Otra vez escaló la tensión entre Milei y Macri, pese a que el Presidente no quiere romper el vínculo
El Presidente dijo que su antecesor no controló “a su tropa”, que votó a favor de la ley jubilatoria, aunque evitó cargarle la responsabilidad por el impacto fiscal de la norma; la cena en Olivos y el juego ambiguo que no permite avanzar en un acuerdo político
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Las cenas de Javier Milei con Mauricio Macri en Olivos, milanesas de por medio, a veces son más ásperas y otras más distendidas. Es un juego ambiguo que nunca permite el avance de un acuerdo político de fondo entre violetas y amarillos. Esta semana, pese a que el miércoles ellos dos se encontraron a solas, todo volvió a terminar en tensión por el apoyo de los senadores de Pro a la ley que modifica la fórmula previsional establecida por el Gobierno.
La reunión de esta semana entre el Presidente y su antecesor se dio justo después del rechazo de los diputados de Pro al DNU que le asignó a la SIDE $100.000 millones en gastos reservados. Y ocurrió en la víspera del apoyo de los senadores amarillos a la ley jubilatoria.
Si Milei podía digerir la postura del expresidente en contra del DNU de los fondos reservados de la SIDE (un asunto que le importa relativamente), el apoyo de los senadores de Pro y de prácticamente toda la oposición a la ley de jubilaciones lo enardeció. Por eso tildó a la votación del jueves de “jodita populista”.
La mayoría de los senadores que ahora expresan su preocupación por los ingresos de los jubilados son los mismos que se opusieron con vehemencia al cierre y venta de empresas del Estado deficitarias y llenas de corrupción. Hay que recordar, también, que esos mismos senadores…
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) August 23, 2024
Este viernes, Macri publicó un mensaje en X despegándose de la decisión de su bloque en la Cámara alta y avalando el veto anunciado por la Casa Rosada. Pero su posteo no terminó de convencer al Presidente. Milei evitó responsabilizarlo directamente por los efectos de la ley, pero advirtió que no controló a “su tropa”.
Consultado en Radio Rivadavia acerca de si incluía a Macri entre los responsables del golpe al equilibrio fiscal que provocaría la ley con la nueva fórmula jubilatoria, Milei se tomó unos segundos para medir su respuesta y respondió: “No lo sé… si yo tomo su tuit -de rechazo a la ley de jubilaciones- significa que él no maneja la tropa. O la tropa no entiende lo que hace, no tiene magnitud del daño que está impulsando”. “No es un problema mío es un problema que tienen que arreglar ellos. Lo que dice el tuit (de Macri) está en franca disidencia con lo que hicieron sus senadores que avalaron este delirio”, agregó el Presidente.
En la Casa Rosada señalaban esta mañana que no hay intención de “romper” la relación con Macri. Si bien la tensión escaló, el Presidente no quiere que la sangre llegue al río con su principal aliado. En el fondo, el Presidente aún quiere llegar a un acuerdo con Pro para armar un gran frente de centro derecha el año próximo, que le garantice mayor solidez en las Cámaras en la segunda mitad de su mandato. Es una opinión contraria a la que tienen sus dos principales laderos, Karina Milei y Santiago Caputo.
A excepción de la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, los senadores de Pro votaron en general a favor de la ley que modifica la fórmula previsional establecida por el Gobierno y que le brinda una recomposición de un 8,1% para los jubilados. Engrosaron, así, una mayoría opositora muy holgada, de más de dos tercios, que apoyó el proyecto que el Gobierno ahora va a vetar.
Tres de los senadores de Pro, no obstante (Luis Juez, Alfredo De Angeli y Martín Goerling) se opusieron a tres artículos de la ley, que agravaban el costo fiscal. Esta votación en particular, supuestamente, fue consensuada con la Casa Rosada. De todas formas, ninguna figura del Gobierno trabajó políticamente en profundidad para evitar el durísimo revés que vivió el oficialismo en el Senado.
Episodio DNU
El miércoles por la noche, en Olivos, Milei y Macri hablaron sobre lo ocurrido con el DNU de los fondos reservados de la SIDE. A diferencia con la ley de jubilaciones, el exmandatario no le ocultó al Presidente que él instruyó a sus diputados a que se opusieran al decreto, para marcar una diferencia con el Gobierno.
Tampoco disimuló su bronca con el asesor presidencial, Santiago Caputo, a quien responsabiliza por obstaculizar cualquier entendimiento entre el Gobierno con su partido. Caputo, por delegación de Milei, tiene bajo su tutela todo lo referido a los servicios de inteligencia. Para el expresidente él movió los hilos para que el senador Martín Goerling, de Pro, no quedara como titular de la comisión bicameral que audita a la SIDE.
En esa silla, finalmente, quedó Martin Lousteau (UCR) gracias a un acuerdo con el kirchnerismo. Macri sospecha que detrás de la jugada habría un pacto subterráneo entre Caputo y el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, que es socio político de Lousteau y siempre tuvo un canal de diálogo fluido con el asesor presidencial.
Hoy Milei dijo que escuchó los motivos de Macri para oponerse al financiamiento de la SIDE, pero que su explicación “no le resultó satisfactoria”. Recordó que el líder de Pro es “alguien que fue jefe de Estado y sabe las necesidades en términos de inteligencia que tiene que enfrentar la Argentina”. Además, Milei le dio un apoyo cerrado a su alfil, Caputo. “Santiago junto a mi hermana es el triángulo de hierro”, dijo.
El asesor presidencial tiene enfrente un poroteo aún más relevante: juntar los votos para que el Senado avale al juez federal Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema. Cerca de Macri hay quienes creen que las negociaciones que existieron detrás de la presidencia de la comisión bicameral de Inteligencia, -y que beneficiaron a Lousteau y al kirchnerismo- abrieron la puerta para encolumnar las voluntades de esos dos sectores detrás de Lijo. Y ven allí, una vez más, la mano de Caputo.
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