“Nosotros vinimos a otra cosa”, la frase de Juan Grabois que descolocó a los senadores kirchneristas en un debate por la deuda

Convocaron a la reunión con Juan Grabois con la intención de instalar el tema del pago de la deuda externa con los “dólares fugados”, proyecto que el Senado va a tratar este jueves. Sin embargo, el tiro le salió por la culata a los senadores kirchneristas, que terminaron con el encuentro convertido en una asamblea universitaria y dándole explicaciones al dirigente social sobre las razones por las que la Comisión Bicameral de Control de la Deuda no hace pública la lista de quiénes habrían sacado dólares del país.

Todo marchaba sobre rieles hasta que el jefe del interbloque del Frente de Todos, José Mayans (Formosa), pretendió pasarle la palabra a Oscar Parrilli (Neuquén) para que explicara los pormenores del proyecto que crea “el fondo para el Fondo”, frase coloquial con la que en el oficialismo designan a la iniciativa que busca pagar la deuda con el FMI con los “dólares fugados al exterior” que, según la teoría kirchnerista, son los fondos del crédito otorgado por el organismo al gobierno de Mauricio Macri en 2018,

En ese momento, Grabois levantó la mano y alguien le acercó un micrófono. “Perdón, pero nosotros no vinimos a escuchar sobre el proyecto de ley; vinimos a otra cosa”, arrancó el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).

Según la escueta convocatoria oficial, el interbloque oficialista se iba a reunir con el “llamado Comité de Acreedores de la Deuda Interna”, grupo de organizaciones sociales y políticas encabezado por Grabois cuya función es denunciar el impacto sobre la sociedad sociales del endeudamiento externo.

“A riesgo de ser irrespetuoso, sería bueno explicar por qué estamos acá”, siguió el dirigente social, mientras crecía la expectativa entre los senadores presentes ante la incertidumbre sobre qué iba a decir. “Queríamos hablar con la Bicameral para saber cómo va la investigación, para saber cómo se van a recuperar los fondos fugados”, agregó, mirando a la mesa principal, en la que, además de Mayans y Parrilli, estaban las kirchneristas Juliana Di Tullio (Buenos Aires) y Anabel Fernández Sagasti (Mendoza).

El líder del MTE amplió la agenda de reclamos y manifestó su preocupación por “la poca acción de la bicameral” de seguimiento de la deuda y por el secretismo que impera en ese cuerpo legislativo. “Supuestamente, hay una lista de quiénes fugaron dólares que está en poder de la presidencia de la comisión y no de toda la comisión”, se quejó.

Mientras algunos senadores comenzaban a moverse incómodos en sus asientos, había una decena más en el Salón Azul, Mayans intentó responder algunas de las inquietudes, pero terminó rindiéndole cuentas a Grabois sobre la actuación de la comisión bicameral.

“Es una cuestión de legalidad, no se puede hacer cualquier cosa”, se defendió el jefe de la bancada oficialista del Senado. “La información que está, se ha pasado a toda la Comisión”, agregó antes de aclararle a Grabois que toda la información en poder del cuerpo legislativo es de acceso para todos sus integrantes.

En ese momento intervino Claudio Lozano, director del Banco Nación y crítico del pago de la deuda con el FMI, quien aseguró que hay información sobre la compra de letras y títulos durante el gobierno de Macri. “Son 45 mil palos (sic) en Lebacs y esos informes existen”, dijo Lozano, quien reclamó “levantar esto (por el secreto) a los efectos de la investigación porque, si no, la comisión no podrá investigar”.

Entonces intervino Di Tullio. “No podemos circular la información porque la comisión bicameral no está constituida y porque la ley de Entidades Financieras sigue vigente y nos impide levantar el secreto fiscal”, explicó.

Sin embargo, el micrófono ya circulaba sin control entre quienes acompañaban a Grabois. Fue así como tomó la palabra una dirigente de una organización social del conurbano quien, tras explicarles la situación que se vive en esa zona del suelo bonaerense, apestilló a los senadores pidiéndoles que “más allá de lo legal, lo que hace falta es que haya decisión política” para denunciar a quienes fugaron los dólares que faltan en el país.

Otra vez debió intervenir Di Tullio quien, haciendo equilibrio entre la jugada política que impulsa el kirchnerismo y las quejas del grupo liderado por Grabois, abogó por impulsar el proyecto que levanta el secreto bancario, fiscal y tributario en aras de facilitar la investigación del destino de la deuda tomada por el gobierno de Macri.

El proyecto, también impulsado por Parrilli, fue presentado junto con el de la creación del fondo para pagarle al FMI, pero quedó en suspenso luego de que el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, le advirtiera a la conducción del bloque oficialista del Senado que una norma de esas características generaría inestabilidad en el sistema financiero y que podría derivar en una corrida financiera.

La iniciativa estuvo a punto de ser reflotada la semana pasada, pero la reunión de comisión en la que iba a discutirse fue cancelada el día anterior. Tras el envión que recibió este mediodía por parte del grupo liderado por Grabois, el kirchnerismo podría insistir con su tratamiento a partir del mes próximo.

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