Para el kirchnerismo, es una operación
Parrilli y Fernández descalificaron a Stiuso y hablaron de una maniobra en contra de Cristina
El kirchnerismo no dejó pasar las explosivas declaraciones del ex espía Antonio Jaime Stiuso, que opinó que al fiscal Alberto Nisman lo mataron y que en ese supuesto asesinato estaba involucrado el anterior gobierno.
"Es un psicópata mentiroso", lo describió el ex jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Oscar Parrilli, el encargado de efectivizar el despido de Stiuso de la Secretaría de Inteligencia en diciembre de 2014, lo que terminó en una profunda crisis entre la ex presidenta Cristina Kirchner y un sector de los espías.
El ex funcionario, mano derecha de Cristina Kirchner, dijo que tanto Stiuso como el técnico informático Diego Lagomarsino "son los que tienen que dar información sobre la lamentable muerte de Nisman". Así, reiteró las sospechas que ya había deslizado el kirchnerismo cuando estaba en el poder: que detrás de la muerte del fiscal estaban los servicios de inteligencia desplazados.
En silencio, la ex presidenta sigue de cerca las causas judiciales en su contra y cree, según les describió a sus allegados, que la aparición de Stiuso es una "operación política". Responsabiliza al gobierno de Mauricio Macri y a un sector de la Justicia.
Fuentes cercanas a Cristina Kirchner deslizaron sus sospechas sobre las palabras con las que el Presidente se refirió anteayer a la causa Nisman en el discurso que dio ante la Asamblea Legislativa, cuando advirtió que la investigación "de a poco comienza a aclararse", minutos antes de que se conoció públicamente la decisión de la jueza a cargo de la causa, Fabiana Palmaghini, de dar crédito a las declaraciones de Stiuso y pasar la investigación al fuero federal.
"Esto es una operación mediática y judicial que es rayana con la locura", se descargó Parrilli en Radio Del Plata, y consideró que "el cambio de actitud" de la jueza "es sorprendente".
Duro contra la magistrada, sostuvo que el ex espía le mintió "descaradamente" y "ella no se dedica a comprobar si es cierto, la procesa a la fiscal [Viviana] Fein dando por cierto lo que dice Stiuso".
El ex jefe de operaciones de la Secretaría de Inteligencia acusó a Cristina Kirchner de estar detrás de la muerte del fiscal e involucró al ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández y al ex secretario legal y técnico Carlos Zannini.
"A Stiuso lo crucé algunas veces y tuvimos discusiones. Me apena que la inteligencia argentina haya quedado en manos de semejante idiota que eligió a la Presidenta, a Zannini y a mí para acusarnos. Es una estupidez que no vale la pérdida de tiempo", se defendió Fernández ante una consulta de LA NACION.
Para el kirchnerismo, existe una persecución política contra la ex presidenta que, según describen, se inició con el llamado a indagatoria que ordenó el juez Claudio Bonadio contra Cristina por la causa en la que investiga los contratos de venta de dólar futuro que hizo la gestión anterior en el Banco Central.
Ayer, las declaraciones del abogado del ex espía Santiago Blanco Bermúdez, que admitió que las palabras de su defendido eran "interpretaciones" y que no tenía evidencias para sostenerlo, llevaron alivio a los sectores más cercanos a la ex presidenta.
Parrilli acusó a Stiuso de estar loco. "Seguramente este año que estuvo fuera del poder se debe haber agravado su psicopatía, su locura demencial", dijo sobre el hombre que manejó los hilos de la inteligencia nacional en los últimos 20 años. El ex funcionario relató, además, una conversación, en malos términos, que había tenido con Stiuso el día que lo echó. Contó que cuando lo apartaron de su cargo, "en tono amenazante, dijo: «Yo siempre vuelvo»". Parrilli advirtió, además, que está "seguro de que cuando lo echaron puso en marcha la denuncia contra la (ex) presidenta".
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