Para el Gobierno, el pedido chavista de detención de Milei complica aún más a los asilados en la embajada en Venezuela
Para la Cancillería, la presentación del gobierno de Maduro demuestra que no hay voluntad de resolver el caso de los seis opositores, que cumplen medio año en la residencia en Caracas
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LA NACION
Ni en la Casa Rosada ni en la Cancillería se sorprendieron demasiado por el sonoro pedido de detención contra el presidente Javier Milei, la secretaria general Karina Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, realizado el miércoles por el fiscal general de Venezuela, el dirigente chavista Tarek William Saab, recordado por el decomiso a Estados Unidos del avión de la empresa Emtrasur, luego de estar varado durante meses en el aeropuerto de Ezeiza.
“Una pantomima”, definieron en el Palacio San Martín la jugada judicial del régimen chavista, cuestionado de modo sistemático por la mayoría de las potencias occidentales en distintos foros internacionales, sobre todo desde las elecciones del 28 de julio pasado, denunciadas como fraudulentas por la oposición.
La broma interna en lo más alto del poder nacional, a mediodía del jueves, era que algunos altos funcionarios del Gobierno “lamentaban no estar en la lista” de los denunciados por el régimen de Nicolás Maduro. “Para nosotros es una cucarda que nos dan”, agregaron cerca del Presidente, una descripción del áspero y tenso vínculo que sostienen ambos gobiernos desde el triunfo libertario, en diciembre del año pasado.
Más allá de no mostrarse preocupados por ese eventual pedido de detención internacional -la Cancillería lo repudió ayer y le recordó al chavismo que “el caso fue resuelto por el Poder Judicial”-, en el Gobierno sumaron por estas horas una certeza: el nuevo frente de conflicto aleja, casi de manera definitiva, la posibilidad de que el presidente Maduro otorgue el salvoconducto a los seis dirigentes opositores asilados, desde el 20 de marzo, en la sede de la residencia del embajador argentino.
Ese inmueble está bajo custodia de Brasil desde que Maduro emplazó a los diplomáticos argentinos a dejar territorio venezolano, enojado por la crítica frontal de Milei al proceso electoral que dio, según la justicia electoral venezolana, otros seis años más en el poder al presidente chavista.
“Esto ratifica que la posibilidad de recibir un salvoconducto es cada vez más remota”, sostuvieron a LA NACION altas fuentes de la Cancillería que encabeza Diana Mondino, quien regresó hoy de su gira oficial por Suiza y Austria, y el sábado próximo viajará a New York para acompañar al presidente Milei en su exposición ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Los seis asilados venezolanos, todos cercanos a la dirigente opositora María Corina Machado, cumplirán este viernes seis meses ininterrumpidos en la sede de la residencia. Estuvieron varias semanas sin electricidad y soportaron el asedio intermitente pero amenazante de fuerzas del chavismo en los alrededores de la sede diplomática. “Los venezolanos somos rehenes. El régimen, violando todas las normas internacionales, afirma que las cumple. Así funciona su doble pensar: hablando de paz, pero haciendo la guerra. Y habrá que repetirlo hasta el cansancio: también la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático se está violando en Caracas, al no emitirnos los salvoconductos correspondientes”, escribió en la red social X Pedro Urruchurtu, improvisado vocero de los opositores asilados.
La chance de que un tercer país se haga cargo de esa sede -Maduro revocó el poder otorgado a Brasil hace una semana para que custodie la embajada y la residencia argentinas- es cada vez más remota. “Se necesita el consentimiento de Venezuela, y hoy por hoy son pocos los países amigos que podrían aceptar”, agregaron fuentes de la diplomacia nacional con conocimiento del conflicto.
En el discurso
Las críticas hacia Venezuela y el renovado reclamo por la salida de los asilados estarán, según coinciden altas fuentes oficiales, presentes en el discurso que el Presidente dará ante la Asamblea General de la ONU, en la tarde del próximo martes.
No será, por cierto, el único tema: en el discurso que Milei pule junto a su asesor Santiago Caputo, y que recoge sugerencias escritas de la Cancillería, estarán también anunciadas críticas a la denominada agenda 2030 (la defensa del feminismo, cuestiones de género, aborto) y cuestionamientos a la ONU no sólo por impulsar esa agenda sino además por “defender” a China y descuidar lo que consideran “los valores occidentales”. Una nueva embestida contra el gobierno de Xi Jinping, de consecuencias impredecibles y que genera inquietud dentro y fuera de la Cancillería.
“Nosotros defendemos esos valores más que Estados Unidos”, se ufanaban esta semana en el Gobierno. Y dan como ejemplo de esa defensa la votación del miércoles en el plenario de la ONU, en la que Argentina y Estados Unidos integraron la minoría de países (sólo 14) que no se sumaron al pedido mayoritario (124 votos) a Israel para que ponga fin a la ocupación israelí de los territorios palestinos en un plazo de 12 meses.
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