Nueva etapa para una vieja amistad
Jacques Chirac llega mañana a la Argentina para confirmar una relación económica que supera todo lo precedente
Hasta hace pocos años, todavía era común oír en cualquier hotel o restaurant de Francia cuando un mozo comentaba, con una mezcla de admiración y reconocimiento, que un cliente "dejó una propina como un argentino".
Era una forma de graficar que el parroquiano era sumamente generoso.Era, todavía, pese a que habían pasado décadas, la imagen increíblemente fuerte de la etapa de los ricos argentinos de la belle epoque.
Luego llegaron otras imágenes. La Argentina como país de graves turbulencias políticas y escaso respeto por los derechos individuales. Y, a la inversa, Francia se fue consolidando, para el argentino medio como el país del buen vivir y el buen comer, sin reparar demasiado que allí también cambiaron muchas cosas en los últimos años.
Francia y la Argentina tendrán en los próximos días la ocasión de revisar lugares comunes y enterarse de nuevas realidades gracias al foco de atención que siempre propicia una visita oficial de presidentes.
Es la ocasión para que muchos adviertan, quizá con sorpresa, que Francia es el primer inversor externo de la Argentina. Que es, además del país de los quesos, una nación de avanzada tecnológica, y que muchas de sus grandes empresas, otrora reconcentradas en el mercado interno, participan hoy con gran dinamismo en el mundo de la apertura y las inversiones cruzadas.
Muchos franceses, por su lado, descubrirán con cierta sorpresa la dimensión de la reciente presencia económica francesa en la Argentina, algo que nunca se había dado antes en la vieja y amistosa relación política y cultural entre ambos países.
El redescubrimiento Jacques Chirac, heredero político del general De Gaulle -cuyo partido lidera- es, aunque no lo pueda decir oficialmente, uno de esos franceses que tendrá por primera vez una perspectiva distinta de lo que significa hoy cada país para el otro.
Hasta este viaje a los países del Mercosur, que comenzó hace tres días en Brasil, nunca había puesto los pies en América latina. Cuando Chirac admite que Francia había dejado de lado a este rincón del mundo hay, seguramente, una admisión tácita de que él mismo había olvidado que aquí también podían pasar cosas interesantes para los dos mundos.
Un empresario de su mismo color político -Jerome Monod, titular del grupo Générale des Eaux-Lyonnaise des Eaux, ex ministro de De Gaulle- es uno de las personas claves detrás del redescubrimiento de esta parte del mundo.
Como empresario entró de lleno en la Argentina cuando se privatizaron las empresas de servicios sanitarios. Como hombre político, le transmitió directamente a Chirac que la Argentina era una nueva prioridad.
Chirac llega entonces al país de la mano de empresarios como Monod y muchos otros, que han invertido más de 4000 millones de dólares en cuatro años. Viene a confirmar, con su presencia oficial, que se vive definitivamente una nueva etapa de inusitado vigor en la relación global entre ambos países.
Como se dijo a La Nación en esferas oficiales francesas que prepararon esta visita, "Chirac no viene para hacer un contrato más sino para dejar constancia formal de esta nueva realidad de enormes vinculaciones económicas".
Una visita distinta ¿Es por lo tanto una visita totalmente distinta a aquella famosa de Charles De Gaulle en 1964 y a la de impacto relativamente menor de Francois Mitterrand en 1987?
Sí y no. Por un lado, hay algo muy distinto a aquel gran viaje de De Gaulle que en Buenos Aires dio lugar a la famosa identificación política de "De Gaulle, Perón, un solo corazón", un slogan de gran llegada pero sin resultados prácticos en la relación bilateral posterior. Chirac no viene esta vez a sacudir multitudes sino, más bien, como un presidente moderno que sirve de soporte oficial para una relación básicamente liderada por las inversiones empresariales.
