“No afectar intereses estratégicos”. Con advertencias, la mayoría de los gobernadores dice que acompaña la ley ómnibus
La decisión es transversal a mandatarios de diferentes partidos; los más distanciados son Axel Kicillof y el riojano Ricardo Quintela; confían en que habrá cambios en la iniciativa
- 5 minutos de lectura'
CÓRDOBA.- Si bien siguen de cerca las negociaciones por el proyecto de ley ómnibus que se discute en el Congreso, los gobernadores están concentrados en sus propios distritos porque las recaudaciones de diciembre, en general, se derrumbaron y no hay avances sobre la vuelta atrás de los cambios en ganancias prometida por el presidente Javier Milei. Salvo el caso del riojano Raúl Quintela e incluso en menor medida Axel Kicillof, todos están dispuestos a facilitar la aprobación del proyecto. La condición transversal a todos es que no se afecten los intereses económicos y estratégicos de las provincias. El problema sigue siendo, coinciden, la falta de un criterio único del lado libertario.
Al no ingresar el cambio de ganancias junto al paquete, tampoco los mandatarios tienen ese incentivo para presionar a sus legisladores para aprobar la norma. La lógica de la Casa Rosada fue la inversa, que no poner en juego ese cambio -clave para las finanzas provinciales- le daba más poder de negociación sobre las provincias.
Según fuentes de una decena de provincias consultadas por LA NACION, la expectativa de los gobernadores es que pese al discurso del ala más dura de los libertarios -incluido el propio Milei- respecto de que no negocian, aceptarían los planteas en temas claves. La mayoría de los gobernadores cree que se eliminarán las retenciones anunciadas para economías regionales y no se aplicarían los cambios impulsados para biocombustibles, hidrocarburos y pesca.
Más allá del partido al que pertenecen, en el grupo de WhatsApp que tienen todos, van compartiendo sus posiciones y es de ahí de donde surge el listado de puntos del proyecto que aun los más dialoguistas no están dispuestos a avalar.
Las idas y vueltas políticas se suceden en un escenario en donde descuentan que la caída de ingresos (las bajas de recaudación provinciales rondaron 20% real interanual en diciembre) se profundizará en un contexto de recesión. Las provincias más grandes pueden resistir un trimestre pero después sus acciones quedarán reducidas a pagar salarios, lo que complicaría más el frente económico.
Para las más chicas, la ventana de tiempo es menor. Por caso, en Entre Ríos, Frigerio debió endeudarse en $100.000 millones para cubrir salarios y deudas en dólares y con proveedores.
La Rioja ya registra las protestas policiales e incluso la advertencia de Quintela de que está dispuesto a emitir su propia moneda. “Sobregiró a Kici”, comenta a este diario un gobernador peronista en referencia a que “el Gitano” está dispuesto a llevar al extremo lo que el bonaerense va gestionando de otra manera.
Las negociaciones paritarias serán claves para determinar la sostenibilidad de sus finanzas. Como ya contó este diario la apuesta de las provincias es la misma que la de Nación: licuar ingresos pero, en paralelo, enfrentan presiones gremiales y los gobernadores están preocupados por el frente social, en especial de cara a febrero y marzo.
Sumar a Caputo
Aunque individualmente todos los mandatarios vienen con reuniones con el ministro Guillermo Francos, las respuestas que reciben no son definitivas. Quedan supeditadas a las decisiones de otros. Por eso se armó el encuentro virtual del viernes de una decena de mandatarios de Juntos por el Cambio (JxC) con el titular de Interior y su par de Economía, Luis Caputo.
Ante los planteos de gobernadores y sectores productivos, se les respondía que Economía se guía por “la parte derecha de la hoja” (en referencia a la tabla de contabilidad, en el que el haber está de ese lado). Los interlocutores de Francos venían presionando para hablar directamente con Caputo.
Sobre la base de las necesidades comunes y de las coincidencias es que, en los últimos días, se revitalizaron las reuniones regionales con la participación de gobernadores de diferentes colores políticos. Consideran que es una estrategia que les dará más peso.
Que el formoseño Gildo Insfrán se sumara al encuentro de los del Litoral grafica este esquema. Peronista kirchnerista radicalizado y presidente del Congreso del PJ, solo participaba en las reuniones del Norte Grande y aceptó sumarse a lo que podría desembocar en un “bloque” con cuatro representantes de JxC -el santafesino Maximiliano Pullaro; el entrerriano Frigerio; el correntino Gustavo Valdés; el chaqueño Leandro Zdero- y el misionero Hugo Passalacqua del partido provincial Frente de la Concordia.
Pullaro es el principal impulsor de armar una “región” entre esas provincias; Santa Fe ya participa en la del “Centro” con Córdoba y Entre Ríos. Passalacqua explicó que el objetivo es “articular” la agenda entre las provincias.
También los patagónicos tuvieron una reunión; el grupo que está “fortalecido” por las regalías gasíferas y petroleras. Todo indica que su actuación en conjunto por las modificaciones a la pesca tuvo buenos resultados; ahora tienen en común a la industria hidrocarburífera. En la próxima reunión, prevista para el miércoles, sumarán a Mendoza, Salta, Jujuy y Formosa.
El principal reclamo por el proyecto de ley pasa por delegar al Presidente la potestad de aplicación de la legislación hidrocarburífera que, a su criterio, “rozan la inconstitucionalidad”. Una observación similar realiza el grupo sobre dejarle al Ejecutivo la facultad de aumentar las retenciones a las exportaciones del sector. En ese punto hay consenso con los mandatarios del resto del país que piden por lo mismo para economías regionales y pampeanas.
Otras noticias de Javier Milei
- 1
El Colegio de Abogados de la Ciudad repudió la fiesta del fiscal Ramiro González
- 2
La Justicia dispuso el desalojo de la ocupación ilegal en el Parque Nacional Los Alerces
- 3
Escala la pelea en la Corte Suprema: Lorenzetti estalló contra sus colegas, que le respondieron con dureza
- 4
El “desastre” que ve venir parte del peronismo si Cristina Kirchner y Axel Kicillof llevan su enfrentamiento al límite