Santiago Kovadloff cuestionó a Cristina Kirchner por sus críticas contra su gobierno. "Es indispensable saber a qué le llama ella coherencia por parte de un gabinete nacional. Yo tengo la impresión de que no hay aceptación posible de disidencias o de disconformidades parciales", consideró y, luego, remarcó la exigencia de sumisión planteada por la vicepresidenta.
De esta manera, el ensayista señaló que se puede evaluar una gestión o por su funcionalidad operativa o por su orientación ideológica, y apuntó: "Si la ideología de la vicepresidenta exige subordinación estricta y acrítica, es evidente que en este Gobierno hay figuras que no parecen responder a ese espíritu de subordinación. Entre ellas, y solo por momentos, la del propio Presidente de la Nación, que termina felicitando a un gabinete que fue parcialmente cuestionado por la vicepresidenta. No hay aún suficiente coherencia en las políticas de estado de este gabinete".
"El mal en la Argentina"
En el último programa del año de Mesa chica, el filosofo reflexionó sobre 2020 y señaló: "Este año nos retrajo al pasado más remoto". Según dijo, "el mal en la Argentina tomó el carácter de un fenómeno adicional, que es la crisis política, que se ha profundizado en este primer año de gobierno kirchnerista". Y siguió: "A la incertidumbre generada por la ausencia de un porvenir claro y definido, se le sumó la desorientación generada por el discurso presidencial que nos ha llevado a extraviarnos en la ambigüedad y a sus contradicciones. Nada más claro que el discurso de la vicepresidenta, fiel a su vocación por el pasado. Y nada más oscuro que la presunta capacidad o aspiración del Presidente a generar un espacio de convivencia".
Para Kovadloff, la enfermedad y "las oscuridades del Gobierno" hicieron que se viviera en un contexto de "singular incertidumbre". "Se ha visto solo contrastado por la decisión social de ganar la calle para recordar que el poder político debe estar sujeto a la ley, o el saqueo y el crimen tendrán la palabra", analizó.
Elecciones y futuro político
De esta manera, revindicó la verdad como un valor imprescindible, y dijo: "Las disidencias promueven la búsqueda de un centro". En este mismo sentido, evaluó el escenario previo a las elecciones intermedias del año que viene y opinó que en esos comicios "se define el porvenir entre dos conceptos" que se disputan en el país: "uno para el cual la política debe subordinar la ley y, por lo tanto, manipular la verdad sin consenso, pero yo soy de la idea de que es preciso fortalecer el consenso para que la Constitución Nacional, como expresión de valores compartidos, rija la orientación política del país".
Sobre la oposición, el escritor opinó que "en Juntos por el Cambio la palabra 'juntos' gana un valor preeminente", y destacó: "Gane quien gane la interna de Juntos por el Cambio tiene que haber valores compartidos, consensuados".
Según proyectó, "las fuerzas populistas no van a desaparecer en la Argentina". "Hay que derrotarlas en el marco de la ley, convirtiéndolas en minorías para que se extingan como fuerzas hegemónicas en la conducción del país", planteó el filosofo. Y continuó: "Sin la conciliación entre equidad social y el pensamiento liberal, la oposición no ganará la credibilidad indispensable para avanzar sobre sus desaciertos pasados".
Debate por el aborto
En un día clave por tratarse en el Senado la ley de legalización del aborto, Kovadloff sostuvo que instalar ese debate responde a un deseo del oficialismo por recuperar el protagonismo. De todos modos, advirtió que es "una cuestión fundamental", y opinó: "Es indispensable que la ley contemple caso por caso porque no todas las personas que están sujetas a la necesidad o al deseo de un aborto están en la misma circunstancia".
"Toda mujer tiene derecho a saber si el embarazo en el cual ella está envuelta es una elección o no lo es, ¿las chicas que han sido violadas o sometidas tienen la obligación de ser madres? ¿quien ama la vida de su hija o hijo en su vientre, más allá de que el origen de esa preñez sea violento, tiene fatalmente que renunciar a su maternidad?", reflexionó al enfatizar que es necesario evitar las generalidades.
El ensayista concluyó: "El problema reviste una complejidad que está reñida con la velocidad con la que se lo quiere resolver por parte de fuerzas políticas que ya han evidenciado que pueden vender su opinión al mejor postor".
La vacuna contra el coronavirus
En otro tramo de la entrevista, Kovadloff criticó la política en torno a la vacuna para combatir el coronavirus, y lanzó: "La ciencia no es una cuestión de creencias, sino que descansa en evidencias incontrastables y no las tenemos". Y luego, enfatizó: "Hay vacunas que no gozan aún de capacidad de comprobación en cuanto a su utilidad. Valerse de ellas sin contar con esa fundamentación científica es estar jugando con la vida de quienes la necesitan".
El filósofo manifestó su preocupación de que la segunda ola encuentre al país "en situaciones políticas poco claras". Según consideró, la presión política puede hacer caer al Ministerio de Salud de la Nación y a los provinciales "en una actitud triunfalista" porque de esa manera el precio puede ser doble: "La embestida de la enfermedad y la impotencia de la vacuna".
Entonces, analizó la situación educativa y cómo repercutió el virus en este sector, y dijo: "Necesitamos políticas de estado en el campo educativo, no circunstanciales. Esto significa entender que la dimensión de un maestro no puede ser reducida a las presiones del sindicalismo. Hoy tenemos maestros que tienen que pagar el precio de verse sujetos a la presión sindical para poder ejercer su función".
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