Nuevo avión presidencial: tras una temeraria maniobra aterrizó en Aeroparque la nave que compró Alberto Fernández
Las imágenes eran similares a las de un intento de aterrizaje abortado hace unas semanas por un avión comercial; sin embargo, lo sucedido con el avión oficial es lo opuesto, según expertos; el comunicado de los pilotos de la Agrupación Aérea Presidencial
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Tras una temeraria y negligente maniobra, a las 17.24, aterrizó en el Aeropuerto Metropolitano Jorge Newbery el nuevo avión presidencial por el que Alberto Fernández pagó 25 millones de dólares.
Las imágenes de lo que parecía un intento de aterrizaje abortado del ARG-01 rápidamente se viralizaron. Sin embargo, en diálogo con LA NACION, Jorge Polanco, el expiloto de Aerolíneas Argentinas y consultor aeronáutico con 40 años de trayectoria, cuestionó la maniobra que decidieron llevar adelante los pilotos que traían al país el Boeing 757-256. Además, puso en duda la capacidad de la tripulación.
“Lo que ustedes pueden apreciar en las imágenes es sencillamente la aproximación instrumental de un avión a la pista 1-3 del aeroparque en condiciones meteorológicas instrumentales”, arrancó la explicación del piloto, quien también tiene un programa de TV sobre la industria aeronáutica.
Polanco sumó: “No buscaban hacer el aterrizaje. Se puede observar en el video que el tren de aterrizaje está adentro y proceden a sobrevolar la pista a una altura mínima (de 10 metros), haciendo un escape con una maniobra de inclinación, de más de 30 grados que sería riesgosa”.
“La única calificación que le podemos dar a esta operación es de temeraria y negligente porque el final concluye con una aproximación por el opuesto, por la otra pista aterrizando en una forma también comprometida”, sumó el experto en su análisis.
El experimentado piloto, luego puso el foco en la tripulación y dijo: “Lo que hay que entender es que ninguno, ninguno, ninguno de estos pilotos tiene más de las horas que emplearon para hacer el ferry [traer el avión desde Miami]. O sea, no tienen experiencia real sobre el avión, están recién habilitados y con muy poca experiencia y con varias dudas sobre su calificación para estar llevando un avión de este porte con el presidente a bordo”.
Desde el sector de pilotos de la Agrupación Aérea Presidencial emitieron un escueto comunicado en el que explicaron que la maniobra es habitual. El documento fue firmado por los comandantes Juan Pablo Pinto y Leonardo Luis Barone. Allí, se sostiene que se le solicitó permiso a la torre de control en Aeroparque para realizar lo que llaman “el sobrevuelo por el eje de pista como como recepción de la aeronave incorporada a la flota aérea”.
Y añaden: “Tal pasaje fue autorizado por el control siendo esto uso y costumbre toda vez que se incorpora una aeronave o cuando se retira un comandante. Estos pasajes son autorizados realizándose por el eje de pista sin sobrevolar obstáculos”.
En tanto, LA NACION contacto a la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) para confirmar la autorización, pero no obtuvo respuesta hasta la publicación de la nota.
Fuentes al tanto de la operatoria De la Torre de control dijeron a este medio que la autorización existió, pero que la ejecución de la maniobra y decidir hacerla corresponde solo a los pilotos.
Lo que pasó con el avión de Flybondi
Aunque el el video del avión presidencial, para los inexpertos, recordaba lo ocurrido hace pocas semanas con una aeronave de Flybondi en la misma pista, cuando fue impactada por fuertes vientos la situación no fue la misma. En ese momento, el Boeing 737-800 de la compañía low cost se aprestaba a aterrizar en la pista cuando, cerca ya del pavimento, lo alcanzó un viento cruzado que podría haber desestabilizado a la aeronave.
