Pablo Javkin: “La situación en Rosario empezó a recobrar la normalidad”
El intendente recibió hoy más refuerzos de las Fuerzas Armadas para combatir a las bandas narco; habla de la última ola de violencia que vivió la ciudad y por qué esta vez cree que el trabajo entre la provincia y la Nación puede lograr resultados diferentes
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ROSARIO.- Salió el sol. Este martes la ciudad amaneció sin nubes, tras varios días de un fuerte temporal que afectó a toda la región. La noticia meteorológica fue una anécdota para los rosarinos, que parecen haber recobrado la normalidad después de la semana más complicada que vivieron en el marco de la guerra entre bandas narco, con cuatro asesinatos de inocentes.
Tras el anuncio del Ministerio de Seguridad nacional de refuerzos de efectivos federales, hoy fue el turno de las Fuerzas Armadas. De la mano del Ministerio de Defensa, llegaron cinco helicópteros, tres lanchas fluviales, decenas de camionetas, combis y camiones y un centenar de efectivos. Además de los vehículos de tierra, agua y aire, los militares (que no intervendrán en las calles) arribaron con cocinas de campaña y bases para el descanso del personal.
Pablo Javkin luce un poco más distendido después de días complejos. En su despacho del primer piso del Palacio de los Leones, a pocos metros del Monumento a la Bandera, el intendente rosarino evalúa que “la situación empezó a recobrar la normalidad”. Dice que detrás de los cuatro homicidios (dos taxistas, un colectivero y un playero) “hubo una acción coordinada sobre trabajadores de servicios públicos esenciales, combinada con amenazas de fake news y mensajes arrojados en lugares públicos con el objetivo claro aterrorizar a la población”.
-¿Por qué cree que esta vez será diferente el combate al narcotráfico?
-El gobernador (Maximiliano Pullaro) está instalado en la ciudad; estuvieron los ministros (de Seguridad, Patricia) Bullrich y (de Defensa, Luis) Petri. También hubo expresiones públicas del Presidente y de todos los gobernadores del país. Entendemos que existe una acción coordinada para desafiar a los poderes públicos por parte de personas que hoy están, en muchos casos, privadas de la libertad, y que generan en la calle hechos que se organizan desde esos lugares; esa situación requiere una respuesta completa del Estado. Por eso vimos el refuerzo de las fuerzas federales y el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas, además de recursos de otras provincias. Necesitamos también reforzar el trabajo de los fiscales y un accionar coordinado con los jueces para cambiar cierta lógica de la persecución del delito, entendemos que es prioritario el sistema acusatorio y la transformación urbana de los barrios donde están las zonas críticas del delito.
-¿Cómo se explica que Rosario sufra más la violencia narco que otros lugares del país?
-En la Argentina pasan cosas graves pero no al nivel de lo que pasa en Rosario por algunas características puntuales. Primero, para lo bueno y para lo malo la ciudad es el corazón logístico de la Argentina. Segundo, el nivel de circulación de armas es altísimo y, tercero, hay líderes detenidos y hasta segundas y terceras líneas, y bandas asociadas que son muy violentas. Ya lo vimos en el crimen del playero: el nivel de virulencia que existe, con una persona que va y le dispara dos tiros en la cabeza sin siquiera decir nada.
-¿Qué cambió en los últimos tiempos?
-El pico de violencia es algo que ha mutado y hubo un salto en el nivel de violencia porque se adoptaron medidas que van al corazón del problema, que tiene que ver con lo que pasa en las cárceles. Además, el desafío que marcan las investigaciones es que se ha dado una lógica de coordinación entre grupos que anteriormente confrontaban entre sí y se materializa en ataques que ya no son entre bandas, sino que buscan aterrorizar al resto de la población con la idea de que nada pueda funcionar en la ciudad hasta que se cambie o se tuerza una decisión política. Eso es lo que nosotros no podemos permitir, no podemos aflojar en esto ni lo vamos a hacer.
-¿Qué le produce la situación que vive hoy la ciudad?
-Bronca, porque es una ciudad maravillosa de gente buena y laburante. Y ver en la tele cómo se trata a Rosario como si fuese una ciudad que no generase ninguna cosa buena... Pese a todo veo también el respaldo a no aflojar y una decisión de salir a recuperar la normalidad como sea. Esto lo vimos en los últimos días, que la ciudad cambia totalmente porque la fuerza del empuje de la gente está en vivir como creemos que nos merecemos vivir. Hay que ganar la calle con prudencia, y eso es una decisión que los rosarinos tienen.
-¿Cómo impacta en la gestión de una ciudad tan grande estar abocado a la seguridad?
-El otro día llovieron 65 milímetros en menos de una hora y obviamente mi primera tarea fue ir a la central de emergencias y normalizar la vida de la ciudad. Yo lo hago con mucha decisión y creo que para nosotros es prioritario poder vivir en paz.
-¿Se perdió mucho tiempo en el combate al narcotráfico?
-Lo que pasa en Rosario también representa las falencias que tiene el país. Por ejemplo, existe un accionar muy débil en la inteligencia en todos los órdenes para prevenir este tipo de delitos. El lavado de activos también requiere de mucha inteligencia y un proceso judicial ágil. Se viene demorando mucho en la implementación del sistema acusatorio, perdimos mucho tiempo, pero lo que no podemos aceptar es que esto siga así, porque lo que no pierde tiempo es la forma en que este delito se organiza para ganar territorio y para influir en las decisiones de los gobiernos.