Ominami: "Es sensato pedir la extradición"
El dirigente de izquierda de Chile alineado con los Kirchner avaló el reclamo para juzgar a Apablaza
SANTIAGO, Chile.- El ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami, uno de los políticos chilenos más cercanos al gobierno kirchnerista y su principal aliado, ayer se mostró optimista respecto de un acuerdo entre los presidentes Cristina Kirchner y Sebastián Piñera para definir la situación del ex guerrillero Sergio Apablaza, cuya extradición reclama Chile a la Argentina.
"Confío en la capacidad de ambos presidentes para acordar un mecanismo que permita que se esclarezca la muerte del senador Guzmán. Ese crimen es del todo inaceptable, como lo son los miles de crímenes en dictadura", dijo Ominami en diálogo con LA NACION. Inmediatamente, el ex candidato presidencial de la izquierda chilena afirmó: "Creo que es sensato pedir su extradición [por Apablaza] y también es sensato que la Argentina aplique sus leyes", aseveró. De esta manera, no quiso profundizar demasiado en las supuestas presiones que la presidenta Kirchner estaría recibiendo de diversas agrupaciones de derechos humanos, encabezadas por las Madres de Plaza de Mayo .
"Los Kirchner han hecho un trabajo envidiable en materia de derechos humanos. Conozco sus convicciones en estas materias y creo que Chile debiera explorar más ejemplos trasandinos en materia de cómo abordar los desafíos de justicia y reparación", completó el ex diputado socialista.
"En concreto, creo que Chile tiene deudas con la justicia, con los familiares y con los derechos humanos. Ahora que la derecha tiene hambre de justicia, la misma que no tuvieron para procesar a Pinochet, creo que es bueno que, por fin, se sumen a este consenso. Los culpables deben ser juzgados donde sea", agregó el actual líder del flamante Partido Progresista.
Hijo de Miguel Enríquez, un ex guerrillero asesinado por la policía secreta de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), Enríquez-Ominami se convirtió durante su candidatura presidencial de fines del año pasado en un fenómeno electoral que supo aunar el descontento social y restarle a la Concertación los votos necesarios para ungir a Piñera en el poder. Sus simpatías por la izquierda latinoamericana, los Kirchner y el gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, no son ningún misterio.
Enríquez-Ominami habló ayer con LA NACION y se refirió, por primera vez, a la tensión política desatada por el posible asilo que la Argentina daría al prófugo chileno Apablaza, acusado del asesinato del senador Jaime Guzmán y el secuestro del directivo de El Mercurio Cristián Edwards, ambos crímenes cometidos durante el gobierno de Patricio Aylwin, en 1991.
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