OpenLux. Un semipiso en París y un departamento en Punta del Este, detrás las sociedades de la familia Corach
En septiembre, la justicia argentina cerró la investigación contra el exministro del Interior Carlos Corach por presunto lavado de activos. Pero desde entonces, más bienes y sociedades de su familia han aparecido alrededor del mundo. Ahora, un semipiso en París, a metros de la Torre Eiffel, y otro departamento frente al mar en Punta del Este son los activos que figuran detrás de una madeja de empresas de papel relacionadas con los Corach en Luxemburgo, Chipre, Uruguay y Nueva Zelanda.
Blink Europe Sarl, una sociedad de Luxemburgo que los Corach declararon ante la AFIP en el último blanqueo, es propietaria de un inmueble en Francia, según los balances que revisó LA NACION en alianza con Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) y el diario francés Le Monde. Cuando se creó la sociedad, en junio de 2005, los accionistas de la firma desembolsaron más de un millón de euros para concretar la operación, según documentos oficiales.
Blink Europe declaró como su domicilio oficial en el registro comercial de Francia un departamento en la avenida Víctor Hugo 163, una ubicación privilegiada en París, a mitad de camino entre la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo. Es una propiedad de 120 m2, dos habitaciones y balcón francés en el barrio el más caro de París: cada m2 en las cercanías de la Place Victor Hugo está cotizado en 14.000 euros por las inmobiliarias locales.
Después de sus años como ministro del Interior en el menemismo y su última etapa como senador nacional, Corach pasó una temporada en Oxford desde 2002 para ejercer como profesor universitario. Tras esa experiencia, el exministro se alejó formalmente de la política argentina y se mudó a París. Se afincó en ese departamento familiar para dar clases sobre ciencia política y para escribir sus memorias, que luego publicaría en un libro, pudo reconstruir LA NACION.
Hernán y Andrés Corach, hijos del exministro, se convirtieron oficialmente en beneficiarios finales de Blink Europe en noviembre de 2017, según datos del registro público de Luxemburgo. Pero meses antes, en 2016, ya reconocían a la firma como propia ante las autoridades de la AFIP, cuando ingresaron al blanqueo. Ese sinceramiento fiscal levantó sospechas en la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), que denunció al exministro Corach por armar una estructura para lavar el dinero proveniente de los sobornos del caso Siemens, un hecho ocurrido en 1996.
Una laberinto sin salida
Blink Europe fue manejada desde su creación por Parlay Finance SA, otra sociedad de papel creada en 1997 también en Luxemburgo, que llegó a mover activos por 7 millones de euros, según consta en sus balances. Parlay, además de Blink Europe, controló otras firmas en países con ventajas impositivas como Minotei Limited (Nueva Zelanda) y European Trust Services (Luxemburgo).
Los beneficiarios finales de Parlay Finance no figuran en los documentos oficiales. Esta firma fue controlada por otras similares como Hansa Mercator Ltd (Chipre), Amicorp Holdings (Luxemburgo) y Wisley (Luxemburgo) que, en una especie de laberinto sin salida, se controlan entre sí para ocultar la identidad de sus dueños. Parlay finalmente fue cerrada en diciembre de 2017, días después del ingreso oficial de los hijos de Corach en este entramado como beneficiarios finales de Blink Europe.
"Todo el patrimonio de Carlos Corach está declarado. Nunca tuvo nada fuera de la ley, no sería inteligente con la carrera pública que tuvo. Ha tenido una trayectoria exitosa como abogado antes de trabajar en el gobierno, que le ha redituado sueldos en dólares durante muchos años", explicaron en su entorno.
Cerca del exministro aseguraron que los departamentos de París y Punta del Este están declarados ante la AFIP "y pagan impuestos bastante altos". También rechazaron estar vinculados a Parlay y dijeron que "es la primera vez" que escuchan el nombre de la sociedad controlante de Blink Europe.
La investigación de la Procelac asegura que la esposa de Corach estuvo vinculada desde 2013 con Blink Europe como titular del 25% de las acciones, cuando Parlay manejaba el rumbo de esa sociedad. "Ella resultaría ser la persona autorizada para operar las cuentas bancarias de la sociedad", indicaron los fiscales Mario Villar y Laura Roteta en la denuncia. Corach, además, "habría operado productos bancarios" de esta misma firma, agregaron.
