Olivos. El Presidente habló a solas con Grabois, tras sus críticas al Gobierno
Juan Grabois y sus críticas cada vez más frecuentes al gobierno nacional llegaron este martes a la residencia de Olivos. Tras escuchar los cuestionamientos que el dirigente hizo en los últimos días al ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y a la política de distribución de alimentos, el Presidente lo invitó para conversar a solas.
Asistencia social y contención política fueron los ejes del encuentro, de casi una hora, que las dos partes evaluaron como positivo, sin dar muchos detalles. No hubo fotos ni parte de prensa. Tampoco se difundió, advirtieron en el entorno del Presidente, la reunión que tuvo a continuación con el jefe del sindicato de los mecánicos (Smata), Ricardo Pignanelli.
Los puentes con Grabois nunca estuvieron rotos: el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de Patria Grande suele dejar a salvo de sus críticas a Alberto Fernández. "La orientación general del Gobierno, que es la tarea específica de Alberto, está en la dirección correcta", suele decir. Tienen buen diálogo desde 2018, cuando se conocieron en el Instituto Patria. Los dos se acercaron a Cristina Kirchner casi al mismo tiempo. El Presidente siempre destaca el trabajo de Grabois y, pese a los cuestionamientos, "lo valora mucho", dijeron en Olivos. Los dos comparten además la amistad del papa Francisco.
Las críticas de Grabois resuenan más entre las organizaciones sociales, en especial las que integran, junto con el MTE, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Algunas de ellas, como el Movimiento Evita y Barrios de Pie, participan de la gestión del Ministerio de Desarrollo Social, por lo que reciben las críticas de otra manera. Aunque destacan la honestidad y el compromiso de Grabois, lo cuestionan por lo que califican como un estilo "personalista" y atribuyen sus críticas a un "intento de acumulación política propia".
Fernández se refirió a la reunión con el dirigente social, en una entrevista que dio esta tarde por Radio Rivadavia. "Hoy a la mañana hablábamos con Juan Grabois de la cantidad de gente indocumentada que hay en la Argentina, gente que ni siquiera tiene documento", dijo el Presidente, al pasar.
Ante una consulta de LA NACIÓN, Grabois amplió el dato. "Hablamos de la situación de sectores que no tienen cobertura, básicamente un sector de migrantes y refugiados, y sectores indocumentados, tanto urbanos como rurales, muchos integrantes de pueblos originarios. También hablamos de qué manera se puede ir resolviendo el tema de la documentación en paralelo con el acceso a alguna ayuda estatal, porque son las situaciones más críticas".
Al margen de la agenda específica, el encuentro abre lecturas políticas, dado que se produjo días después de que Grabois intensificó las críticas a la gestión. El dirigente le apuntó de manera directa a las demoras en la distribución de alimentos, a cargo del Ministerio de Desarrollo Social. "En el tema de alimentos no roban y no hacen", dijo hace una semana. "Arroyo está haciendo las cosas mal", lanzó el viernes pasado.
El dirigente social ya había hecho varias críticas a la gestión hace tres semanas, en el encuentro que las organizaciones sociales mantuvieron con el Presidente, en Olivos. En esa oportunidad se diferenció de varios de sus compañeros, que habían hablado de la dificultad de estar "de los dos lados del mostrador". Cuando tomó el micrófono, dijo que a él no estaba en esa situación y reivindicó su papel como dirigente social. Después reclamó, en sintonía con el resto de las organizaciones, la conformación de un fondo especial para la economía popular.
Temas
Otras noticias de Actualidad
Más leídas de Política
Milei, con Yuyito. El Presidente acusó a Mondino de cometer un “imperdonable error” y anticipó: "Todos los responsables van a ser echados"
Las críticas a Alfonsín. Natalio Botana: “El estilo del kirchnerismo no ha muerto, permanece en Milei con mucha vitalidad”
Solo en Off. La elegante y “liberal” venganza del despedido embajador Lagorio
Interna sin fin. La estrategia del Gobierno para reducir a Villarruel a “tocar la campanita” en el Senado