Por eso, el piloto reaccionó rápido con una maniobra de escape conocida como “go around” o “motor y al aire” en la que se interrumpe la aproximación a tierra y se vuelve a conducir el avión hacia arriba para retomar el vuelo. En este caso, el movimiento fue exitoso, y el Boeing terminó aterrizando en la pista del Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Sobre el tipo de acciones de Flybondi, en diálogo con LN+, Walter Gallardo, piloto de profesión, había explicado que “es muy común” que el viento afecte de esta manera a los aviones en el aeropuerto metropolitano y sostuvo que lo que realizó el encargado de la nave ante ese escenario es “normal para el piloto y un poco incómodo para los pasajeros”. Según dijo, entonces, para él, el conductor “actuó muy bien buscando seguridad en el aire”. Y subrayó: “Es la mejor decisión que puede tomar en uno o dos segundos porque se desestabiliza el avión”.
En línea con esto, el aviador contó que esa maniobra se practica siempre en los simuladores de vuelo, porque es “la que corresponde” hacer cuando el avión no viene con las alas niveladas cerca de la pista. “Es el momento más vulnerable de la aeronave, porque venimos con muy poca velocidad”, dijo en ese sentido, y aclaró que “no hay tiempo” de avisarles a los pasajeros lo que se va a hacer, porque quien está al mando del avión debe reaccionar en cuestión de segundos.
Con los colores del bicentenario
La aeronave llegó al país a las 17.24. Hizo su aparición cuidadosamente pintada de “Bicentenario”, con franjas celestes “crema del cielo”, tal el gusto de helado que fue furor en los noventa, y con aquel icónico sol del bicentenario, similar al de las lejanas monedas de un peso, estampado en la panza. Toda una particularidad de un avión presidencial que, generalmente y por cuestiones de seguridad, suelen tener fuselajes sobrios. No será el caso del ARG-01, al que se podrá individualizar desde tierra cada vez que vuele.
Según el Gobierno, la aeronave estaba configurada como un avión comercial y en 2009 cambió su interior por equipamiento VIP. Entonces, le colocaron cómodos asientos, una cama y baños de lujo. Tuvo una nueva remodelación en 2012. El jet era propiedad de un matrimonio de millonarios israelíes. Pero la relación entre ambos terminó y el ahora ARG-01 quedó en manos de la mujer. Ella, finalmente, es la que encontró comprador en el gobierno argentino.
Desde que se conoció la licitación, fue unánime la idea entre los conocedores del mundo aerocomercial y los operadores de este tipo de compras de que el avión sería el que finalmente se adquirió. Tal era la certeza en el mercado sobre el favoritismo de ese Boeing, que este medio publicó una foto ni bien se abrió el concurso. Finalmente, fue el elegido por la Casa Rosada. Los rumores se basaban en los renglones de letra chica que tenía la licitación. No había avión en venta en el planeta que tuviera las condiciones requeridas salvo este. Y claro, ganó el favorito.
Hay otra novedad. Fernández, además de decidir pagar por el avión alrededor de 21,7 millones de dólares más el valor de mercado del Tango-01 que se queda el vendedor, tomó otra decisión. La nueva perla celeste no tendrá la matrícula Tango, como todos los aviones que conformaban la flota presidencial.
La identificación de la aeronave como ARG-01 en reemplazo de Tango está fundamentada en la profunda desconfianza que históricamente se dio entre cualquiera de las cuatro versiones de kirchnerismo y las Fuerzas Armadas. Sucede que este cambio esconde la decisión de abandonar cualquier relación entre la aeronave y la Fuerza Aérea. En la Argentina, la denominación “T”, Tango, es una matrícula militar para identificar a los aviones de transporte. En este caso, para colocarlos al servicio del traslado del Presidente, pero también de otros funcionarios. En la fuerza, además, se utiliza la “A” para las aeronaves de ataque y la “E” para los que son escuela.
Los ahora ARG, donde también se ha incluido a los helicópteros y a los demás aviones que conforman la flota presidencial, tendrán toda la tripulación, la mantención y la operación en manos de un colaborador de la Casa Rosada.