Fernández emplaza a Rossi a bajar su candidatura en Santa Fe si quiere seguir en Defensa
Enredado en una interna con el gobernador Perotti y Cristina Kirchner, el funcionario no quiere declinar su postulación ni dejar el Gabinete; el Presidente le envió esta noche un mensaje directo
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A Alberto Fernández lo esperan dos asuntos urgentes en su Gabinete cuando vuelva de Perú. Por un lado, se aguarda que el Presidente cierre los últimos acuerdos políticos internos y proceda con las reuniones de rigor para consolidar la salida de Daniel Arroyo del Ministerio de Desarrollo Social y entronizar en esa cartera a su intendente preferido, Juan Zabaleta. Por el otro, se abrió un inesperado frente de tormenta con el ministro Agustín Rossi, a quien el Presidente emplazó esta noche a bajar su candidatura en Santa Fe si quiere seguir al frente de la cartera de Defensa.
“Todos los que son candidatos deben dejar sus cargos. Es una regla que yo puse, una regla ética”, dijo Fernández en declaraciones televisivas, formuladas desde Lima, donde asistió a la asunción del flamante presidente de Perú, Pedro Castillo.
Anotado como candidato a senador por Santa Fe para competir en una PASO contra la lista que acordaron Cristina Kirchner y el gobernador Omar Perotti, Rossi pretende seguir con doble estatus hasta que concluya la campaña: no se quiere bajar de la contienda electoral, ni abandonar anticipadamente el ministerio. Cerca del Presidente advierten que no podrá quedarse con todo. “No puede ser candidato desobedeciendo al Presidente y seguir siendo ministro”, advirtió un funcionario que acompaña en la diaria a Fernández.
“Siempre pensé que los cambios de Gabinete se daban cuando había ‘funcionarios que no funcionaban’, no cuando un dirigente político, con los años de trayectoria que tengo yo en la provincia de Santa Fe y en todo el país, decide participar electoralmente en su propio distrito”, ironizó Rossi en diálogo con la radio Urbana Play, en un mensaje por elevación que pareció dirigido a la autora original de la frase, Cristina Kirchner.
Hace solo una semana, Rossi se movía con el respaldo del Presidente. Perotti insistía con llevar como primer candidato a senador a un legislador de su riñón, Roberto Mirabella y el Instituto Patria pugnaba por colocar en ese casillero a la senadora cristinista María de los Ángeles Sacnun. Convencido de que los precandidatos en danza no generaban el atractivo suficiente, Fernández irrumpió con la candidatura del “Chivo” Rossi.
Negociaciones frustradas
Perotti -que no quiere ver el nombre del ministro de Defensa en la boleta- intentó convencer a la Casa Rosada de descartar esa opción. Sin lograrlo, transitó Avenida de Mayo hasta el Congreso y le tocó la puerta a la vicepresidenta en busca de un acuerdo político inédito. Históricamente, el gobernador de Santa Fe tuvo mejor sintonía con Fernández que con Cristina. Pero en un gesto de pragmatismo, la vicepresidenta y Perotti trazaron una diagonal y consensuaron una lista de unidad, con el experiodista Marcelo Lewandowski como primer candidato a senador, Sacnun en segundo lugar y Mirabella como candidato a diputado. Perotti se inscribió como candidato suplente a la Cámara alta.
Rossi anotó su propia fórmula con la vicegobernadora de Santa Fe, Alejandra Rodenas. Cuando el sábado a la noche venció el plazo en la Justicia electoral, el Frente de Todos había presentado dos listas. Y hasta ahora hay PASO. “Priorizan el interés individual por sobre el colectivo”, soltó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro en Cenital.
Según pudo reconstruir LA NACION, el domingo Fernández le encargó a Rossi que hiciera los esfuerzos para buscar una lista de unidad con la flamante alianza entre el kirchnerismo y el gobernador de Santa Fe.
El ministro le habría acercado tres alternativas a Perotti: que cada lista se quede con una categoría -con su nombre encabezando la nómina de Diputados-, que el nombre de Rossi no figurara en la boleta pero sí el de Rodenas o que no aparecieran como candidatos ni Rossi ni Rodenas pero en cambio “colgar” la lista de diputados del “Chivo” debajo del nombre de Mirabella, el delfín del gobernador. El mandatario provincial rechazó todas las propuestas.
“El gobernador me impugnó. Si Perotti es gobernador y está anotado como candidato suplente, yo puedo seguir siendo ministro y ser candidato, ejerciendo mi derecho de ser elegido”, soltó Rossi en los últimos días, según indicaron fuentes al tanto de la contienda.
Algunos funcionarios nacionales destacaron los intentos de Rossi, para no soltarle la mano. “Insistimos con la unidad: se le pide a Rossi que acerque posiciones y a Perotti a que abra su propuesta porque su lista dejó afuera a un sector importante del Frente de Todos”, dijeron en un despacho de la Casa Rosada. En el círculo íntimo del Presidente, sin embargo, remarcaban este miércoles que el “Chivo” no podrá desobedecer al Presidente y seguir como ministro.
Mientras Rossi sigue aferrado a su silla, desde el kirchnerismo difundieron la primera foto de los candidatos fruto del acuerdo. Presentaron a la postal como “la lista de Alberto, Cristina y Perotti”.
Con dos ministerios cuyos titulares se anotaron como candidatos, Fernández deberá resolver los asuntos pendientes al regreso de su viaje a Perú. Un portavoz oficial apuntó: “Se espera que Alberto defina, probablemente la semana próxima”. Pero los tiempos se acortaron para Arroyo y al parecer, también para Rossi.