Pablo Blanco: “Los radicales no deberían apoyar a Milei pensando que los va a llevar en las listas: eso no va a pasar”
El senador de la UCR reclama a los líderes de su partido que dejen de lado “sus egos” y se unan; advierte que apoyará la destitución de los jueces de la Corte si los designan por decreto; sostiene que Milei es peronista y que tiene un pacto con Cristina Kirchner
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Crítico del gobierno libertario, el senador Pablo Blanco (UCR-Tierra del Fuego) no tiene empacho en afirmar que Javier Milei tiene un acuerdo con Cristina Kirchner para polarizar el escenario político de cara a las elecciones del año próximo y le advierte al Presidente que si nombra en la Corte por decreto a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla será uno de los senadores dispuestos a bajar al recinto para votar la destitución de ambos.
En un reportaje con LA NACION, el legislador le pidió a los dirigentes de la UCR que dejen de lado sus apetencias personales para “encontrar un camino de entendimiento”, confesó su desilusión con Patricia Bullrich, para cuya candidatura presidencial trabajó en la interna de Juntos por el Cambio, por haberse sumado al gobierno libertario, insistió en su rechazo a la privatización de Aerolíneas Argentinas y anticipó que votará en contra de la eliminación de las PASO.
-¿Por qué apoyó la expulsión del senador Edgardo Kueider?
-Nosotros sosteníamos la suspensión; creíamos que era la medida adecuada, pero no tenía los dos tercios. La exclusión o la expulsión tampoco tenía dos tercios y había senadores de otros bloques que iban a apoyar sí o sí la expulsión. Si nosotros seguíamos con la idea de la suspensión y los otros con la de la expulsión, íbamos a terminar en la nada y Kueider iba a seguir siendo senador con todos los beneficios. Entonces, optamos por la decisión mayoritaria. Imaginate lo que hubiesen sido los ataques al Senado si no salía nada.
-¿No sentaron un precedente peligroso al expulsar a un senador sin siquiera haberle dado derecho a la defensa?
-Creo que no. Si él se hubiera querido defender, tranquilamente podría haber llamado al Senado, hablar con las autoridades del Senado, de su bloque. Así como tuvo la oportunidad de hablar con un periodista por teléfono (dio una entrevista con LA NACION mientras el Senado debatía su expulsión) podría haber hablado con los senadores. Las facultades que nos da el reglamento es que cuando hay alguien que ofenda al cuerpo nosotros podemos tomar medidas disciplinarias. Nosotros no lo estamos juzgando judicialmente, lo estamos juzgando políticamente y me parece que una actitud de un senador preso en el extranjero pretendiendo ingresar a otro país esa suma de dinero (más de US$200.000 en efectivo) es un agravio más que importante que merecía ese castigo.
-¿No lo incomodó votar junto con el kirchnerismo?
-Ellos tuvieron la iniciativa por la demora del Senado, que, a través de sus autoridades, ni bien nos enteramos del asunto de Kueider debió haber pedido información a Paraguay, haber puesto en funcionamiento la Comisión de Asuntos Constitucionales. Pero nada de eso se hizo. Unión por la Patria, no por la transparencia sino por la posibilidad de recuperar una banca, tuvo una iniciativa rápida. Después el Pro dijo que iba a dar quórum, que si no lo hacía iba a quedar el kirchnerismo como el abanderado de la transparencia y si nosotros no concurríamos a la sesión íbamos a quedar como encubridores. Pero en todo caso, está bien, votamos todos juntos, pero hay que analizar la trayectoria de todos los espacios políticos. Ni bien terminó la discusión por Kueider, Unión por la Patria mostró la hilacha cuando se pretendió poner en tratamiento lo de Parrilli [un pedido de suspensión], y dijeron no.
-Desde el Gobierno se criticó a Villarruel porque convocó a la sesión para tratar la expulsión. ¿Qué opina de la actitud de la vicepresidenta?
-Creo que hizo lo que correspondía porque si ella no convocaba, para temas internos nosotros nos podemos autoconvocar. La diferencia era si había o no quórum. El que garantizó que iba a haber quórum fue el Pro, a partir de las declaraciones de su presidente de bloque [Luis Juez]. A partir de ahí, no le quedaba a la Presidenta otra alternativa que convocar, porque si no, hubiese habido una autoconvocatoria y hubiera quedado ella como que pretendía encubrir al senador. Esa parece ser la actitud del Ejecutivo, porque si no se entienden las declaraciones del Presidente de la Nación diciendo que la sesión es nula cuando la responsabilidad de notificar a la vicepresidente [sobre el traspaso de mando] es de ellos. Milei dice que es nula, pero la noche anterior decía que había que echarlo a patadas y la presidenta [del Senado] hizo un tuit diciendo que había que barrer la mugre del Senado. Me parece que ese tipo de declaraciones, además del pedido de desafuero de [la jueza Sandra] Arroyo Salgado inclinaron la balanza.
-El kirchnerismo dice que el Gobierno compró votos para la Ley Bases y citan el caso Kueider. ¿Hubo corrupción en la aprobación de ese proyecto?
-Creería que no. Pero, de última, si Unión por la Patria sostiene eso debería hacer la denuncia. A mí me sorprende la caradurez del kirchnerismo. Ahora parece que el 10 de diciembre descubrieron la Constitución, están en contra de los decretos de necesidad y urgencia y están a favor de la transparencia. Están a favor de cosas que cuando ellos eran gobierno hacían todo lo contrario. No podés actuar de acuerdo a de qué lado del mostrador te toca estar.