Pero, por otra parte, habrá un componente inevitablemente francés: Chirac levantará la bandera de la pertenencia al mundo latino, en lo que deberá leerse también un mensaje implícito que era caro a de Gaulle, el de presentarse como una referencia alternativa a la hegemonía cultural que pueden representar los Estados Unidos. Tal como a De Gaulle le producía escozor el predopminio anglosajón, a este presidente Chirac de los años 90 le cae bien la globalización económica pero no esa creciente uniformidad que tiene que ver con patrones culturaleas. Para difundir ese mensaje Chirac acudirá al caballito de batalla de toda la vida: defender las lenguas de origen latino. Dirá que el castellano es ya la lengua más estudiada en Francia después del inglés, y que aspira, naturalmente, a que el francés no pierda su lugar en América latina.
Pero el fondo será siempre económico. Es en ese terreno donde se nota realmente la nueva etapa.
"La visión de Francia y Uruguay es la misma"
Encuentro: el presidente Chirac fue condecorado; colocó la piedra fundamental de la nueva sede diplomática de su país y visitó una fábrica de automóviles; clima cordial; hubo algunas protestas.
MONTEVIDEO.-Tras iniciar su visita oficial a la República Oriental del Uruguay, tercer punto de su gira por América latina, el presidente de Francia Jacques Chirac volvió a destacar el protagonismo económico que se reserva el Mercosur en la región. "Será pronto la tercera potencia comercial del mundo", enfatizó Chirac, al tiempo que abogó por una profundización de los lazos con la Unión Europea (UE).
Chirac, que arribó a esta capital anteanoche procedente de Brasil, comenzó ayer su fugaz visita. El presidente uruguayo Julio María Sanguinetti presidió la comitiva anfitriona que lo esperó en el Edificio Libertad, sede del Gobierno.
El visitante descendió de su automóvil pocos metros antes del palacio gubernamental y en su recorrido fue saludado por el público que se arremolinó a su paso.
En la escalinata del edificio oficial, Chirac fue recibido por Sanguinetti, el consejo de ministros, miembros del cuerpo diplomático y la guardia de honor del batallón Blandengues de Artigas.
Luego de colocar una ofrenda floral en el monumento de del general José Gervasio de Artigas, el presidente de Francia se trasladó al Palacio Taranco. Allí recibió de manos del presidente Sanguinetti la Medalla de la República.
Visión común
Tras el encuentro entre Chirac y Sanguinetti -este último destacó la visión en común que existe entre su país y Francia-, se anunció el reconocimiento por parte de las autoridades educativas uruguayas del bachillerato francés. También se firmó un memorando de entendimiento entre el Ministerio de Industria, Energía y Minas de uruguay y el Ministerio de Pequeñas y Medianas Empresas, Comercio y Artesanía de Francia.
Poco antes de presidir el acto de colocación de la piedra fundamental de la nueva sede de la embajada de Francia y de recibir las llaves de la ciudad, el presidente Chirac escuchó las críticas del presidente de la Junta Departamental de Uruguay, el ex tupamaro Jorge Zabalsa, quien criticó las explosiones atómicas en el Atolón de Mururoa y actitudes "discriminatorias de Francia hacia el Tercer Mundo".
Zabalsa dio la bienvenida a los capitales franceses "pero estos no ben burlar al Parlamento, al gobierno a los sindicatos y a la dignidad del pueblo".
Chirac no respondió estas apreciaciones. Sí destacó la hospitalidad de las autoridades tras recibir las llaves de la ciudad por parte del alcalde mariano Arana.
Luego, Chirac se trasladó a la planta automotriz PSA-Oferol. Allí el Citröen ZX comenzará a producirse en cadena para todos los países que integran el Mercosur.
Cordialidad
En un tono cordial -Sanguinetti habla francés con fluidez- ambos mandatarios intercambiaron regalos: el anfitrión le entregó un retrato pintado por el artista uruguayo Osvaldo de Leite y un libro de viajes por Uruguay escrito en francés por Jacques Duprey; Chirac agasajó a Sanguinetti con una edición 1775 del libro "Histoire de Maurice", de Compte de Saxe.