El blanqueo
El exministro no ingresó al blanqueo, pero sí lo hicieron sus hijos Andrés y Hernán, este último junto a su esposa, María Valeria Corces, según se desprende del expediente judicial. Al sinceramiento fiscal, además, se adhirió la constructora Cap Casal SA, una firma integrada por todos sus hijos, incluido Maximiliano Corach, actualmente funcionario público en el gobierno porteño. Sin incluir esta madeja de sociedades creadas detrás de Parlay Finance, la Unidad de Información Financiera (UIF) había detectado movimientos por U$S16 millones por parte de la familia.
La Procelac ya había denunciado en 2019 que el exministro Corach coordinó desde 1997 en adelante el patrimonio familiar mediante una estructura de sociedades offshore y fideicomisos registrados en Liechtenstein, Islas Vírgenes Británicas, Luxemburgo, Uruguay, Francia y Paraguay, hasta terminar en cuentas bancarias en paraísos fiscales, pero también en inmuebles, autos y un avión privado en la Argentina. Esta estructura habría sido armada -sostienen los investigadores- para blanquear U$10 millones de sobornos del caso Siemens.
"El volumen de activos detectados y de fondos que habrían canalizado no se condeciría con sus ingresos estimados a partir de su actividad económica formal registrada. Debe tenerse en cuenta la cuantía de las sumas blanqueadas por algunos de los imputados, la enorme cantidad de personas jurídicas que habrían constituido e integrado, el nivel de adquisiciones y consumos que habrían percibido y sus perfiles migratorios", detallaron los fiscales como indicios de lavado de dinero.
Las autoridades detectaron, por ejemplo, que Carlos Corach, de 85 años, administró cuentas en el LGT Bank de Liechtenstein y compró en los últimos años -a través de sociedades- cuatro departamentos en la Capital, dos camionetas y un auto. Más aún son los bienes que compró todo su grupo familiar: son 16 inmuebles en la ciudad de Buenos Aires más una casa en el country Highland Park de Pilar; diez vehículos, entre camionetas y autos, y un avión privado, que fue vendido en 2015.
El juez Daniel Rafecas archivó el pasado 1° de septiembre la acusación por lavado de dinero, el mismo destino que tuvo en Comodoro Py la investigación por el pago de coimas de Siemens a funcionarios menemistas que direccionaron la millonaria licitación para que la empresa alemana imprimiera los DNI y los pasaportes.
El fiscal Ramiro González pidió el archivo de la denuncia de Procelac al entender que "no es posible sostener que los bienes provengan del pago de sobornos", incluso aquellos que no habían sido declarados ante la AFIP y luego se blanquearon. El fiscal argumentó que Carlos Corach ni siquiera fue indagado en dicho expediente que, además, ya fue archivado. González agregó que buscar el posible origen ilícito de esos bienes "sin una directriz clara" sería considerada "una excursión de pesca vedada en el derecho procesal penal".
Punta del Este
Más allá de las investigaciones judiciales, la familia Corach adquirió más propiedades meses después de la acusación por el caso Siemens, en 1996, que todavía no fueron rastreados por las autoridades. La sociedad uruguaya Adriel SA, cuyo presidente es Hernán Corach, compró el 19 de marzo de 1997 un departamento por U$S 240.000 en Punta del Este, según los registros oficiales de ese país que revisó LA NACION.
Es un semipiso de 202 m2 frente al mar en el Esturión II, un edificio moderno rodeado de palmeras, en la Parada 24 de Playa Brava. La propiedad, que incluye tres dormitorios en suite y un balcón terraza con vista a la playa, está cotizada en el mercado inmobiliario en aproximadamente 750.000 dólares.
El edificio cuenta con spa, sauna, gimnasio y sala de masajes. El exministro suele cruzarse en las vacaciones de verano con otro de los protagonistas del caso Siemens: el extitular de Migraciones, Hugo Franco, también investigado en la Justicia por el supuesto cobro de sobornos. Según los registros uruguayos, Franco es dueño de otro departamento en ese mismo edificio, exactamente dos pisos arriba de Corach.
Con la colaboración de Guillermo Draper (Uruguay) y Luisa Corradini (Francia)
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