Ofensiva contra los medios: el clima hostil desde el poder vuelve a reverdecer
La propuesta del gobernador Capitanich de regular a la prensa se combina con recientes ataques a los medios, que protagonizaron Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Aníbal Fernández, entre otros
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La ofensiva del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, para regular los medios, luego de la derrota electoral del oficialismo, a nivel nacional, se suma a otros ataques, descalificaciones y atropellos desde lo más alto del poder que buscan establecer limitaciones a la prensa independiente. Se trata de una práctica que se afianzó con distintos intérpretes a partir de la caída de las PASO.
“Los medios no se autorregulan, responden a intereses específicos. La gente piensa lo que los periodistas proponen”, se quejó Capitanich, en sintonía con el reciente lamento de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien el mes pasado, al inaugurar una zona franca en Santa Cruz, en una de sus pocas apariciones durante la campaña electoral, sentenció que “los argentinos merecerían mejores medios, que no los amarguen tanto”.
Tales afirmaciones se inscriben en la creciente tendencia de dirigentes del Frente de Todos a “deslegitimar el rol de la prensa”, como advirtió en su último informe la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA).
En aquella intervención, pronunciada en un acto en el que no se permitió el ingreso de periodistas, Cristina Kirchner amplió su arremetida: “Hace tiempo que están nerviosos y tratan de poner nerviosos a todos los argentinos. Muchas veces terminan poniendo nerviosos y mal al resto de nuestros compatriotas”.
En su anterior función como jefe de Gabinete del último gobierno de Cristina Kirchner, Capitanich había quebrado la monotonía de una conferencia de prensa en la Casa Rosada rompiendo en público un ejemplar del diario Clarín. Argumentó ahora que su propuesta de regulación apunta a “corregir dos o tres artículos de la ley de medios para garantizar mecanismos de equidad”.
La palabra presidencial
El propio presidente Alberto Fernández expuso reiteradamente la necesidad de “multiplicar las voces” en los medios, a partir de la instrumentación de mecanismos previstos en las leyes de defensa de la competencia y del consumidor, sin necesidad de recurrir a la modificación de la ley de medios.
Y en distintas apariciones fustigó duramente a la prensa. En septiembre de 2020, molesto por las críticas que cosecharon las medidas sanitarias por la pandemia y los avances sobre la Justicia, el Presidente afirmó que la oposición y los medios “maltratan la democracia” a través de “posturas muy extremas”.
El mes pasado, en un acto de campaña en José C. Paz, Alberto Fernández aplaudió públicamente una provocación del intendente Mario Ishii, quien llamó a un “levantamiento” contra los medios. “Les pido por favor a los medios que tengan piedad. Son todas pálidas. Un día el pueblo se va a levantar contra los medios, no tengo dudas. No puede ser tanto veneno hacia la población”, dijo el jefe comunal.
Una de las voces más firmes contra la labor de la prensa es el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, quien a fines de septiembre formuló una velada amenaza al dibujante Nik, con alusiones implícitas a sus hijas, en respuesta a una crítica del humorista.
Hace dos semanas, antes de las elecciones, Aníbal Fernández se victimizó y acusó a los “medios concentrados” y a sus periodistas de atacarlo “de una manera intolerable”.
También el diputado nacional Máximo Kirchner, jefe del bloque del Frente de Todos, transmitió una curiosa interpretación del atentado con arma de fuego que sufrió el legislador correntino Miguel Arias, al sostener que el periodismo “genera el caldo de cultivo para este tipo de actitudes”. A esta expresión se suma, entre otras, la contundente afirmación de Carlos Bianco, exjefe de Gabinete del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, contra el periodismo. Dijo que “la oposición y los medios influyeron en la cantidad de muertes” durante la pandemia.
El gobernador Kicillof tuvo sus cruces con los medios de comunicación. Uno de los más recordados ocurrió en enero de este año, cuando desacreditó el trabajo de la prensa. “Hay un género periodístico que consiste en buscarle el pelo al huevo, en buscarlo que anda mal”.
Todo este clima de mayor hostilidad ha vuelto a naturalizar las críticas oficialistas contra los medios, y se ha empezado a festejar en actos públicos, como el último que hizo La Cámpora en Morón, donde los militantes festejaban con el grito “el que no salta es de Clarín”.
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