Durante la rueda de prensa de despedida, ambos presidentes se elogiaron mutuamente.
Samguinetti se manifestó de acuerdo y brindó todo su apoyo a la celebración de una cumbre de presidentes de la UE y América latina, iniciativa que Chirac anunció como una iniciativa propia, aunque ya había sido presentada por España a los restantes miembros de la Unión.
"Esta reunión será un punto muy importante en la construcción de las nuevas relaciones internacionales", señaló el presidente uruguayo.
El primer mandatario francés remarcó a su vez que tras la guerra fría se despliega un nuevo escenario mundial. En el nuevo contexto, la relación entre los países " no se deben fundamentar en relaciones de competencia sino de complementariedad", dijo.
También destacó Chirac que ninguna nación debe ser "excluida, agredida ni humillada".
Regionalismo
Como ya lo había señalado en su estada en Brasil, Chirac volvio a referirse a la importancia del desarrollo del regionalismo y que el futuro debe construirse a partir de bloques o conjuntos regionales.
En tal sentido volvió a destacar la importancia que tiene a ese fin la relación naciente entre la UE y el Mercosur. Recordó que la UE ya de hecho el principal socio del Mercosur, tanto por las relaciones comerciales como por las inversiones.
Luego de su despedida, Chirac partió hacia la ciudad boliviana de Cochabamba, a 100 kilómetros al sur de La Paz, donde desarrollará una intensa jornada de encuentros y visitas.
La llegada del primer mandatario a nuestro país está prevista para mañana, alrededor de las 21.30, en el Aeropuerto metropolitano.
Chirac tres encuentros con el presidente Carlos Menem.
La agenda completa en 44 horas
El presidente de Francia, Jacques Chirac, llegará mañana a las 21.30 a la zona militar del Aeroparque Metropolitano, en lo que será la última etapa de su gira por los países del Mercsour y Bolivia. Será recibido por el canciller Guido Di Tella y el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Jorge Enrico.
Las actividades de su visita de poco más de 40 horas al país son:
- 9.25 En la Plaza San Martín, homenaje al Libertador. Hablarán el canciller Di Tella y el ilustre visitante
- 10.05 El presidente Menem lo recibirá en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno y a continuación le presentará a los miembros de su gabinete, luego de lo cual habrá una conversación privada.
- 11 Llega al Palacio de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, donde el jefe del Gobierno, Fernando de la Rúa, le entregará las llaves de la ciudad. El traslado desde la Casa de Gobierno lo haría Chirac a pie, a través de la Plaza de Mayo.
- 11.45 Chirac visita el edificio central de la Alianza Francesa, Córdoba 952.
- 13.20 Los presidentes Menem y Chirac son agasajados con un almuerzo por empresarios en la Bolsa de Comercio.
- 17 En el aula magna de la Facultad de Derecho se reunirá con jóvenes universitarios.
- 20.30 Comida ofrecida por el presidente Menem en el Alvear Palace Hotel.
Martes próximo
- 9.20 Presentación de la bandera del Comate de la Vuelta de Obligado en la residencia presidencial de Olivos. Hablarán ambos presidentes.
- 9.45 Reunión de trabajo de los jefes de Estado.
- 11.10 Conferencia de prensa del presidente Chirac en la Alianza Francesa, Córdoba 952.
- 12.30 Mensaje del presidente de Francia en la Asamblea Legislativa.
- 15.30 Recepción a la comunidad francesa en la Argentina, en la residencia del embajador, en Martínez. Previamente, Chirac mantendrá un breve encuentro con el escritor Adolfo Bioy Casares.
- 17.30 Partida del vuelo especial que conduce al presidente Chicac y a su comitiva de regreso a Francia.
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