-Es un crítico de la gestión Milei ¿Qué le cuestiona al Gobierno?
-El doble discurso. La falta de respeto a la división de poderes. Su desprecio por el Congreso: no querían tener Presupuesto y lo lograron cerrando el Congreso; tienen el decreto para renegociar la deuda externa sin que se haya podido tratar. Después dice: “Espero que el Senado trate los pliegos de Lijo y García-Mansilla porque si no, voy a tener que tomar medidas a través de un decreto”. Si quiere que tratemos a Lijo y Mansilla que llame a extraordinarias y lo ponga en el temario. Hay cosas que le reconozco. Bajó la inflación, es cierto. Bajó el riesgo país, es cierto. Hay estabilidad en el precio del dólar, es cierto. Ahora, la pérdida de empleo, la pérdida de la actividad económica, el maltrato. No le gusta lo que dice un opositor y lo trata de rata. Eso no lo comparto para nada. Y otra cosa fundamental es el diálogo.
-Tuvo un papel fue clave para que se eliminara de la Ley Bases en el Senado la privatización de Aerolíneas. El Gobierno quiere ahora ir de nuevo a la carga con ese tema. ¿Hay lugar para que salga una privatización ahora?
-Ahora está planteado de otra manera, porque en la Ley Bases decía “sujeta a privatización” sin ningún condicionamiento. Ahora lo hacen en el marco de la ley Dromi y mandan un proyecto. No sé si va a salir de Diputados, y si sale voy a seguir insistiendo en la oposición a la privatización lisa y lana. Podría analizar la incorporación de capital privado, pero regalarle a un privado lo poco o mucho que vale Aerolíneas Argentinas, me parece que no.
-¿Qué posición tomará si el gobierno designa por decreto a Lijo y a García-Mansilla?
-En la primera sesión que haya, plantear la destitución. Tendrán que buscar conjueces, pero la Constitución se debe respetar. Así como se lo critiqué a Macri también se lo critico a este Gobierno. Hay que buscar los mecanismos que establece la democracia. Hay que sentarse a hablar y a negociar. No se trata de sentarse a hablar y decir que sí a todo lo que el Gobierno quiere. Pero bueno, ellos juegan con el handicap de que la gente está muy enojada, entonces parece que estos vienen con otra impronta. Pero tienen las mismas mañas que los anteriores. Fijate los socios en la clandestinidad, que son Cristina Kirchner y Milei. A mi no me cabe ninguna duda de que están completamente de acuerdo en un montón de cosas. Cada vez que empieza a flaquear Milei, aparece Cristina Kirchner queriendo levantar cabeza así repunta Milei. Ellos decían que había mucha corrupción, pero denuncias no se ve ninguna.
-¿Hay una estrategia de polarización?
-No me cabe ninguna duda. Milei sabe que el camino del éxito es polarizar porque la gente está en contra de Cristina Fernández de Kirchner.
-¿Cómo lo ve al radicalismo en este escenario?
-A nosotros nos quieren borrar. Debemos ser lo suficientemente inteligentes, cosa que creo que no estamos siendo, para dejar de lado los egos personales de nuestros dirigentes más encumbrados y buscar un camino de entendimiento. No veo que los cinco gobernadores que representen al radicalismo tiren en conjunto y le pidan a los senadores y diputados trabajar en conjunto. Raúl Alfonsín nos decía: “El único pez que no nada contra la corriente es el pez que esta muerto”. Me parece que acá está pasando eso. Las mejoras de la macroeconomía no se ven en la realidad y el radicalismo tiene que tomar conciencia de eso y no apoyar porque piensan que Milei los va a llevar en las listas en las elecciones; eso no va a pasar. Milei no va a llevar ningún radical en las listas. Si hay algo que Milei tiene claro es que no quiere al radicalismo.
-¿Por qué Milei no quiere a la UCR?
-Porque es peronista. Milei es peronista, es el menemista del siglo XXI. Su ídolo, su prócer del siglo XX es Menem, un presidente que fue condenado, que estuvo sentado en el senado condenado. Estoy orgulloso que nos odie a los radicales, porque pensamos completamente distinto a lo que es el pensamiento de él.
-Si llegan al recinto los pliegos de Lijo y García-Mansilla, ¿cómo los votaría?
-Lijo, en contra, porque reemplaza la vacante de una mujer y debe haber una mujer en la Corte. Mansilla a mí me causó muy buena impresión. Me parece que es una persona que reúne todos los requisitos para ser juez de la Corte; puedo votarlo, no está decidido.
-¿Cómo votaría la suspensión de las PASO?
-Estoy a favor de las PASO. Estoy sentado acá por las PASO. Creo que le dan posibilidad a cualquier ciudadano común de poder participar. Si no, tenés que sentarte a negociar con la estructura partidaria, que siempre corre con ventaja. Creo que las PASO bien utilizadas son una herramienta positiva que va a servir para renovar la política.
-¿Se puede reeditar una alianza electoral con el Pro, al estilo Juntos por el Cambio?
-Con un sector del Pro, puede ser. No creo que con la totalidad. Hay mucha gente del Pro que está muy identificada con los libertarios. A mí, la verdad, lo digo con tristeza porque apoyé y trabajé mucho para ella, cuando Patricia Bullrich se sumó al Gobierno me desilusionó. Igual que el expresidente Macri con las actitudes de ceder tanto ante Milei con el argumento de que va por un programa económico. El país no es sólo economía. La institucionalidad es muy importante y si hay algo que no respeta para nada Milei, es eso.
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