los mercodiputados tienen derecho de voz y voto para cualquier acta del parlamento, incluyendo: dictámenes, proyectos de normas, recomendaciones y pedidos de informes. Pero cada una de sus resoluciones no es vinculante y, además, debe ser refrendada por cada Congreso de los países miembros. Es decir, que al menos hasta 2020, cuando todos los miembros sean elegidos en forma directa, nada indica que el poder lánguido del Parlasur vaya a cambiar sustancialmente.
"Resulta muy difícil en países de fuerte regímenes presidencialistas, como los latinoamericanos, que un Parlamento tenga peso político. En cualquier caso, lo que resuelva el Parlasur siempre va a quedar atado a las voluntades de los presidentes", admitió a LA NACION el mercodiputado uruguayo Daniel Caggiani, del Frente Amplio.
Debate por los fueros
Desde el momento en que el Gobierno deslizó que Cristina Kirchner podía llegar a ser candidata al Parlasur se abrió un fuerte debate en la Argentina, sobre el eventual uso de los fueros que podrían obtener algunos funcionarios para eludir el acoso judicial a futuro. Pero, presentadas las listas de postulantes para las PASO, el kirchnerismo no candidateó a la Presidenta. No obstante, la polémica sobre el uso de prerrogativas parlamentarias en el Parlasur persistió.
De hecho, la candidata a mercodiputada por el frente opositor Cambiemos, Mariana Zuvic, decidió renunciar a los fueros antes de iniciar la campaña como un gesto desafiante hacia el kirchnerismo. "Si queremos que el Parlasur pueda cumplir con la tarea noble para la que fue pensado, lo primero que tenemos que asegurarnos es que las personas que pretenden integrar ese cuerpo sean idóneas. Mientras existan los fueros parlamentarios como funcionan hoy esto no va a pasar, porque la prioridad va a ser buscar la inmunidad parlamentaria", dijo Zuvic a LA NACION.
En esta misma línea, el ex vicecanciller de Carlos Menem y ahora activo asesor del Frente Renovador, Andrés Cisneros, desafió a quienes se postulan al Parlasur: "Los candidatos harían bien en presentarse a las elecciones renunciando a los fueros y a los salarios", expresó. Cisneros también remarcó que "el Parlasur comparte con el Mercosur un estado catatónico, aunque si estas elecciones directas sirven para poner en marcha el bloque habrán servido de algo, si no quedará el Parlasur como otro aguantadero de políticos sin trabajo".
Desfase con Brasil
Actualmente, el Parlasur está integrado por 122 bancas de las cuales 23 son para Venezuela; 37 para Brasil; 26 para la Argentina; 18 para Paraguay y 18 para Uruguay. Esta distribución de bancas cambiará en cuanto los Estados partícipes del bloque elijan a sus representantes de manera directa. La nueva cantidad de parlamentarios del Mercosur que le corresponderá a cada país se definirá teniendo en cuenta el método poblacional decreciente. Así, para 2020 habrá un Parlasur de 186 escaños, donde a Brasil le corresponderán 75 parlamentarios; a la Argentina, 43 parlamentarios; a Venezuela, 32; a Paraguay, 18, y a Uruguay, otros 18. Aun no se definió el número para Bolivia que acaba de ingresar.
Pero en la transición a este nuevo mapa del Parlasur ya estalló una fuerte polémica. Según un relevamiento que hizo Poder Ciudadano, en consulta con la Secretaría de Comunicación del Parlasur, la Unidad de Enlace con el Parlamento del Mercosur dentro de la Cámara de Diputados y del Senado, Brasil pasará a tener 43 y 75 bancas, pero sólo una vez que elijan a sus parlamentarios del Mercosur en forma directa. De esta manera, la Argentina tendrá a fines de este año más bancas que Brasil (43 sobre 37, a pesar de tener una población mucho menor a la del país vecino). El desfase de escaños recién se acomodará una vez que Brasil elija antes de 2020 en forma directa a sus mercodiputados.
Según confirmaron a LA NACION fuentes calificadas de la diplomacia de Brasil, este tema ya fue planteado por los diplomáticos de Itamaraty en el seno del Mercosur y también formó parte de una discusión reservada de cancilleres en la cumbre de presidentes que culminó ayer en Brasilia.
"Si queremos que el Mercosur y el Parlasur no agonicen debemos avanzar en forma sumultánea en la reforma de su congreso, con igualdades de todos los miembros, y esperar que en un futuro inmediato este Parlamento emita decisiones vinculantes", expresó a LA NACION el diputado radical Mario Negri, actual miembro del Parlasur.
En esta misma línea, Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, destacó en un informe público que "la elección de los parlamentarios por parte de la ciudadanía es un paso importante. Luego, el desafío será construir un espacio regional que permita potenciar a la región a partir de sus intereses comunes".
