Pablo Moyano sube el tono de su confrontación con el Gobierno y llama a marchar a Plaza de Mayo

“Le pedimos al compañero Alberto Fernández que revea la situación, si no el jueves que viene reventamos la Plaza de Mayo hasta que le devuelvan el último centavo a los trabajadores”. Las palabras desafiantes de Pablo Moyano retumbaron a lo largo y a lo ancho de la Avenida 9 de Julio. Fue ayer al mediodía, durante una nueva marcha del gremio de Camioneros, esta vez frente al Ministerio de Salud.

La manifestación, encabezada por el dirigente sindical, volvió a reclamarle al Gobierno que prorrogue el decreto presidencial que hasta el 31 de diciembre obligaba a las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART) a cubrir automáticamente a los trabajadores en caso de contagiarse Covid-19. El incumplimiento respecto de una medida prometida por el propio Presidente había derivado en una primera movilización, el jueves de la semana pasada, que tuvo lugar a las puertas del Ministerio de Trabajo.

Durante el acto de ayer, Pablo Moyano dejó en claro un ultimátum: advirtió que, si las autoridades no responden a sus demandas antes del 17 de febrero, irán a un paro de actividades “hasta que se le reintegre hasta el último peso que le descontaron a los trabajadores”.

Sobre el escenario, vestido con una remera con la cara de Eva Perón y la leyenda “Sean eternos los laureles”, el hijo mayor de los Moyano citó sin nombrarla a la vicepresidenta Cristina Kirchner: “Seguimos apostando a este modelo económico, no queremos que vuelva la derecha, pero alguien dijo ‘hay funcionarios que no funcionan’ y estos tipos que están acá, que le han descontado plata a los trabajadores, son los tipos que se cagan en los laburantes”.

“Los trabajadores no se agarraron el Covid como los funcionarios, en un viaje al exterior, se lo agarraron laburando, pelándose el orto para que no falte la comida, el combustible y los caudales”, vociferó el dirigente gremial, en clara alusión al ministro de Trabajo Claudio Moroni, uno de sus blancos predilectos. Mientras, desde el público, se escuchaba el cántico: “Oh le lé, oh la lá, a todos los traidores los vamos a matar”.

“No es posible que cuando un trabajador se enferma, las empresas realicen descuentos de haberes por esos días, como también es inaceptable que no tengan cobertura de salud”, insistió Moyano. Y sentenció: “Uno no quiere faltarles el respeto a los funcionarios, porque fueron elegidos por el Presidente, pero nosotros, como marca nuestra historia, vamos a estar siempre al lado de los trabajadores”.

La manifestación a la cartera sanitaria que conduce Carla Vizzotti iba a realizarse ayer, pero fue suspendida a último momento tras un anuncio de “acercamiento” con las autoridades. Unas pocas horas más tarde, y luego de una fallida reunión con los funcionarios del Ministerio de Trabajo, dieron marcha atrás y ratificaron la convocatoria para el mediodía de ayer.

Según pudo reconstruir LA NACION, Fernández se había comprometido personalmente ante Pablo Moyano a firmar la continuidad del DNU, que venció el pasado 31 de diciembre. Fue durante una visita del líder camionero a Olivos a mediados de enero. Sin embargo, la rúbrica presidencial nunca llegó.

Es que en el Gobierno sostienen que la continuidad de la atención médica por Covid no está puesta en duda y que el empleado que se haya contagiado sigue cubierto por la ART. Aunque aclaran que, a diferencia del inicio de la pandemia y como ocurre con cualquier otra enfermedad, a partir del 1° de enero el trabajador debe pasar por una comisión médica.

Tensiones

Pese a los constantes desafíos de Pablo Moyano al ministro Moroni y a su par de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, los referentes camioneros se caracterizaron, hasta el momento, por no sacar los pies del plato en términos políticos. Fue algo altamente valorado por la Casa Rosada a lo largo de los dos años de gestión del Frente de Todos.

Sin embargo, la discusión en torno a la continuidad del decreto que hace del Covid una “enfermedad profesional” parece haberse convertido en un momento bisagra en el buen vínculo que supo tejer Alberto Fernández con el moyanismo. Es recordado, en ese sentido, el elogio del Presidente a Hugo Moyano durante la reinauguración del Sanatorio Antártida, el 1° de abril de 2020, cuando lo describió como “un dirigente ejemplar”.

Esa caricia no tardó en ser retribuida: el histórico sindicalista defendió al Gobierno siempre que pudo, ponderó la gestión de la pandemia, pero no se privó, llegado el caso, de expresar su malestar por la poca representación sindical en las listas de candidatos oficialistas de 2021. Una situación que obligó al propio Fernández a salir a intervenir para poner paños fríos.

“¿Cuándo viste que Camioneros no se le plantara al gobierno de turno cuando se los perjudicó?”, se preguntaban en el gremio ante la consulta de LA NACION. Con la excepción de Néstor Kirchner, los antecedentes de rupturas entre los Moyano y los oficialismos abundan y están fechadas. Desde el 16 de octubre de 2010, cuando el líder camionero instó públicamente, durante un acto en la cancha de River, a que un trabajador llegue a la presidencia y Cristina Kirchner le respondió que ella lo era; hasta el 21 de febrero de 2018, día en que le declaró la guerra abierta a Mauricio Macri con una multitudinaria movilización en pleno centro porteño. Si ahora está ante un nuevo punto de inflexión, solo el tiempo lo dirá.

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