Omar Perotti se reunió en la Casa Rosada con Wado De Pedro y Agustín Rossi, sin planes de ver al Presidente
Tras la amenaza a Lionel Messi, el gobernador viajó a Buenos Aires para firmar un acuerdo con el ministro del Interior; no quiere una foto con Alberto Fernández si no incluye un anuncio potente contra el narcotráfico
- 5 minutos de lectura'
El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, viajó a Buenos Aires en medio de la crisis por el atentado al supermercado del suegro de Lionel Messi. El mandatario provincial asistió a la Casa Rosada para firmar un convenio con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro vinculado a la seguridad. Al acto se sumó, a último minuto, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi. Pero el gobernador no quiso reunirse con Alberto Fernández, en medio del impacto nacional por el ataque narco en Rosario a la familia de Antonella Roccuzzo.
En la Casa Rosada explican que la distancia es recíproca. “Alberto prefiere seguir hablando con el intendente de Rosario (Pablo Javkin), tiene una buena relación. Cree que el desastre que está haciendo Perotti con la policía provincial no ayuda, ya cambió diez veces de estrategia y de funcionarios”, dijeron a LA NACION muy cerca del jefe de Estado.
Perotti, por su parte, no quiere una foto con el Presidente si no va acompañada de un anuncio potente para combatir el narcotráfico. Ya no tiene margen para lo gestual y para ser redundante en las declaraciones, sin mostrar soluciones.
El gobernador tampoco se reunió con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, aunque ambos se comunicaron por teléfono. Desde la cartera nacional aseguraron que la charla fue de “distensión” -ayer los puentes estaban detonados- y que el trabajo fue importante para reencauzar el trabajo conjunto y definir medidas. “Seguramente se tomarán nuevas acciones en Rosario, Aníbal está en conversaciones con Perotti para definir cuáles serán medidas. Si hay diálogo, hay posibilidad de avanzar”, dijeron a LA NACION muy cerca del ministro nacional. Todavía no hay definiciones concretas.
Perotti -que, pese a ser oficialista, se viene diferenciando de la administración nacional- públicamente sigue reclamando por la situación del narcotráfico. “El problema requiere de fuerzas mejor equipadas, presencia y dinámica superior a la que tenemos. Venimos haciendo un planteo de la necesidad de un apoyo federal más importante. Cuando hablamos de apoyo federal hablamos de una mayor dinámica de las fuerzas en el territorio. Eso requiere logística, recursos y también más personal”, dijo a la salida de la Casa Rosada.
Y apuntó: “Estamos en una situación que podemos superar. Rechazo las expresiones de Aníbal Fernández cuando dijo que “los narcos han ganado”.
Junto a Rossi
Hoy, a último minuto, para disimular la falta de coordinación interna, se definió que el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, participara del acto de “Wado” y Perotti. El ministro coordinador de Fernández no estaba anunciado en primer lugar, pero luego se sumó a la reunión, invitado por De Pedro.
Más temprano, Perotti se había reunido con Rossi en su despacho. “Hablaron del trabajo conjunto que se viene haciendo y de las reuniones de comisión que habrá la semana próxima en Diputados para tratar el proyecto de que busca el fortalecimiento de la Justicia Federal en Santa Fe”, dijeron fuentes oficiales. Se trata de la iniciativa presentada por Roberto Mirabella, mano derecha del gobernador.
Tal como contó LA NACION, en medio de la interna el Presidente colocó a su jefe de Gabinete al frente de la coordinación de acciones del Ministerio de Seguridad y como nexo con Perotti y Javkin. Rossi será además el encargado de transmitir la postura nacional sobre la situación en Rosario.
Rossi y Perotti tienen un pésimo vínculo político en Santa Fe, especialmente desde las elecciones de 2021, en las que jugaron enfrentados en una interna. En una y otra terminal, sin embargo, aseguran que se conocen de memoria y que, por lo tanto, pueden abordar la cuestión por los carriles normales.
Pese a los esfuerzos de convivencia, la avanzada narco en Rosario está envuelta por las tensiones políticas en el oficialismo: la del gobierno santafecino con la Casa Rosada y la del kirchnerismo con el Presidente.
La crisis en Rosario por el avance narco, que tomó notoriedad nacional e internacional por el episodio con la familia de Messi, se cuela en la interna que hay al interior del Gobierno por el armado electoral, con episodios como los del acto de De Pedro, anunciado primero sin y luego con Rossi.
Tanto desde el Ministerio del Interior como desde Santa Fe aseguraron que la firma del convenio estaba prevista desde antes del ataque al supermercado. Pero tomó otro cariz a la luz de los acontecimientos, con el gobernador viajando a Buenos Aires especialmente para un anuncio vinculado a la seguridad con el ministro del Interior, principal alfil de Cristina Kirchner en el gabinete.
Se trata de un acuerdo que habilitará a las fuerzas de seguridad de la provincia para la utilización del “Sistema de Identificación Segura” (una tecnología desarrollada por el Renaper para la identificación inmediata de prófugos o personas con antecedentes penales) y el financiamiento para la adquisición de 600 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial para Rosario.
“Con la seguridad no se especula. Combatir al crimen organizado requiere de políticas de Estado y del esfuerzo de todos los sectores”, dijo hoy De Pedro. Rossi agregó: “Tenemos un compromiso inclaudicable desde el Gobierno para combatir el flagelo que tanto nos preocupa a todos los santafecinos”. Perotti, por su parte, acotó: “Necesitamos que la política esté a la altura. Lo estamos pidiendo y estamos diciendo que no alcanza. Todos tenemos que poner lo mejor”.
Otras noticias de Omar Perotti
Más leídas de Política
"Guardia pretoriana". Preocupación en los intelectuales por la idea de crear “un brazo armado libertario” para defender al Gobierno
Análisis. Milei, entre Lula y el Gordo Dan
Polémica. Un diputado libertario impulsa un proyecto que prohíbe el cambio de género a condenados y menores de 18 años
"Ficha limpia". Fracasó la sesión para discutir el proyecto que preocupa al kirchnerismo