Durante la campaña presidencial se verá a los candidatos por el Parlasur de cada partido planteando sus propuestas. Hasta ahora se desconocen los objetivos y planes que tiene cada partido para sus postulantes, más allá de haber mostrado algunas figuras de renombre, como Jorge Vanossi por la alianza UNA; Juan Carlos Zabalza y Héctor Polino, por el Frente Progresista; Miguel Espeche Gil, por la Coalición Cívica, y Rodolfo Terragno, por la UCR, entre otros.
El ex canciller de Cristina Kirchner y actual primer candidato al Parlasur por el FPV, Jorge Taiana, expresó a LA NACION que su objetivo central en el Parlasur será "fortalecer el Mercosur, superando desconfianzas y resolviendo las diferencias existentes, contemplando los intereses de todos los Estados parte y de sus ciudadanos".
Además, Taiana cree que el Parlasur debe participar en las negociaciones comerciales entre el Mercosur y otros bloques regionales porque representa los intereses y la voluntad de cada uno de los pueblos de sus estados miembros. "Desde el FPV estamos en condiciones de aportar a la institucionalización y consolidación del Mercosur para poder superar problemas coyunturales y poder avanzar en una agenda de largo plazo", añadió el ex canciller.
No será tarea sencilla que los presidentes dejen que el Parlasur se involucre en las negociaciones del Mercosur con la UE por un acuerdo de libre comercio. De hecho, esas negociaciones están empantanadas desde hace más de diez años por desavenencias internas de cada bloque.
Numeros en baja
La tarea de reflotar el Mercosur no parece ser sencilla si se observa un alicaído espacio que cada vez se funde más en un bloque ideologizado en lugar de dar paso a una potencia económica unificada. Mucho menos fácil parece ser concretar el desafío que se planteó Taiana de que el Parlasur supere las desconfianzas existentes, de cara a los resultados del bloque regional.
El director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), Marcelo Elizondo, acaba de emitir un duro informe sobre la crisis que atraviesa el Mercosur. "Sus principales componentes no están funcionando. El arancel externo común está afectado por numerosas excepciones, la prevista eliminación de restricciones al comercio intra región está afectada por los límites a las importaciones (especialmente de la Argentina), la integración productiva está interrumpida por obstáculos a la inversión transfronteriza entre sus miembros y la coordinación de políticas macroeconómicas entre sus miembros ha sido sustituida por diferencias sustanciales entre políticas públicas en los países", se destaca en el documento de DNI.
Al informe lo acompañan números poco optimistas para el futuro del Mercosur. En materia comercial, en 2014, el Mercosur exhibió una caída de sus exportaciones de 9,6%. La inversión extranjera directa también cayó en el Mercosur: según Cepal, la inversión extranjera neta alcanzó en el Mercosur en 2014 unos 71.615 millones de dólares, mientras que en 2013 había sido de 83.788 millones de dólares y en 2012 había alcanzado 85.107 millones de dólares.
"Cuanto más sólido seamos como bloque internamente, mayores serán los logros para desarrollo de nuestros pueblos. Y eso sucederá cuando el Parlasur deje de funcionar testimonialmente", dijo Sebastián Velezquén, uno de los referentes del Frente Renovador en política exterior.
Estas intenciones sólo dejarán de ser expresiones de deseo si hay verdadera voluntad política de los presidentes del Mercosur de darle mayor fuerza al Parlasur y al propio bloque.
"El Parlasur podría constituirse en un buen instrumento para profundizar el proceso de integración, otorgándole institucionalidad al bloque.Pero para que esto suceda, es necesario, primero, que exista una verdadera voluntad política de avanzar en un proceso de consolidación del Mercosur donde se parta del sinceramiento del diálogo político y de las visiones e intereses sobre la integración de los países que lo integran", destacó a LA NACION Fulvio Pompeo, que asesora a Mauricio Macri en temas de política exterior.
Por el momento, el Parlasur enfrenta una dura paradoja: sus resoluciones no son vinculantes y tampoco lo serán en el futuro inmediato, mucho menos si se tiene en cuenta que ni los propios Estados miembros pueden cumplir con la normativa que le exige el Mercosur para su ingreso. Así, por ejemplo, Venezuela ingresó en 2013 al Mercosur, pero aún no ajustó siquiera el 50% de sus leyes arancelarias al bloque.
Un largo camino queda por recorrer para contar con un Mercosur a pleno y un Parlasur con verdadero peso político. En caso contrario, como dice el embajador Eduardo Mallea, presidente de la Asociación Profesional del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior: "Estamos en una etapa Preparlasur, en la que el propio Parlasur podrá correr con el riesgo eterno de quedarse como un espacio para emitir meros enunciados declarativos, sin el menor peso normativo".
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