Coronavirus en la Argentina: la mayoría de las paritarias están frenadas y crece la tensión
La realidad económica que traza el coronavirus alteró el calendario de las paritarias. La mayoría de las negociaciones están en suspenso y quedaron atadas al curso de la crisis sanitaria y de la inflación. Con el año por la mitad, solo cuatro gremios cerraron un aumento a largo plazo mientras que la gran mayoría pulsea por subas a cuenta o por evitar suspensiones con recortes de sueldo.
Entre las negociaciones que tuvieron su campanazo de largada, se encuentra la del sindicato de los camioneros, que lidera Hugo Moyano. A diferencia de otros años, el gremio no envió como en todos los inicios de junio su pedido por escrito a las cámaras empresarias del sector, que ya advirtieron que no están hoy en condiciones de otorgar un aumento. Los empresarios aguardan la conversación con el gremio con datos sobre la mesa: aseguran caídas en la producción de entre 50 y 80 por ciento en todas las ramas, desde el transporte de alimentos y bebidas al de combustibles y caudales, según informaron a LA NACION. La estadística es irrefutable, se jactan los transportistas, esperanzados en hacer entrar en razón a Moyano.
"Nosotros rechazamos el acuerdo para reducir salarios que firmó la CGT con la UIA", dijo hoy Pablo Moyano, número dos de los camioneros, en declaraciones a Futurock.
Dos de los cuatro gremios que pactaron subas a largo plazo lo hicieron antes del avance de la pandemia en el país. Se trata de la Unión de Trabajadores de Entidades Civiles y Deportivas (Utedyc), que logró un alza de 20% en tres cuotas por siete meses. El otro el Sindicato de Empleados y Obreros de la Enseñanza Privada, que encabeza Guillermo Marconi, que convino una suba de 22% por seis meses con los rectores de las universidades privadas.
Los otros dos casos son el gremio de los desmotadores de algodón y el de los aceiteros. El primero firmó una suba de 30%, aunque incluye una recomposición por la inflación de 2019. El segundo cerró un aumento de 25% y elevó el sueldo básico de la actividad a $68.678. Ambos sindicatos suelen obtener paritarias por encima de la media porque negocian con empresas multinacionales que mandan en la industria de oleaginosas.
El gremio bancario, que suele abrir la temporada de paritarias, acordó en enero una suba a cuenta segmentada por categoría de entre un 5 y un 9%. La negociación se retomaría cuando pase la crisis sanitaria.
El Sindicato de la Sanidad, cuyo referente en la provincia de Buenos Aires es Héctor Daer, jefe de la CGT, acordó recientemente un aumento de 7,8% para el personal de droguerías y laboratorios. Daer, sin embargo, no logra aún destrabar la negociación por el personal de hospitales y clínicas, quienes están en la primera línea de combate contra el coronavirus y que en algunos casos sufrieron recortes, como sucedió en el Hospital Italiano. También continúa empantanado el bono de $5000 que el Estado anunció para el personal de la salud como incentivo por su labor en la pandemia.
El Sindicato de Empleados de Comercio acordó un plus salarial de $5000 para el personal de las cadenas de supermercados y mayoristas por prestar servicios en medio de la pandemia. Sin embargo, en el resto de los rubros el gremio avanzó en suspensiones con recortes salariales del 25% del salario neto. El mercantil Armando Cavalieri, de hecho, fue uno de los impulsores del convenio que la CGT y la Unión Industrial Argentina sellaron a fines de abril pasado por suspensiones y reducciones de sueldo.
Con actividades paralizadas por la pandemia, a los metalúrgicos de la UOM y a los mecánicos del Smata tampoco les quedó mas alternativa que pactar suspensiones con recortes. Así lo asumieron los dirigentes Antonio Caló y Ricardo Pignanelli, respectivamente. Esa lógica se repetirá también con los gastronómicos, cuyo referente, Luis Barrionuevo, proyectó una caída del empleo en su sector de alrededor un 50%.
"Hay que ver área por área, pero las industrias que tengan vida y espalda tendrán que recomponer salarios si sus actividades están activas", señaló a LA NACION un jerárquico cegetista, que consideró "prematuro" afirmar que habría un contexto generalizado de paritarias cero.
Será otra la negociación para las actividades en las que su músculo productivo no se detuvo. Así lo planteó el gremio de la Alimentación hace dos semanas, cuando pidió por escrito la reapertura de su paritaria. "La intención es obtener una suma fija más allá de la inflación, como un reconocimiento social por prestar servicio en este contexto. Luego, cuando haya más certezas, se retoma la charla", planteó Rodolfo Daer, secretario general del sindicato.
Conflicto con la UTA y en el Estado
El caso de los colectiveros de la UTA es diferente al resto porque su paritaria está condicionada por los subsidios estatales a los empresarios del sector. Después de semanas de conflicto, sobre todo en el interior del país, los choferes recibieron los sueldos adeudados y la negociación de fondo quedará para un futuro cercano. En el área metropolitana, sin embargo, habrá hoy una protesta, pero de un sector opositor a Roberto Fernández. Afectará a las líneas del Grupo DOTA.
En el Estado se avecina un conflicto. Con el acuerdo de 2019 vencido, el gremio de UPCN presiona para que se abra una negociación. Su jefe, Andrés Rodríguez, exigió una recomposición salarial, pero por ahora no estaría en los planes del Gobierno, que oficia en este caso como empleador. Hace algunas semanas, Rodríguez tuvo que salir a desmentir en los medios la noticia sobre un recorte del 20% en los salarios de la administración pública. "Primero tendrán que bajarse el sueldo los cargos políticos", desafiaron desde UPCN. También ATE, el otro gremio estatal, ya avisó que espera ser convocado para debatir salarios y las condiciones del teletrabajo durante la pandemia.
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